𝐍𝐈𝐍𝐓𝐇 𝐑𝐄𝐀𝐒𝐎𝐍

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Recuerdo la primera vez que hablamos, yo estaba tan nerviosa pues desde que te vi debutar por primera vez, me robaste el aliento. Tenías algo que nadie más tenía y eso lo podía sentir incluso si no te veía en persona. Eras especial y eso se notaba.

Y, quién sabe, quizá nuestro primer encuentro fue obra del destino. Me sentía tan emocionada por que ambos íbamos a la misma preparatoria. ¿Podría haber tenido más suerte que esa?

Y es que no fue solo eso, ¡Íbamos en la misma clase! Cuando vi la lista, estaba por desmayarme. Había un idol en mi clase, pero no cualquiera, era V.

Uno de los miembros de Bangtan. Y el que había conseguido mi corazón a través de una pantalla. Con tal solo verlo una vez.

Aún recuerdo como nos conocimos, fue tan cliché que maldije por varios días ese encuentro tan ridículo. Pero al final terminé por reírme y agradecer ese día infinitamente y por el resto de mi vida. ¡Gracias, destino!

Estaba corriendo hacia mi aula correspondiente, llegaría tarde y apenas era la segunda semana de clases. ¡Bien ahí, Lou!

Seguí corriendo y no pude frenar cuando llegué a la puerta. No solo no pude frenar, sino que también alguien había salido justo cuando llegué, lo que provocó que chocase con su pecho, y me hizo caer junto con todos mis libros y por consecuente, crear un estruendoso ruido.

—¡Lo siento! No vi por donde iba, en verdad, lo siento.—me disculpé y comencé a recoger todos mis libros.

— No pasa nada, yo también te ofrezco una disculpa.— en cuanto escuché la voz del chico me quedé paralizada.

¡Eras tú! Podría reconocer era ronca y profunda voz en cualquier parte.

Volví mi cabeza hacia ti y efectivamente eras tú. El aire abandonó mis pulmones y mi cara me delató.

— ¿Tienes fiebre?— tocaste mi frente— Estás ardiendo.

De acuerdo, fue difícil no malinterpretar tus palabras, por lo que me puse aún más roja.

De repente sentí un ligero ardor en mis rodillas y las miré.

Mierda.

— ¡Dios, lo siento tanto!— exclamaste al ver mis rodillas ensangrentadas.

De repente la puerta del aula, que se encontraba justo a un lado de nosotros, se abrió, dejando ver a nuestro profesor de literatura.

Carraspeó sonoramente.

—¿Sucede algo, jóvenes?— preguntó con una ceja enarcada.— dentro del aula se escucha su conversación.

— Esta chica se ha caído por mi culpa y me temo que como he sido yo el responsable, tendré que llevarla a la enfermería y atenderla. Siento las molestias.— dijiste y me pareció un gesto tan lindo.

El profesor regresó al aula y recuerdo que me cargaste como si fuera una princesa. ¡Moría de la vergüenza!

Me llevaste hasta la enfermería y me dejaste sobre una cama. Comenzaste a buscar cosas para atenderme.

— No tenías por que hacerlo... — murmuré y reíste.

— ¡Claro que sí! Te tiré, además, olvidé tus libros en el suelo, espero que alguien sea considerado y los dejé sobre tu escritorio.— contestaste y regresaste hacia mí con todos los utensilios.

— Vas a perder clase.— dije y asentiste.

— En parte también te traje para perder clase, no me gusta literatura, además, es lo menos que puedo hacer.— dijiste y comenzaste a colocar un poco de alcohol en algodón.— Por cierto, Soy Taehyung.— me miraste con una sonrisa.

— Lo sé...— susurré.— Soy Lou.— me presenté de igual manera.

— Es un placer conocer a una señorita tan bella.— sonreíste mientras dabas pequeños toques con el algodón en mis rodillas.

Sigo sintiendo algo de vergüenza al recordar eso, era el primer día que hablamos y ya estabas haciendo de mi enfermero.

Eras encantador. Tan encantador que toda la escuela te amaba, tanto alumnos, como profesores. A pesar de ser alguien tan reconocido, eras realmente humilde y eso fue algo que nunca se esfumó de tu esencia. Nunca dejaste que la fama se subiera hasta tu cabeza.

También recuerdo cuando me dijiste que te gustaba. ¿Yo gustarle a un idol extremadamente guapo? Creía que era una especie de broma o algo así pero segundos después confirmé que era cierto. Era el día más feliz en años.

— Lou, me gustas.— dijiste al tiempo que te sonrojabas.

¿Era broma, no es cierto? El color subió a mis mejillas pues lo dijiste frente a toda la escuela, gracias a Dios todos estaban tan shockeados, al igual que yo, claro está, que ni siquiera se molestaron en sacar su celular y filmar.

— ¿T-taehyung?

— ¡Por favor, sé mi novia!— gritaste, un poco temeroso.

Me tendiste un hermoso girasol. Lo habías sacado detrás de tu espalda y yo ni siquiera me había dado cuenta por los nervios que ahora mismo estaba sintiendo.

Estaba muda, no podía hablar. Me acerqué a paso lento hacia ti y te abracé con fuerza.

— Te quiero.— te dije y hundí mi cabeza en el hueco de tu cuello.

Era la primera vez que le decía a un chico eso. Y lo decía en serio. Contigo sentía como si fueras el primero en haber tocado mi corazón.

Por que cada segundo que pasé contigo merecía realmente la pena y me hacías sentirme viva. Por que cada día que pasé a tu lado me sacabas una sonrisa.

Te abrí mi corazón y lo abrazaste, tú me abriste el tuyo y también lo abracé.

Sentía como si antes de ti no hubiera habido nadie. Como si fuera la primera vez que sentía a las palabras "Te quiero" salir del lugar más recóndito de mi corazón. Y de mi alma también.

Desde el fondo de mi corazón, Taehyung, hago esto para ti. Por que aún después de todo, te amo y lo seguiré haciendo.

La novena razón por la que te amo es por que tú me enseñaste lo que es querer de verdad.

Reasons.|Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora