Joaquín fue engañado y traicionado y jamás podrá olvidarlo o tan siquiera perdonarlo, y no sólo tiene que vivir con la traición sino con el desprecio de su propia madre, sólo porque es gay.
Ya no cree en el amor, juró no volverse a enamorar para no...
Me encanta España. Pero más sus hombres. Llevo ya un mes aquí y en todas mis noches un guapísimo hombre y un buen orgasmo me acompañan. Y justo esta noche me acompaña Fabio, un español con un cuerpo esculpido por los mismos dioses. Mis ojos estaban disfrutando tanto de verlo solo en bóxer, caminando por la cocina de la habitación con su pelo medio largo todo revoloteado. Mejor que ver porno.
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Pero eso no es lo que me tiene tan feliz sino que mi plan ya salió a la perfección.
Mi lindo Joaquín ya estaba soltero de nuevo y el baboso de Emilio con un hijo que ni siquiera era suyo.
Lo bueno de follarse a un enfermero y a un doctor es que si los dejas bien complacidos te harán el favor que quieras, como por ejemplo cambiar el resultado de paternidad que se hizo el ingenuo de Emilio.
Encontrar a Aída por otra parte fue difícil pero lo logré, sabia que ese tonto de Emilio tenía un pasado que quería olvidar. Y estaba seguro que eso no se lo había contado a Joaquín, usé eso a mi favor y ahora están separados.
Escucho que tocan la puerta y me sacan de mis pensamientos, le pido a Fabio que me espere en la cama y me es imposible no mirar sus perfectos glúteos mientras voy a abrir la puerta.
- ¿Qué hace Mauricio aquí? – me pregunta David apenas abro la puerta.
- Pero si son mis dos hombres favoritos, pasen por favor – les digo y regreso mis pasos para sentarme nuevamente en el sillón.
- ¿Ya me vas a explicar? – me vuelve a preguntar David quien señala a Mauricio, el cual me quedo viendo divertido pues tiene dos grandes moretones en su rostro.
- ¿Joaquín te dio esos golpes? – le pregunto con burla.
- Fue su novio... o mejor dicho su ex-novio – Mauricio se va a la cocina y saca una bolsa de algo congelado para colocárselo en su rostro.
- ¿A él también lo meterás en tu tonto plan? – sigue David con sus preguntas mirándome serio y con los brazos cruzados.
- Mi tonto plan, el cual ya funcionó. Joaquín por fin terminó todo con el tal Emilio y ahora tengo el camino libre.
- Cuando los dejé pude ver de lejos que se estaban peleando, le pedí al taxi que regresara y los vi llorando a los dos. Joaquín lo dejó, estaban muy mal la verdad y pues yo me vine para acá – mi sonrisa no podría ser más grande con lo que me cuenta mi querido Mauricio que luego se despide – bueno pues me voy, cualquier cosa me llamas Andrés.
David y yo nos quedamos solos y pensé que se iba a alegrar pero su rostro era más de enojo que de felicidad.
- ¿Por qué has hecho todo esto Andrés? ¿para arruinar la vida de Joaquín, para hacerlo sufrir? ¿Para qué?
- Porque quiero que Joaquín vuelva a hacer solo mío, por un jodido error lo perdí y lo quiero de nuevo en mi vida ¿Qué no puedes entender eso? – me pongo de pie y me pongo solo a centímetros de David, siempre la misma pelea, ya me tiene harto.
- Yo perdí mi amistad de años con Joaquín por ti y ¿ahora me dices que lo quieres a él?
- Ya te lo dije antes David, a ti no te quiero, no te amo y nunca lo haré. Tú eres solo para pasar un buen rato en la cama y ya, no me vengas con que seremos pareja porque yo jamás te lo pedí y creo recordar que lo dejamos bien claro. Ahora largo de aquí que me están esperando en mi cama.
Dejo a David de pie en el salón y yo me voy a mi habitación, escucho que la puerta se cierra con fuerza unos segundos después pero no me importa. Joaquín volverá a ser mío, haga lo que haga pero será mío. Pero ahora a disfrutar con Fabio.
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Joaquín.
- Llevas una semana así Joaco, hoy llego y te encuentro en el suelo llorando ¿Qué es lo que te pasa? Dime por favor – Renata se sienta frente a mí en mi cama.
No le había dicho nada porque me estaba guardando todo, ni siquiera sabe que con Emilio ya no habrá nada y menos sabe que él será papá. No quería que mi hermana sintiera pena nuevamente por mí, ella me apoyó cuando pasó lo de Andrés, lloró conmigo y muchas veces me vio con lamento, pena, compasión y no quiero eso otra vez.
- Te he visto llorar varias veces en está semana y no te dije nada, pero hoy me asusté Joaco, por favor cuenta que te pasa.
- Emilio... él... él será papá, Ren – aunque me debería dar risa la expresión de asombro que tiene mi hermana, pero ni una mueca me sale, sabía que iba a reaccionar así – hace una semana lo supe por eso estoy así. Hoy vi a Emilio y hubo una pelea, no terminó bien como habrás visto y pues ya no pude contenerme más.
- ¡Pero que hijo de puta! ¿¡desde cuando lo supo?! ¿¡por qué te lo ocultó?! Seguro la tipa esa, la mamá es una puta también.
- No me ayudas con eso Renata – me acuesto en la cama y mi hermana se echa a mi costado – lo supo dos días antes que yo, según él no me lo dijo porque tenía miedo a perderme. Fue el día que pasamos todo un día juntos y fue el día cuando hicimos el amor en la playa.
- ¿Qué ustedes qué? Oh hermano, no lo puedo creer – Renata se tapa la boca con ambas manos.
- Creo que esa es la parte que me afecto más – los dos nos quedamos viendo hacia el blanco techo, sin decir nada por varios minutos.
Hacer el amor con Emilio, me hizo sentir cosas que nunca antes había sentido, ni con Andrés sentí algo igual. Me entregué a él con amor y pasión y sé que Emilio hizo lo mismo.
- ¿Tú lo amas no es así? – mi hermana se coloca de costado y yo sigo viendo el techo, porque si la veo a los ojos me echaré a llorar de nuevo.
- Lo amo tanto que duele Ren. Lo amo y por eso lo dejé para que esté con su familia, con ese bebé que no tiene la culpa de nada.
Me hubiera gustado tanto que esa familia sea la nuestra, que ese bebé sea nuestro después de haber pasado meses para poder adoptarlo. Es lo que más deseaba, una familia junto a Emilio, pero los sueños y deseos en esta vida no se hacen realidad, no siempre al menos.
- ¿Por qué traes el labio roto de nuevo? ¿Fue Andrés? – me toco el labio pero alejo mi mano al instante, me arde y tengo sangre, creo que ahora si se pasó Emilio con la mordida – él estuvo aquí en la mañana.
- ¿Qué? ¿Qué hacia aquí? ¿para qué vino? – me levanto de la cama.
- Quiso entrar a la casa pero no lo dejé, quería hablar contigo pero le dije que ya estabas trabajando. Tenía algo raro, en su mirada no sé cómo describirlo.
- Si vuelve a venir ni le abras la puerta. Ese hombre no entiende cuando lo mandan a la mierda.
Si no es en el trabajo, es en mi cada, lo odio, odio a Andrés. Tres años me dejó en paz y ¿ahora nuevamente quiere joderme la vida? A buena hora David se metió con él o sino yo seguiría con un loco.
- Te dejo dormir hermano y tal vez lo que voy a decirte no sea bueno en este momento pero, Emilio te ama igual que tu a él, lo vi en sus ojos, en su forma de tratarte. Y yo sé que ustedes volverán a estar juntos, así sea con el bebé. Te amo hermano.
Le doy un beso en la cabeza a mi hermana y le agradezco, todo esto es difícil pero me alegra tenerla a ella.
