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O7

Jeongguk camina por la cera llegando a su casa, al entrar rápidamente va a buscar una botella de agua, siente la garganta totalmente seca así que la abre y empieza a beber.

— ¿Cómo estuvo la práctica? — Escucha la voz proviniendo de su sala.

— Genial, papá. — Dice al ver entrar al hombre más grande que él por la puerta de la cocina.

Excepto que Jeongguk está mintiendo. La práctica fue un desastre para él, después de ver irse a Taehyung, su mente simplemente estaba en blanco de todo lo demás. Los pases, los tiros, todo estuvo mal, Yoongi estaba totalmente furioso al ver Jeongguk estaba fuera de sí a unos días del partido.

Genial, otra persona a la que enojaste el día de hoy.

— ¿Cómo están los chicos? ¿Yugyeom? ¿Yoongi? — Su padre conocía algunos porque aveces Jeongguk los traía a pasar el rato.

— Bien, de hecho.

— ¿Y Taehyung? — El pelo de Jeongguk se erizó, el nombre de su novio no era algo que le gustara escuchar de su padre.

— Ah... bien también.

— Siempre me he preguntado como tú y él se volvieron amigos, no parecen tener mucho en común. — Jeongguk quizo contradecirlo, pero sabía que sólo estaba alterado y sensible por la conversación con Taehyung. — Sólo digo que ya no lo he visto más, ojalá no lo estés cambiando por el equipo de basquetbol.

Jeongguk permaneció en silencio recordando la primera vez que llevó a su casa a Taehyung, como su padre intentó hablar con él de deportes o política como lo hacía con sus otros amigos, demás está decir que Taehyung no sabía mucho de ninguno de esos temas, pero aún así logró agradarle cocinando la cena de ese día.

Después de hacerse novios no duró mucho que Taehyung siguiera yendo a la casa, pues a Jeongguk no le agradaba la idea de ser atrapado en cualquier situación por su padre, el simple pensamiento de su padre sospechando o enterándose alguna vez lo ponía casi en pánico.

— La verdad estoy muy cansado papá, voy a subir a dormir un rato. — Dijo Jeongguk saliendo de la cocina.

Jeongguk cerró la puerta de su cuarto, respirando hondo.

Caminó por el cuarto dando vueltas, todo estaba mal, Taehyung no suele enojarse mucho, menos con él, no, no con Jeongguk. Se sentó en la cama mientras ignoraba los pensamientos negativos que pasaban por su cabeza, el idiota que estaba siendo, que Taehyung lo iba a dejar.

Jeongguk se sintió atemorizado ante la idea de Taehyung dejándolo. Desordenaba su pelo con sus manos, sus cejas arrugadas pensando qué iba a hacer. Pensó en llamar a Taehyung, pero en un momento así él requiere de espacio, él lo sabe.

Aún así es imposible que su ansiedad se disipe, pensó en tal vez comprarle un regalo a Taehyung y dárselo luego.

Pero en el fondo Jeongguk sabe que no es suficiente, esto no es acerca de acordarse de una fecha, esto es sobre él siendo un terrible novio y amigo.

Camina al baño con la intención de cambiarse; después de ponerse una ropa más cómoda decide lavarse la cara, al levantar su cara del lavado ve su reflejo en el espejo y no siente más nada que decepción en ese momento, porque está avergonzado de todo, de lo que le hace a Taehyung, de lo que se hace a sí mismo, y de quién es.