Integrantes nuevos, sorpresas y una noche especial
Las lágrimas solo estaban fluyendo por mis ojos sin poder detenerlas, por fin los tenía en mis brazos, por fin después de tantos meses, de haberlos planeado y hablado. No podía dejar de verlos, de apreciarlos, de ver sus perfecciones. No podía creerlo, estaba en un trance que el único que me pudo sacar fue el beso que me dio Emilio.
- Hey, ¿estás bien? – volteo a verlo y le muestro una sonrisa para no preocuparlo, pero las lágrimas aún están mojando mis mejillas y eso no ayuda mucho.
Pero es que no puedo controlar todos estos sentimientos que estoy sintiendo descontrolados en mi pecho.
- Nuestros hijos Emi, por fin podemos tenerlos en nuestros brazos, después de tantos meses de espera. – le digo y siento como mi voz está tan quebrada que Emilio vuelve a darme un beso en la cien para calmarme, después de tantos años de estar juntos, sabe que un beso en la cabeza es algo que me gusta mucho y que me calma.
Sabía que me pondrían así el día que tenga a nuestros hijos en mis brazos. Fue una decisión que en serio ya la tenía clara desde hace mucho tiempo, además ya teníamos a Raúl y a Valeria con nosotros, ellos ya eran adolescentes, él con 16 años y ella con 15 años, además nos apoyaron cuando les contamos la idea que teníamos. Aunque ellos no llevan nuestra sangre los amamos como si fueran nuestros hijos biológicos, y daríamos la vida por ellos, siempre. Pero quería tener al menos un bebé de mi o de Emilio, y cuando se lo comenté a Emilio él estuvo muy entusiasmado y feliz con mi idea.
Empezamos a buscar alguna manera hasta que lo encontramos, y entonces conocimos a Nadia, era una chica joven, nueva en la editorial dónde trabajo. Cuando se hizo más amiga de nosotros le contamos nuestra idea y se ofreció para ser vientre de alquiler de mi bebé, hablé con ella y le pregunté muy seriamente si hablaba en serio lo que nos había ofrecido y cuando me dijo que sí, sentí que todo estaba a nuestro favor para poder tener a mi bebé. El día en que se hizo todo el procedimiento estábamos muy nerviosos y asustados, al menos yo lo estaba, y así tuve que esperar hasta el día necesario para hacerse la prueba y saber si estaba embarazada y cuando ví esas dos rayitas en la prueba no podía controlar esa felicidad y a la vez miedo de todo literalmente.
Creo que en todo el proceso del embarazo el que estuvo más con ella fui yo, Nadia y yo nos volvimos muy cercanos y hablábamos de muchas cosas, planes para cuando naciera el bebé, lo que haríamos y muchas cosas más, hasta que me sorprendió un día su respuesta; aunque ella me estuviera haciendo el favor de tener a mi bebé quería que ella estuviera en su vida, lo estaba llevando en su vientre y no quería que sintiera que solo la estaba usando, pero Nadia me dijo que no era necesario que hiciera eso, que ella siempre tendría un cariño especial por el bebé y que no le importaría que cuando creciera supiera que ella lo tuvo en su vientre, pero que no estaría en toda su vida ya que se iría apenas este recuperada y que el bebé este estable.
Le pregunté el por qué y me dijo que era por su futuro esposo, nos había hablado de él muy poco y era porque siempre estaba de viaje y que venía por pocos días y que ya no aguantaba más eso porque lo extrañaba mucho. Estaban ya cinco años juntos y él se fue porque ella no iba a permitir que dejará un trabajo por el que tanto trabajó solo por ella, entonces él viene a verla cada tres o cuatro meses y ese par de días son muy felices y a la vez tristes porque aunque la pasen juntos saben que en cuestión de horas se tendrían que separar.
Un día su novio le pidió que se fuera con él y ella ni siquiera lo pensó le dijo que sí. Cuando le dijo que ella daría a luz a mi hijo, su novio se sorprendió pero la apoyó totalmente y cuando Nadia me contó su loca historia de amor con él, supe el porque la distancia era solo una piedrita en sus caminos que con solo patearla a un lado ya no interferiría en sus vidas ni en su objetivo de estar juntos.
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Por Ti Volví A Creer *Emiliaco* (Adaptación)
FanfictionJoaquín fue engañado y traicionado y jamás podrá olvidarlo o tan siquiera perdonarlo, y no sólo tiene que vivir con la traición sino con el desprecio de su propia madre, sólo porque es gay. Ya no cree en el amor, juró no volverse a enamorar para no...