Sonic The Movie (Sonic x Lectora)

Qué Pasaría Si...

Continuación del "Qué pasaría si... Sonic te cuidara"
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Dieras a luz

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Ya habían pasado cuatro meses desde el día en que empezaron los cuidados de Sonic y el tremendo susto de Tom a causa del mismo. El bulto de la albina ya empezaba a notarse, o más bien ya se notaba desde el tercer mes.

Ambos erizos se encontraban en la habitación que ambos compartían, la albina recargada en la cabecera de la cama acariciando la cabeza del cobalto mientras él posaba su oreja en el vientre de la contraria abrazándola. 

—¿Qué crees que sea? —pregunta de repente.

—No lo sé, pero me gustaría que fuera un(a) niñ@. ¿Tú que crees que sea?

—Me daría igual que sería, lo llevaría a correr por Green Hill's todos los días... —se queda pensativo un rato. —(T/N)... ¿Crees que sea un buen padre? ¿Y si... termina odiándome?

Con esas dos preguntas hizo que (T/N) se sorprendiera, Sonic era el de actitud positiva sobre el bebé desde el primer día, nunca se esperó que él dijera y pensara algo como eso.

—Sonic, no digas eso, estoy segura de que él o ella te querrá. Estoy segura de que serás un buen padre. 

—¿Cómo estás tan segura de eso?

—Tengo una corazonada, además, es imposible odiarte.

—¿Eso debió ser un cumplido? 

—Quizás.

Era algo tonto y no daba gracia, pero esa pequeña conversación logró sacarle una sonrisa al cobalto, aparte de dejar de lado aquellos pensamientos pesimistas; tal vez (T/N) tenga razón.

(...)

Al día siguiente, la joven pareja fueron al hospital para hacerle a la erizo un ultrasonido; aunque, la situación con los hospitales era un tanto extraña siendo que como en Green Hill's había dos especies avanzadas (humanos y animales antropomorfos) había una complicación con los médicos, sí habían trabajadores de ambas especies pero era un problema por los protocolos de higiene (esto era más por los "mobians" mamíferos y ovíparos), sin mencionar que incluso algunos pocos veterinarios humanos trabajaban ahí. 

Pero de ahí en fuera, todo estaba en orden...

—Ok señora Wachowski, necesito que se acueste y muestre su vientre.

La albina empezó a acostarse en la camilla con ayuda de Sonic y hizo lo pedido por la doctora, la lagartija al ver su vientre cubierto de pelaje blanco, tomó una rasuradora que se encontraba mesa.

—Tal vez esto no le guste pero tendré que raparle para poder realizar la ecografía.

—Bien...

La reptil empezó a rasurar su vientre para después untarle gel, lo cual provocó que la erizo se estremeciera un poco por lo frío que era, de ahí la doctora colocó el dispositivo. En la máquina aún no mostró nada por lo que movió el dispositivo buscando algún rastro del bebé, después de unos segundos, ya lo había encontrado... o más bien, ya los había encontrado.

—Ok, les tengo dos noticias. La primera es que están sanos y la segunda... —es interrumpida.

—¿Sanos? —cuestionaron ambos erizos.