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Al día siguiente, ni siquiera esperó a que sus hombres se levantaran, salió directamente a la comisaria, decidido a hablar con el nuevo sheriff, necesitado de información.

En cuanto llegó Susan, le recibió con una bella sonrisa y un cálido abrazo, a Stiles no le hizo falta hablar y explicar qué hacía ahí, pues ellos le dejaron pasar hasta la oficina de su difunto padre.

Las manos le comenzaron a sudar de lo nervioso que se había puesto, no supo cómo actuar, el corazón le palpitó con rapidez y estaba casi seguro de que un ataque de pánico iba a comenzar. Parrish se dio cuenta de la situación y abrió la puerta dejando que el castaño entrara.

El olor a pudín de manzana le inundó los sentidos y sintió que en cualquier momento las lágrimas saldrían descontroladas, enfocó su vista en Parrish, quien le miraba con una clara mueca de preocupación. Necesitó respirar hondo tres veces para poder calmarse un poco, aunque las manos le seguían temblando.

–Escuché que estabas por aquí, pero creí que sólo eran rumores –Parrish le sonrió dulcemente y Stiles sólo asintió con la cabeza. –Lo siento por el olor, supongo que me acostumbre a que la oficina lo tuviera y pues...me fue imposible quitarlo.

–Con que eres el nuevo Sheriff, eso es nuevo para mí. –Stiles sonrió, intentando cambiar de tema. –Supongo que Chris olvidó decirlo...

–En realidad aún no lo soy, no soy más que un suplente. –le interrumpió. –Las cosas están verdaderamente difíciles, el hijo del Sheriff desapareció hace dos meses y digamos que las cosas no han sido fáciles para él.

–¿Unico hijo? –preguntó el castaño.

–Sí, después de la desaparición su esposa falleció, la encontraron muerta en el bosque, no se sabe qué la mató, se dice que fue un puma, pero...

–Ambos sabemos que lo fue. ¿Sabes algo de Scott?

–Vino a verme el día que se fue, pero no me dijo mucho. –Parrish hizo ademán para que el castaño se sentara y él tomó asiento del otro lado del escritorio. –Dijo que debían irse, que estaban en peligro. Pero realmente no me dijo por qué o por quién.

–¿Y Lydia?

–Ella fue un poco más informativa, me platicó que los habían atacado, pero concluyó con que debían irse, que no estaban a salvo.

–Raro, ¿no?, ¿Qué sabes sobre Derek?

–No mucho, le pregunté a Scott si él partiría con ellos y dijo que no, pero no supo explicarme por qué, dijo que Peter sí los acompañaba y que después irían a buscarte. –Stiles asintió lentamente, procesando la información.

–Ayer fui al bosque y vi que los lobos están en la casa de los Hale, ¿sabes algo de eso?

–Nos enteramos porque pidieron permiso para comenzar a demoler, pero en ese entonces no tenían nada que avalara que les pertenecía la propiedad así que fue rechazada, fue hasta un mes después que presentaron un tipo acuerdo que estaba firmado por Cora y tuvimos que corroborar que la firma era verdadera y no falsificada.

–Todo me resulta muy raro Jordan, este territorio siempre fue de los Hale, Scott pertenecía a la manada, inclusive es un alfa. –Stiles se levantó de la silla y comenzó a caminar por la oficina. –No encuentro la razón exacta para no pelear.

–Si tú no la encuentras, mucho menos yo. –Stiles le miró durante unos segundos y resignado supo que no había más información ahí.

–Gracias por la información, estaremos en contacto, Sheriff.

Caminó rápido, con la preocupación zumbándole en los oídos, debían hacer algo rápido y sobre todo actuar con serenidad, pues no sabían a ciencia cierta con qué se estaban enfrentado.

-La cosa está así, la antigua manada se fue por razones que se escapan de mi entendimiento, hasta ahora sólo tenemos la ubicación de la manada, así que a partir de mañana comenzaremos a hacerles guardia, antes de mover cualquier pieza del tablero debemos saber qué estamos jugando. –Stiles estaba serio, hablando con todos sus hombres en la sala de su casa. –Lo primordial en este momento es saber cuántos lobos hay en esa casa, ya después hablaremos de la estrategia que vamos a utilizar. Por lo pronto descansen lo más que puedan, algo me dice que lo que se viene no es nada bueno.

El castaño subió a la habitación de su padre, tomó su móvil y las ansias por escuchar la voz del moreno le hicieron un nudo en la garganta.

–Derek, ¿dónde demonios estás? –susurró a la nada.

Eran casi las tres de la mañana cuando su celular comenzó a sonar, pensó en ignorarlo hasta que reconoció el sonido que estaba programado para las llamadas de Scott.

–¿Scott? –pronunció al contestar.

–Diablos Stiles, ¿Dónde estuviste todo este tiempo?

–Mejor dime dónde estás tú. –Stiles se levantó de la cama y comenzó a andar de un lado a otro.

–Estamos bien si es lo que te preguntas...tuvimos que irnos, no teníamos elección.

–¿Por qué? –la preocupación claramente podía oírse en su voz.

–Cuando te fuiste las cosas comenzaron a salirse de control. –la voz de Scott sonaba diferente, un tanto mayor. –Todo comenzó con la muerte de Jennifer, tal parece que Derek no era su única pareja, así que Fenrir llegó a destrozar todo y cuando se enteró que Derek la había matado las cosas empeoraron...

–¿Derek la mató? –le interrumpió el castaño.

–Sí, cuando no encontramos rastro de ti, nos preocupamos y no sabíamos dónde buscar, tu casa no olía más que a tristeza y eso nos tenía muy preocupados. Llegamos a pensar en lo peor ¿sabes? –su voz comenzó a sonar triste y apagada. –Fueron días duros para Derek y comenzó a atar cabos él solo, llegó a la conclusión de que esa loca te había hecho algo...y actuó por impulso.

–¿Qué pasó después? –preguntó con un nudo en la garganta.

–Fenrir llegó buscándola, no sabemos cuáles eran sus planes nos dijo que estaba buscando algo, pero en cuanto supo que estaba muerta y que Derek la había matado, comenzó lo feo. Nos atacaron en el loft y la pelea siguió hasta el bosque, Lyds casi muere, estábamos muy mal heridos...

–¿Dónde está Derek?

–Fue quien salió más herido. –Stiles sintió una corriente fría que le atravesó el cuerpo entero. –Nuestro daño fue colateral, ellos iban por él.

–¿Está muerto? –el castaño no reconoció su voz en ese momento y tuvo que sentarse en la cama para no perder el equilibrio. –Contéstame Scott, ¿murió?

–No lo sé hermano, todo pasó muy rápido, los perdimos de vista y se lo llevaron, lo último que escuchamos fue a Fenrir diciéndonos o más bien ordenando que nos fuéramos de Beacon, no sabíamos qué hacer...

–Debes regresar...no pienso dejar esto así Scott...

QUÉDATEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora