Mean Phiravich solo quiere vengarse del Plan adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Plan...
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---¡PLAN! --- Con su corazón latiendo a toda potencia y sin importar los fragmentos de concreto y vidrio se adentro en la habitación, haciendo un esfuerzo por respirar a causa de la nube de polvo que se había levantado.
La ventana estaba completamente rota, los pequeños fragmentos estaban dispersos, habían incluso llegado a cortar su brazo con el que se había cubierto el rostro cuando todo había pasado, lo que hizo que se preocupara por el estado del chico.
Le encontró en sobre el colchón con los ojos cerrados y con sus manitas hechas puño, su cara estaba llena de cortadas y podía ver un camino de sangre hacer un recorrido desde su cabeza hasta el colchón que estaba completamente sucio.
---Ve por Saint.---Dijo Mean a la señora Mei que seguía en la puerta sorprendida del atentado, ya que había estado detrás de su jefe no tenía rasguño alguno pero su cabeza estaba hecha un lío, pues no se movió ni un milímetro de su sitio, viendo con ojos abiertos la escena-¡VE POR SAINT AHORA!.
Automáticamente la mujer salió disparada al cuarto del menor, mientras Mean revisaba el estado de su esposo, no tenía cortes profundos en el rostro pero sí tenía varios en el brazo y de su cabeza salía una cantidad preocupante de sangre, fue corriendo al baño para tomar una toalla con la hizo presión sobre la herida, dándose cuenta de que tenía que llevarle al hospital de inmediato.
Levantó con cuidado el cuerpo de Plan, sorprendiendose al darse cuenta lo ligero que era, salió de la habitación al mismo tiempo que Saint quien abrió los ojos al ver el estado de Plan.
---Luego te explico, necesitamos llevarlo a emergencias---bajo las escaleras con rapidez mientras el menor le seguía el ritmo pasos atrás, agradecío haber estado en la alberca minutos atrás, pues estaba despierto y consciente, todo lo contrario a que hubiese estado dormido.
Estando a la espera que el chófer llegará a la puerta, con los nervios a flor de piel y con el menudo cuerpo entre sus brazos, Mean se permitió mirarlo, sus párpados hinchados, la nariz roja y se preguntó si había estado llorando.
Sintió algo caliente mojar su camisa sorprendiendolo, si le preguntaran podría jurar que su alma se había desprendido de su cuerpo cuando noto no sólo su ropa, también la pijama de abejas teñirse de rojo con rapidez en el costado izquierdo de Plan.
---¡DONDE ESTA EL ESTÚPIDO CHÓFER!.---Segundos más tarde apareció el auto que generalmente usaban para transportar a Saint al colegio, un sudoroso hombre estaba al volante.
Con ayuda de Saint, Mean subió a la parte trasera con Plan sobre su regazo, todo parecía pasar en cámara lenta, Saint gritando al chófer para que se apurara, el auto atravesando la oscuridad de la noche y esquivando los autos que se interponian en su camino.
El abogado tenía la mente en blanco, mantenía la vista fija en el rostro que años atrás había robado su corazón, sería hipócrita decir que no le guardaba rencor pero era totalmente distinto a querer que terminará en el hospital por culpa de sus errores.
