La Gran Guerra

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Todo inicia en una dimension alterna, el tiempo y el lugar donde comineza todo esto, es desconocido, pero yacia una guerra interminable que se encontraba en su punto mas critico, el poder Divino y el poder Oscuro luchaban constantemente... Arcangeles, Angeles, Demonios Elite, Demonios. El bien y el mal, consumiendo todo a su paso, ambos bandos peleando a muerte hasta el final, el equilibrio de todos sus acuerdos fueron destruidos, el limite de tolerancia hacia la raza demoniaca fue sobrepasado por sus errores, todo esto llevando a que la Gran Guerra de inicio. La nacion demoniaca sufrio constantes ataques por parte de los Arcangeles y sus grupos de Angeles. El caos continuaba sin cesar, parecia que todo estaba perdido para la raza Demoniaca, pero nadie contaba con que el Emperador en un acto de desesperacion al borde de la aniquilicacion de su raza, encontro la manera de salir y huir de esta Guerra.

El Emperador: Lider de la raza Demoniaca, consumidor de las almas de los combatientes que el asesina, poseedor de amuletos, una espada que cautiva aquellas almas asesinadas, incrementando su poder en cada combate, siendo asi uno de los pocos guerr...

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El Emperador: Lider de la raza Demoniaca, consumidor de las almas de los combatientes que el asesina, poseedor de amuletos, una espada que cautiva aquellas almas asesinadas, incrementando su poder en cada combate, siendo asi uno de los pocos guerreros capaces de enfrentar al Arcangel mas poderoso. Entre sus descubrimientos, encontro la manera de abrir un portal hacia lo que el esperaba, una dimension diferente.

Tras su reciente batalla contra el Arcangel, logro escapar de aquel enfrentamiento gracias a su escolta personal Demoniaca, herido tras aquel enfrentamiento, el poder Divino del Arcangel logro atravesar su costado con una espada divina, dejandole una gran herida, mientras el con su mano derecha intentaba hacer presion para asi evitar derramar mas sangre. Herido, sangrando, en peligro de morir, por alguna razon no podia regenerar su cuerpo y evitar seguir herido, desesperado empujo las puertas del castillo y asi entrar en el.

-¡Maldicion! -Se escuchaba alterado el Emperador. -No puedo sanar estas heridas, ¡Juro que lo pagaras maldito Arcangel!.

Herido y desangrandose, al entrar a su castillo comenzaba a desesperarse, la guerra cada vez la veia mas perdida, sus demonios, sus jinetes, todos se encontraban peleando en los cielos. El sabia perfectamente que aquella alternativa tenia que darle paso de una vez por todas. Colocandose de frente a su trono y observando el entorno de su preciado castillo. El Emperador alzo su mano con sangre y cerrando el puño, invoca a sus Jinetes.

-¡Vengan a mi, los necesito! -Grito mientras frente a el nubes negras comenzaron a formarse delante de el.

Aparecieron 5 Jinetes manteniendo un aspecto de sombra sin revelar su forma. Los 5 permanecían en su caballo y uno de ellos bajo de su caballo y guardo su espada mientras se dirigia de frente al Emperador.

-¿Emperador, se encuentra bien? -Pregunto aquella sombra con una voz seria.

-No cuento con ello, pero antes que nada, ¿Reporte de situacion Tiwas? -La voz del Emperador se sentia debilitada, y sintiendo agotamiento.

-Señor las legiones estan enfrentando y frenando el avanze de los Angeles hacia el castillo. Nosotros nos encontrabamos en combate con el Arcangel y asi haciendole ganar tiempo. Este repentino ataque casi nos cuesta la vida, un poco mas y estaremos aniquilados, la cantidad de poder Oscuro que emana este dominio se esta agotando. Ademas es cuestion de tiempo a que el Arcangel llegue aqui por nuestra repentina desaparicion.

Entre La Sombra Y La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora