Sonic The Movie (Sonic x Lectora)

T2 🌀Capítulo 1⚡

Seattle, Washington.

Una mujer asiática llevaba a su pug en la canasta de su andadera ortopédica, al parar en la esquina antes de cruzar la calle, un camión blindado pasó velozmente siendo seguido por cinco patrullas; se trataba de un robo.

Los ladrones en el camión abrieron una de las puertas traseras del vehículo para empezar a lanzar bombas caseras, por suerte una de las patrullas se había ido a un lado así evitando la explosión, pero terminó chocando con unos botes y bolsas de basura. 

Todo el show era visto por cierta criaturita azul, la cual estaba en lo alto de un edificio preparándose para detener a los ladrones. Empezó a acomodarse los zapatos, hacer estiramiento de piernas, tronarse los dedos, dar algunos golpes al aire concentrando la electricidad en sus puños, y empezar a comerse un chilidog; después de todo eso, se lanzó del edificio empezando a correr esquivando a los vehículos y patrullas que se encontraran en su camino. 

Tras hacerse bolita y estar a un lado de dicho vehículo, saltó entrando por la ventana derribando al copiloto y colgándose del techo para patear al conductor mandándolo fuera del camión.

—Buenas noches, caballero. ¿Le importa si manejo? —gira el volante a la derecha. —¡Pónganse el cinturón!

Al girar, provocó que los dos ladrones de la parte trasera empezaran perder el equilibrio y soltaran otra bomba a los policías, por fortuna nadie resultó herido, aún...

—¿Cómo vamos allá atrás? 

Sonic volvió a girar a la derecha haciendo que los ya mencionados se pegaran entre ellos contra las paredes a causa del repentino movimiento, claramente siguió yendo de un lado a otro provocando el mismo efecto. 

El conductor original del vehículo, el cual estaba atado de brazos y piernas aparte de ser silenciado con una cinta, trató de llamar la atención del erizo tras la reja. 

—Ay perdón, no entiendo tu lloriquees. —procede a quitarle la cinta de la boca.

—¡¿Y tú qué cosa eres?!

—No temáis ciudadano, soy el héroe que necesitas, y el héroe que mereces. El amanecer azul que desvanece a la oscuri... ¡Ay mamá!

Al poner su vista al frente, notó que una chica estaba cruzando la calle, la clara razón de su altero; rápidamente giró nuevamente a la derecha medio derrapando hasta estabilizarse. 

—¡Tranquilo, nadie va a salir herido!

Al ir a un lado, la bolsa de bombas caseras llegó cerca del asiento del conductor, llamando la atención de los dos presentes.

—¿Qué es eso?

—¡Bombas, bombas, son bombas! ¡¡Esos son bombas!!

—Relájate, no están activadas. Así que te repito que nadie va a salir...

Antes de que pudiera terminar la oración, absolutamente todas las bombas empezaron a encenderse solas; vaya mala suerte, ¿no creen?

—¡Me equivoque, vamos a morir!

—¡¿Por qué no te detienes?!

—Necesitaría frenos. —dijo pisando el lugar donde debería estar el freno.

Sin otra opción que lanzarlas fuera del camión, el cobalto tomó la correa con su pie con tal de acercarlo a él y tirarlo por la ventana, pero el problema era que obviamente el fuego le quemaba.

—¡¿Por qué no dejas que la policía se encargue?!

—Porque los héroes no hacen eso.

Sonic logró reunir todas las bombas y las lanzó por la ventana a un camión de basura.