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Ese día transcurrió normal para Rubén dentro de lo que cabe, cada vez se acostumbraba más a su cuerpo, incluso vio que tenía talento para peinarse a sí mismo luego de seguir unos tutoriales.
Cuando la noche cayó, le costó dormir debido a los nervios que sentía, pensar en esa cita que tendría lo hacía sentir cada vez más eufórico...
A la mañana siguiente, Rubén abrió lentamente sus ojos, se sentó de golpe en la cama recordando que ese día era el día de su cita, no tenía muy claro porqué lo hacía sentir tan emocionado pero sucumbía ante ese sentimiento, fue al baño, viéndose al espejo...
-... ¿qué? - de nuevo era él, de nuevo era un hombre, más que causarle felicidad, le causó nervios y algo de ansiedad, así no podría ver a Samuel, a pesar de que tendría que estar feliz por volver a ser él, no lo estaba, para nada.
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Su estado anímico decayó, estaba triste, realmente quería ver a Samuel y no sabía porqué sentía tanto esa necesidad, solo sabía que lo ponía mal haber cancelado el plan, siguió su rutina, entró a la ducha, arregló su cabello, tardando poco más de un minuto, ya no era largo y desastroso, se vistió, volviendo a usar esa sudadera negra que tenía cuando conoció a Samuel, ahora su ropa de nuevo le quedaba a la perfección, pero seguía decaído ante la situación...
