Take on me [Gilbert Blythe] Temporada 2 de (ADORE YOU) TERMINADA

7. Ningún derecho

Sara's POV

Ya había pasado una semana desde la muerte de mi madre. Una semana que había cambiado completamente mi vida.

Los Cuthbert se habían convertido en una familia para mí, y ya no había silencios incómodos en las comidas.

Diana, Ruby y Cole me habían ayudado muchísimo. Habían conseguido darme a entender que la vida era así, y que ya no podía hacerse nada.

Ahora mismo acababa de levantarme.

Bajé a la cocina y ayudé a la señorita Cuthbert a preparar el desayuno.
Después llegó Matthew y los tres nos sentamos.

-¿Volverás hoy a la escuela?- me preguntó Marilla. Llevaba faltando una semana.

-Si, creo que ya va siendo hora- respondí.

-Me parece una buena idea, si estás preparada-

-Lo estoy- sonreí.

Al acabar de desayunar, cogí mis libros y fui a la escuela. A medio camino me encontré a Diana, y después a Ruby y Cole.

Cuando llegamos a la escuela, muchos me miraban, pero también pude notar un círculo de chicos, como si hablaran de sus cosas.
Al principio caminé con normalidad hacia mi pupitre, pero entonces Moody se apartó, abriendo el círculo, del cual salió

Gilbert Blythe.

Él se puso delante mía, medio sonriendo, pero yo no me lo podía creer.

-Sara-dijo-He vuelto-

Negué con la cabeza y salí de clase.

¡¿Quién narices se cree que es?!

-¡Sara!- le oí llamarme mientras corría hacia mi-¡Sara espera!-

Cuando estábamos en mitad del bosque me alcanzó. Me cogió del brazo y me hizo mirarle.
Yo estaba llorando.

Él me había abandonado cuando más le necesitaba. No estuvo aquí cuando mi madre murió.

-Sara déjame explicarte...-

-¡No!- le corté, llorando- ¿¡Por qué has tenido que volver ahora!? ¡Todo iba mejor!-

-¿Eso crees?-

-¡Claro que sí! ¡No tienes ningún derecho a volver ahora! ¡Me abandonaste!-

-No es así, Sara, y lo sabes-

-No lo sé, Gilbert. Lo único que sé es que no soy una, ¡maldita estación de tren! Para que tú estés entrando y saliendo de mi vida cuando quieras. ¡No puedes hacer eso!- Le empujé- ¡No puedes irte y volver cuando te apetezca!- otro empujón.

-Vamos, Sara....-

-¡Cállate!- yo seguía empujándole- ¡Por Dios cállate!- entonces empecé a golpearle con más fuerza. A él no le dolía, claro, pero yo tenía que desahogarme -¡Te odio!-

-No, no me odias-

-¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!- Ahora los puñetazos se transformaron en pequeños golpes, sentía tanta rabia que no podía hacer más que llorar- ¡Me lo prometiste! ¡Me prometiste que estarías conmigo! ¡Pero mi madre murió y tú no estabas!-

-Lo siento muchísimo, pero eso es algo que no puedo arreglar...-

-¡No estuviste conmigo!- seguía golpeándole, me dolía mucho volver a verle cuando estaba a punto de superarle- Y Charlie si...-

-¿Charlie? ¿Charlie Sloane?-

-¡Te odio!-

Entonces dejé de golpearle y me aparté un poco de él. A un metro.
Le miré a los ojos, también cristalizados, y tuve miedo. Tuve miedo porque no controlo mis sentimientos tan bien como creía.