Mean Phiravich solo quiere vengarse del Plan adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Plan...
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Con el pasar de los años, Mean Phiravich había heredado el bufete de abogados de su padre, quien había decidido irse a vivir cómodamente en alguna ciudad de lujo en Estados Unidos, por lo que el joven tenía todo el dinero y poder para hacer lo que quisiera.
No tenía más familia, para él su madre había muerto, era hijo único y ni loco le dirigiría la palabra al nido de víboras que tenía como tías, que desde pequeño lo habían tratado hipócritamente sólo para obtener algo a futuro.
¿Amigos?, no, no tenía ni uno solo, para él las personas solo eran peones para obtener su satisfacción personal, solo escalones para impulsar su camino al éxito como abogado.
Solía tener una rutina establecida, despertar, desayunar en compañía de la única persona que toleraba, ir a trabajar hasta tarde, regresar a casa y dormir.
Esa era su vida, una y otra vez.
Mean era una persona práctica, odiaba relacionarse con nuevas personas, odiaba el interés que ponían a su apellido, odiaba que sólo se acercarán por su dinero.
Justo en ese momento se encontraba en su magnífica oficina en el último piso de uno de los edificios más lujosos de Bangkok, había estado leyendo los documentos de un caso importante y sus piernas estaba más que adormecidas, por lo que se puso de pie y luego de estirar sus extremidades, camino hasta el precioso ventana de cristal para admirar el atardecer.
Suspiró cansado, a esa hora el chico Rathavit debía estar ya en su casa, buscando la forma de pagar una deuda que el propio Mean sabía, era completamente imposible pagar.
Podría sonar muy inmaduro e incluso cruel, pero él realmente quería hacerle pagar por haberlo juzgado sin siquiera conocerlo, aunque habían pasado ya varios años aún guardaba rencor por Plan.
Según se había enterado Plan había sido una persona muy productiva, había aprendido el arte de la gastronomía, era sociable, amaba a su familia y amigos.
Tenía un extremo carisma y era querido por todos los que lo rodeaban.
Todo lo contrario de Mean.
Y eso lo hacía detestar lo un poco más.
Plan era como su caja de Pandora, su recordatorio de que una vez casi entrega su corazón, y sobre todo una prueba que que tenía razón ; las personas eran malas, solo jugaban, eran falsas y sólo se dejaban guiar por los comentarios.
Plan había dicho que era sólo un "pobre chico sin amor", criticando lo duramente pero sin conocerlo y eso era lo que enfureció a Mean.
Oh, Él le enseñaria a Plan lo que era verdaderamente no tener amor.
Lo que era sentirse solo.
Mean Phiravich estaba decidido a hundir a Plan y a toda su familia interesada.
