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Hoy ya llevan unos días desde que Jeongguk incorporó las manos entrelazadas en su rutina, Taehyung nota las miradas pero hace lo mejor que puede por ignorarlas, honestamente a él no le importan mucho lo que piensen esos chicos que ni conoce, sólo le importa que su novio pueda dar sus avances a su tiempo, siente que está atravesando una nueva fase con él y está simplemente feliz.

Su cabello ahora es oscuro, casi negro, Jeongguk estuvo bastante sorprendido, la verdad es que Taehyung sencillamente estaba cansado del rubio.

En este momento se encuentra caminando por ese parque abandonado donde se conocieron, mientras Jeongguk está en su práctica de básquetbol.

Taehyung recuerda la primera vez que lo vió, era de noche, el rubio en aquel entonces nunca iba de noche, iba en las tardes mientras su madre no estaba en casa. Quiso ir a tomar fotos del cielo estrellado así que se había escapado por su ventana. Pero cuando llegó había un ruido incesante, como si alguien pateara una y otra vez algo, Taehyung se asustó pero su curiosidad lo obligó a asomarse a ver qué era, podía ser un delincuente, algún drogadicto o vagabundo, aunque Taehyung jamás había visto nada así en aquel lugar.

Y ahí fue cuando lo vió, un chico que se veía más o menos de su edad por su cara y su altura, pateando latas y basura que encontraba en el suelo. Aquella vez Taehyung no se acercó, sólo pensó que era un chico realmente raro que había tenido un mal día, pero ese día sólo fue el primero de otras noches que lo vería ahí.

Ahora Taehyung, sentado en el banco del parque con la linda vista de los árboles piensa que es gracioso que este lugar no es sólo donde se conocieron, sino también donde dieron su primer beso, donde Taehyung trató de romper con él, y donde le dió una segunda oportunidad. El lugar está lleno de historia para ellos, y a Taehyung le ha gustado venir el día de hoy para aclarar su mente.

Recuerda una vez más porque le gustaba venir tanto acá a tomar fotos, dibujar, escribir. El parque es solitario pero se siente tan vivo para él, la basura y bancos dañados simplemente no le quitan los hermosos atardeceres y los grandes árboles que hay aquí.

Taehyung en ese momento se siente inspirado después de varios años de manera distinta, no sólo quiere dibujar la vista que tiene ahora. Siente hasta que podría retomar sus clases de piano. Sonríe ante ese pensamiento, tal vez no era tan mala idea.