Jaula De Oro

12.- ¿Te estás enamorando?

Tal cual le había platicado Meliodas no pudo verlo hasta la semana siguiente.

Pero ella continuó con sus actividades escolares, se mantenía ocupada en mil cosas.

Pero en las noches cuando él le hablaba ella se emocionaba al saber que el le llamaría, empezaba a sentirse extraña respecto a su relación con él.

Su madre no dejaba de insistirle en qué se casarán.

¿Cómo casarse con alguien con el que apenas llevas un mes de relación?

Tenía recién los 16 a unas semanas de cumplir los 17 y el matrimonio era lo último que tenía en mente para su cumpleaños próximo.

Pero Leslie tenia otros planes.

Planeaba la mega fiesta para su pequeña hija, todo con el dinero de Meliodas claro.

Y le había metido la idea en la cabeza que el mejor regalo para su pequeña sería un anillo de compromiso.

Meliodas la queria y mucho, todo en ella le gustaba,  no tenía ningún inconveniente en proponerle matrimonio a la peliplata.

El tenía los 21 había vivido ya algunas experiencias y por supuesto sabía trabajar pero Elizabeth recién estaba estudiando, era su último año de preparatoria y le faltaba mucho por vivir.

Mientras los días pasaban se preguntaba si de verdad era buena idea proponerle matrimonio delante de todos los invitados.

No le había comentado nada a Elizabeth aún.

La veía cada que podía y todo iba bien.

Estando a dos días de la gran fiesta, platicaban de justamente la velada próxima.

La veía emocionada y entusiasmada, tomó su mano y la miro directo a los ojos sin apartar su mirada de aquellas orbes celestes.

-Elizabeth se que apenas tenemos un mes y semanas de iniciar esta relación, pero quisiera saber. ¿Que piensas de mi? ¿Estás cómoda con mi compañía?-

Ella bajo su mirada mientras el sonrojo aparecia en sus mejillas.

¿Que sentía en realidad por el?

El tiempo que llevaban conviviendo llegó a su mente rápido cada una de sus citas, incluso lo que sus amigas le habían dicho. "Se ven tan bien juntos" "Son el uno para el otro"

Miro de nuevo a Meliodas quien seguía esperando una respuesta paciente.

-Eres alguien muy importante Meliodas, en poco tiempo aprendí a quererte mucho, siento seguridad y tranquilidad a tu lado.-

Terminó de hablar y acomodó su rostro a su hombro.

-Creo que comienzo a enamorarme de ti.-

Esto último lo dijo en susurro leve, pero lo suficientemente audible para el rubio.

Sintió tanta paz y felicidad.

Rodeó su brazo a la cintura de ella y suspiró hondo.

Su corazón se había llenado de calides y amor.

Ahora no tenía duda alguna, el también estaba enamorándose de ella cada día más y para ser más sincero fue amor a primera vista.

Buscó su rostro y la beso dulcemente en los labios, llenando aún más su alma del amor de su peliplata.