Por Ti Volví A Creer *Emiliaco* (Adaptación)

Capítulo 10

Malditas sorpresas

Emilio

Quería que Joaco aceptara mi petición, tenerlo junto a mi toda la noche, no necesariamente durmiendo era lo que más deseaba. Vi como abría y cerraba su boda un par de veces intentando responderme y como sus mejillas tomaban un toque carmesí, que por cierto a mí me encantaba cuando se ponía nervioso y todo sonrojado.

Si mi hermana ni hubiera llegado temprano, ahora mismo tendría a Joaco en mi cama y como dije antes no necesariamente durmiendo.

- Si... – escucho que me dice Joaco pero como lo dijo casi en un susurro me acerco más a él quedando a solo un par de centímetros y siento como su respiración se acelera un poco.

- ¿Aceptas? – le pregunto y no puedo evitar quedarme viendo sus labios.

- Me quedo Emi – me vuelve a decir en un susurro y acorto los pocos centímetros que nos separaba, le doy un beso en la mejilla y luego en la comisura de sus labios y por último me voy a sus labios para sujetar su labio inferior y morderlo suavemente y jalarlo un poco, lo que hace que Joaco gima en alto, tan solo oírlo siento como algo en mi interior se prende.

Lo agarro de la mano y lo llevo a mi habitación, él ya había estado ahí antes pero estaba ebrio y no pudimos disfrutar el momento.

Sino tuviera control, ya me hubiese tirado sobre Joaco apenas puso un pie en mi habitación pero tampoco quería que pensará que estuviera desesperado; aunque realmente si lo estoy y más teniéndolo frente a mí con ese tierno sonrojo en sus mejillas.

- Cuando estuve aquí y me quedé a dormir, tu solo tenías una toalla puesta al día siguiente – me dice Joaco sentándose en mi cama – y luego... se te cayó.

- ¿Y te gustó lo que viste? – le pregunto burlón. Me siento a su lado.

Joaquín asiente lentamente y nuevamente sus mejillas toman ese tono carmesí que me vuelve loco, no aguanto más y lo beso, y en cuanto choco mis labios con los de él, estaba dispuesto a no detenerme. Me sentía morir de deseo de imaginarlo en mi cama, tenerlo jadeando bajo mi cuerpo, estar piel con piel con él. Pero no solo quería imaginarlo, quiero que pase aquí y ahora.

Joaquín en un movimiento rápido se sienta en mi regazo con cada pierna a mi costado y me echa en la cama, luego me sube la camiseta y sus besos pasan a mi pecho, bajan por todo mi abdomen y se estaba yendo mas hacia el sur pero lo detuve y ahora era yo quien estaba arriba de él, hice lo mismo de subirle la camiseta pero se la termine quitando, lo besé en los labios, luego bajé a su cuello, pasé por su clavícula y di unas pequeñas mordidas cuando llegué a su pecho, después en su abdomen y cuando Joaco suelta unos gemidos siento como mi entrepierna empieza a despertar, oírlo gemir era lo mejor en esta vida.

Nuestros besos y caricias eran con tanto ímpetu, con tanta pasión que no nos importaba nada, no queríamos detenernos. Cada roce que tenían nuestras pieles y miembros nos sacaba gemido tras gemido pero mi concentración no estaba solo en Joaco.

Recordar como Aída vino a mi casa ayer la preocupación y el miedo me invade. No la recordaba, no la había visto desde hace seis meses en esa fiesta. Verla nuevamente y con su vientre de embarazo... quedé en shock y supe que no venía a nada bueno.

Que me diga que estaba embarazada de mí, sentí que todo se desmoronaba y en lo primero que pensé fue en Joaquín. Cuando se enteró Itzi prácticamente me amenazó para que le diga a Joaco, merece saber la verdad, lo sé pero si le digo seguro que lo iba a perder.