Epílogo

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Las puertas de aquel edificio eran gigantes, eso nunca dejaba de sorprender al castaño que entraba al lugar con prisa.

—Buenos días, Jack.— Rapunzel le sonrió cuando pasó por la recepción

—Hola — le dijo, tenía algo de prisa, se le había hecho tarde por el trabajo y le había prometido estar ahí para apoyarla. Cuando llego al salón se sintió aliviado, pero, aún no podía encontrar a la chica...

—¿Buscas a alguien? — Anna le sonreía — Te estuvo esperando pero, tuvo que ir a ver unos asuntos pendientes...

—Lo siento, se me fue el tiempo...

—Eso lo sabemos bien, siempre te pasa — y no mentía, hacía tres que se había dado una oportunidad con Elizabeth y debía admitir que se sentía feliz con ella, se complementaban. Había sido difícil en un principio debido a que vivían en diferentes ciudades, Jack fue quien pidió un cambio a Disney para que ya no tuvieran problemas, el castaño había logrado llevarse con la familia de ella y con sus amigos. Ahora, estaba en la empresa Arrendelle, era el aniversario de la misma.

—Hey, Frost — Hans apareció entre ellos con una gran sonrisa en el rostro y una rubia siguiéndolo — Quiero presentarles a Astrid, mi novia — el chico había unido las empresas Black con los Arrendelle y Elizabeth era la encargada de dirigir ambas, él había quedado como el vicepresidente de ellas.

—Un gusto, Jack Frost — se presentó el castaño

—¿Frost? ¿Usted es el mejor detective de América y Europa? — preguntó la chica sorprendida, él asintió — He oído mucho sobre usted, lo admiro.

—Me alegra escucharlo...

—Quiero preguntarle algo...

—¡Jack! — la platinada abrazó al chico por los hombros — Creí que no vendrías...

—¿Y perderme tan maravillosa fiesta hecha por mi novia? Ni hablar. — Elsa sonrió al escucharlo, el chico era un encanto.

—Hola — Mérida llegó a donde todos se encontraban con una sonrisa, cierto castaño la acompañaba —Elsa, muchas felicidades — la abrazaron. En poco tiempo, la platinada había logrado que las empresas rindieran muy bien y ahora, les iba de maravilla, claro, tuvo unos problemas pero, siempre tuvo apoyo.

—Gracias, chicos. Creí que no iban a venir...

—¿Y perdernos todo esto? ¡Claro que no! — Mérida se veía feliz, Hiccup seguía trabajando para Sandman pero tenía un par de meses de vacaciones que disfrutaba al máximo con su pareja, aquella peli roja.

—Jack — Anna lo llamó en bajo — ¿Ya le dijiste? — el chico negó — ¿Y qué esperas?

—Lo haré hoy ¿sí? Tranquila...

—Me emociono mucho por mi hermana, es todo

—¿Qué tanto hablan ustedes dos?— Anna y Jack se miraron entre ellos, no sabían qué decirle a la platinada

—Nosotros...

—Elsa, debemos ir un rato con los colegas — Hans arrastró a la chica lejos de ellos y luego los miró con una sonrisa, les había salvado

—Eso estuvo cerca — dijo Anna

—Jack Frost — habló Gothel — Necesito hablar con usted, por favor — Jack siguió a la mujer a un lugar algo apartado de los demás, donde podían hablar sin tanto ruido — Sé las intenciones que tiene con mi sobrina.

—Prometo que no voy a dañarla, realmente la quiero y me importa mucho ...

—Eso lo sé perfectamente, ambos están enamorados y le agradezco — Jack la miró confundido, no entendía nada — Usted, mejor que nadie sabe por lo que Elizabeth pasó y fue muy difícil para ella superarlo, creía que nunca iba a poder tener una relación...pero, cuando usted lleg'a su vida, corrijo, a nuestras vidas, ví una esperanza para mi sobrina y sé que la hace feliz...

—Yo...

—Sólo quiero lo mejor para ella y estoy segura de que usted podrá cuidarla — dijo sonriendo. Jack también se contagió por su sonrisa

—Se lo agradezco mucho — se fue a buscar a la platinada, sonrió al verla hablando con unos compañeros. Ella había cambiado y había logrado abrirse de nuevo, eso le gustaba al castaño. Fue hasta donde ella estaba y la tomó por la mano — Disculpen, necesito hablar con ella — se la llevó del lugar y cuando se apartaron de la gente, Elsa estaba sonriendo

—¿Qué pasa?— sabía cuando Jack tenía u ocultaba algo. Ahora era uno de esos momentos.

—Quiero hablar contigo sobre algo...

—Dime, te escucho — sus ojos brillaban, el castaño sabía que hacía lo correcto, lo sentía.

—Sabes que nos conocimos en unas circunstancias algo...extrañas. Pero, realmente me gustó conocerte y pasar momentos maravillosos contigo, señorita Elizabeth — ella rodó los ojos divertida

—¿Qué quiere decir con todo esto, detective Jack? 

—Quiero decir que creí que toda mi vida me iba a dedicar a mi trabajo y ya, sólo eso. No pensé meterme tanto en una relación hasta el punto de necesitar estar todo el tiempo con otra persona porque la amo mucho...— sacó una pequeño y precioso anillo y le sonrió a la platinada que estaba sorprendida — Elizabeth Arrendelle ¿te gustaría casarte conmigo? — la chica sonrió y asintió varias veces

—Sí...— Jack la besó con ternura, que ella aceptara lo hacía sentirse como el hombre más feliz del mundo —Te quiero mucho

—Yo también te quiero mucho, no imaginas cuánto

—¡Ah! — Anna apareció con su esposo y sus amigos y abrazó a la pareja — Muchas felicidades, sé que serán muy felices juntos...

—Frost — Eugene le sonrió un poco — Espero que la cuides mucho

—Lo haré, no te preocupes.

—Espero estar en su fiesta de compromiso — dijo Hans burlón tomando a su novia de la mano

—No lo dudes, Hans — dijo la platinada

—Detective Jack ¿puedo preguntarle algo?— el chico asintió —¿Alguna vez tuvo un caso muy difícil? ¿Uno que fuera el más difícil de todos? — Su mayor y único reto había sido el de hace unos años en el tren de Sandman.

—Fue cuando conocí a Elizabeth...no sabía si estaba enamorado o no. — Fue todo lo que respondió. Había ido a América por una oportunidad de trabajo y a buscar un reto, lo consiguió en cuanto llegó al país y vaya que había sido un enigma.

Su vida había cambiado bastante desde ese caso, para beneficio de él y de los demás, era un secreto que sólo ellos conocían y que nadie más sabría. Aprendieron una cosa importante: a veces es bueno confiar en los demás. 



***

Agradezco que se hayan tomado el tiempo en leer mi historia, fue la primera de suspenso que escribí inspirada en "El asesinato en el Expreso de Oriente", la película se las recomiendo mucho y el libro es mejor. Me causaba gracia leer sus comentarios, me motivan a seguir escribiendo.

Los invito a pasarse por mis demás historias, si quieren leer otras de misterio tengo: "¿Dónde está Elsa?" y "Who's the killer?".

Don't trust no one Donde viven las historias. Descúbrelo ahora