Por Ti Volví A Creer *Emiliaco* (Adaptación)

Capítulo 4

Sueños

Itzi y yo caminamos hasta la puerta de abordaje con nuestro equipaje, hoy regresamos a casa, ya no aguantaba estar aquí y menos con los encuentros que tuve hace unas noches, además que estar aquí me hace hacer cosas locas como besar a Emilio frente a Andrés y David y ahora me arrepiento de haberlo hecho.

No sé si fueron celos o un impulso o solo quería vengarme pero ahora tal vez y Emilio se molesto por lo que hice, o malinterpreto todo no lo sé, y la verdad no quisiera saberlo y menos mal que desde ese día del beso en la cena no lo veo. Creo que es mejor así ya que sería raro verlo después de eso que por cierto, no logro sacarlo de mi cabeza.

- ¿Te sucede algo Joaquín? – me pregunta Itzi que está a mi lado.

- Estoy bien no te preocupes, la que si se ve mal eres tú, ¿Qué pasa? – cuando le pregunto niega y suspira dramáticamente como solo ella sabe hacerlo.

- Quería despedirme de Emilio pero tuvo unos asuntos que arreglar, no nos vemos tan seguido y los pocos días que nos vimos fueron geniales, anoche me llamo para despedirnos y decirme que no podría venir hoy, lo extraño – noto que sus ojos se cristalizan y me siento algo incómodo ya que no acostumbro a consolar pero me acerco a Itzi y la abrazo.

- Tranquila Itzi, estoy seguro que Emilio quería venir pero no pudo, te llamó y seguro ya se verán pronto, no llores ¿sí? las despedías siempre son triste pero jamás son para siempre – ella asiente y se limpia una lágrima que se escapó, me abraza pasando su brazo por mi espalda y recuesta su cabeza su cabeza en mi hombro.

Oímos que llaman a los pasajeros de nuestro vuelo así que nos levantamos de la mesa donde estábamos tomando un café, caminamos hasta la puerta de embarque, entregamos nuestros boletos y cuando llegamos a la puerta del avión nos indican nuestros asientos.

El vuelo no será largo pero sería mejor dormir, Itzi vuelve a recostar su cabeza en mi hombro y yo cierro mis ojos.

Estaba echado en un sillón descansando cuando siento que alguien me va subiendo mi camiseta poco a poco pero en su recorrido va dejando besos por todo mi torso hasta que llega a mi cuello y no puedo evitar gemir cuando empieza a dejar pequeños besitos que dan escalofríos de tan solo sentirlos. Detiene los besos y yo me quejo, coloco mis manos a cada lado de su rostro y lo acerco a mi hasta que me vuelve a besar ahora con más intensidad, bajo mis manos hasta su camiseta y la empiezo a subir acariciando todo su torso marcado hasta que se la quito, en ningún momento nos dejamos de besar pero el vuelve a bajar ahora sus besos a mi cuello pero no se queda ahí sino que sigue bajando ahora por mi pecho, por mi abdomen hasta que llega a mis pantalones y los empieza a desabrochar, entonces miro hacia abajo y me sorprendo cuando veo el rostro de Emilio sonriéndome así como acostumbra él.

- Hola Joaquín – me dice y vuelve a subir para volver a besarme apasionadamente y en eso meter su mano en mis pantalones.

- ¡¡Joaquín!! – abro mis ojos de golpe, no solo por el grito de Itzi sino por el sueño que acabo de tener.

¿Cómo he podido soñar con Emilio? ¿Por qué soñé con él?

Me estoy volviendo loco, desde la noche de la cena, no dejo de pensar en él y en el beso que fue un error y que por culpa de eso ahora estoy soñando de esta manera con él. Al menos ahora ya regresé de Italia y me podré olvidar de Emilio y de todo lo que pasó allá. Definitivamente ese país me pone de los nervios.

- ¡¿Joaquín que te pasa?! ¡contéstame hombre! – me volteo hacia Itzi que sigue sentada junto a mí, ojalá y no haya dicho nada dormido.