Don't trust no one

Capítulo I

Puerto de Liverpool

La mañana era algo fría pero eso no iba a impedir que Jack Frost se la pasara observando el mar y las ciudades que podían verse a lo lejos, el joven castaño no llevaba más que una caja de cigarrillos para disfrutar su momento de tranquilidad de su viaje en barco antes de llegar a su destino en los Estados Unidos, como siempre, él se limitaba a observar no sólo el paisaje sino también a las personas que lo rodeaban.

En el barco se encontraban muchas personas, pero la que más llamó su atención fue una joven de cabello rubio platinado, piel blanca y labios rojos carmesí, se veía tranquila pero a la vez nerviosa, tenía sus ojos cerrados y se veía...

-Disculpe - Jack miró al chico que había tocado su hombro, un botones del barco - La comida estará lista dentro de una hora, ¿desea algo de tomar? - 

-No, así estoy bien, gracias - el chico asintió y se dirigió a la rubia platinada, ésta abrió sus ojos y sonrió amablemente, Jack solamente la veía mover sus labios pero no sabía bien qué decía

-No creo que pueda hacerlo, Eugene...- su mirada se posó ahora sobre una pareja que parecía que estaban discutiendo, una rubia de ojos verdes frunciendo el ceño mientras un joven castaño la tomaba de la mano 

-¿Le han dicho que usted es muy malo para ocultar cuando mira a alguien? - la joven que antes observaba se sentó a su lado en la banca

-Me disculpo si la incomodé, señorita...-

- Marie, Elizabeth Marie - se presentó ella y le tendió la mano, Jack la tomó y le besó los nudillos - Nunca dije que me incomodara, simplemente es muy malo para disimular - el castaño rio

-En mis 27 años de vida es la primera vez que alguien me dice eso...lo tendré en consideración - dijo el chico - Soy Jack Frost, un placer - se presentó 

-¡Vaya! ¿El famoso detective? - asintió -¿Que lo lleva a Norteamérica? Tengo entendido que en Europa le va de maravilla...-

-Quiero explorar nuevos horizontes, cambiar mi rutina...¿usted qué hará?-

-Asuntos de trabajo, al igual que usted - el chico que antes se había acercado a Jack para preguntarle si quería algo le entregó un vaso de agua a la platinada -¿No va a tomar nada? - él negó

-Esperaré a la comida - dijo él - ¿Viaja sola?- la chica se rio

-Si su verdadera pregunta es que si tengo pareja, no, no tengo pareja, Señor Frost - Jack sintió que se ruborizaba miró hacia otro lado - ¿Y usted?-

-También viajo solo - ella sonrió - Su acento me dice que no es de Inglaterra ¿o me equivoco? - ella lo miró divertida

-Veo que es muy bueno para examinar cada detalle en las personas - tomó un poco de agua - No, en realidad soy de Noruega pero a los 13 años me mudé a Inglaterra - 

-¿Cuántos años tiene?-

-Tengo 22 años - Jack la miró sorprendido - Lo sé, muy joven para ser encargada de una empresa...pero me gradué con honores y esa empresa ha estado en mi familia por años, soy la nueva presidenta y ahora me iré a otro continente  - sonrió con orgullo

-Pues la felicito, señorita Elizabeth. Ha hecho un gran trabajo entonces y reconozco que es una mujer capaz - 

-Prefiero Elsa - dijo ella - Usted sí es de Inglaterra ¿verdad? - el castaño asintió

-Toda mi vida he estado en un sólo continente y cuando voy a otra ciudad es por trabajo...-

-Tal vez ésta sea su nueva oportunidad para tener de verdad un reto ¿no le parece, señor Frost?

-Sólo Jack- 

-Bien, Jack, quizá ésta oportunidad la vea usted como un viaje de trabajo pero no creo que sea así. Como usted dijo, hay que explorar nuevos lugares y tomar riesgos, retos que nos hagan disfrutar la vida antes de que se nos acabe - 

-¿Antes de que se nos acabe? ¿Cómo disfrutar si ni siquiera sabemos cuándo vamos a morir? - ella se encogió de hombros

-Yo digo que cada día que hay, es una nueva oportunidad que hay que aprovechar al máximo - dijo ella, Jack sólo asintió repetidas veces. Elsa se levantó de la banca y le extendió  la mano - ¿Me acompaña a dar unas vueltas al rededor del lugar? Quiero caminar un poco - Jack sonrió y tomó a la chica de la mano, luego, cuando se incorporó, ella tomó el brazo de Jack - Bien, detective Frost, he oído hablar mucho sobre su vida profesional pero no sé nada de lo personal...-

-Señorita Elsa, ¿está intentando persuadirme para que le cuente sobre mi vida?- la chica se rio

-Usted es el detective aquí, así que ya debería saberlo -

-Bien...sí, tengo una hermana menor que se acaba de graduar como enfermera y mis padres son contratistas -

-Usted se salió un poco de todo eso...

-Siempre me han gustado los retos - 

-Eso ya lo he notado - dijo ella - ¿Va a ver al Señor Norte?-

-Por supuesto, es mi jefe - ella lo miró con una sonrisa de lado

-Bien, en cuanto lo vea le dice que le mando saludos y que espero ir a verlo muy pronto-

-Si me permite preguntarle...¿cómo es que lo conoce? Él no va mucho a Europa -

-Mi familia es reconocida, es todo - respondió con simpleza. Jack se sentía intrigado pero no indagaría más en el tema.

El castaño volvió a observar a su alrededor, una chica de cabello naranja trenzaba su cabello de manera nerviosa mirando al océano y cuando un chico rubio se le acercó para tomarla por el brazo ella se sobresaltó, pero, enseguida le sonrió  .

-¿De qué es su empresa?- la platinada iba a responder pero una tercera voz los interrumpió

-Señorita Marie, le mandan esto - el chico le entregó la carta y se fue, dejando a los chicos solos

-Tienes admiradores en todos lados ¿eh?- preguntó el castaño burlón, ella lo miró mal y negó

-En realidad es de una amiga, pero al rato le contestaré - dijo con calma

-Entonces tenemos algo de rato para platicar ¿no te parece?- ella negó

-Podríamos ver sólo el paisaje...hay que memorizarlo antes de no volver en mucho tiempo - Jack sólo asintió-

Tenía 27 años, en los cuales, en ninguno se había preocupado por tener pareja ni nada por el estilo porque estaba dedicado al 100% en su trabajo pero al estar con esa platinada se sentía tranquilo y con libertad de hablar con ella, la daba una sensación de tranquilidad que le gustaba, pero, debía pasar todo el tiempo posible con ella porque sabía muy bien que no la volvería a ver...¿o sí?