None So Blind (Juliantina)

Capítulo 15 ||Maratón 3/3||

Presente

California, 1999

“Hey, Valentina, ¿tienes algún trozo grande de papel? Ya me lo gasté todo y necesito más”. Preguntó JV.

“Por supuesto. Echa un vistazo a uno de los cajones en el armario de madera en la parte de atrás del estudio”. Contestó la artista ausente mientras mordisqueaba el final de su lapicero.

Jess y ella estaban intentando trabajar al mismo tiempo en sus difuminados y sus bocetos frente al patio. Valentina había estado bastante preocupada por una de sus últimas piezas que tenía en mente para su exposición, pero no conseguía hacerla correctamente.

Pasó un largo rato y Jessica aún no había vuelto. Valentina miró a través de la ventana del patio a la cocina, pero no vio ni una señal de la joven. De repente la artista recordó lo que la joven le había preguntado. Los ojos de Valentina se abrieron ligeramente con una mirada de pánico. Saltando de su silla, su bloc de bosquejos cayó al suelo. Ella nunca había visto su cuaderno tirado, había miles de papeles esparcidos por el piso de baldosas cuando se aproximó rápidamente hacia la casa y entró para dirigirse al estudio.

Las puertas de vidriera de colores estaban abiertas. Valentina podía ver la forma de Jessica apoyada contra el armario de madera, sacando papeles sueltos y colocándolos en la parte de arriba. Media docena de blocs estaban  entre abiertos, pero con su contenido claramente visible. Jessica se volvió ante el sonido de Valentina entrando en la habitación.

La artista se paro en seco cuando vio la mirada en el rostro de JV. Cuando sus ojos se encontraron, Valentina supo que su secreto no seguiría escondido más tiempo. La alta mujer caminó lentamente hasta donde estaba la joven y se paró junto a ella. Con deliberada lentitud tomó los dibujos de la mano de Jessica y comenzó a guardarlos de nuevo en sus respectivos blocs.

Jessica continuó mirando las imágenes de los papeles, de los cientos, miles de dibujos. Algunos rápidos y poco precisos; otros perfectamente definidos, con líneas oscuras y permanentes. Todas las imágenes que miraba JV eran de su madre. El fajo de papeles de la parte superior del armario, ahora sueltos, eran desnudos, algunos en poses muy eróticas. Valentina silenciosamente ordenó esos también y los colocó en la carpeta. La artista abrió el botón de otra carpeta y sacó varias hojas en blanco. Después de mostrarlas frente a la enmudecida joven, Valentina se giró y salió de la habitación.

Jessica no sabía exactamente qué había pasado, pero estaba segura de una cosa: había mucho más acerca de la relación de Valentina y su madre de lo que ellas mismas alguna vez le habían contado. La joven no estaba segura de lo que iba a decir, pero dejó el estudio y buscó a Valentina.

La alta mujer estaba sentada en la esquina del sofá del jardín japonés. Sabía que si Jessica quería respuestas, cuando las quisiera, la encontraría. Cuando la puerta del jardín se abrió, Valentina ni siquiera levantó la mirada. Sintió la presencia de Jessica mientras la joven se sentaba al lado de ella.

“Lo siento, Jess”. Dijo en apenas un susurro. “No quería que te enteraras, especialmente no de esa forma”.

“Creí que me habías dicho que mamá y tú nunca fueron algo...”. Replicó JV. No era una acusación, sino más bien curiosidad.

“No lo fuimos”. Afirmó Valentina rotundamente.

Lágrimas comenzaron a brillar en sus ojos. Jessica no necesitaba ser muy lista para darse cuenta de lo evidente.

“Pero tú querías que sucediera, ¿verdad?” Preguntó.

Valentina pensó en las muchas formas que había para contestar, los juegos de palabras que podía usar para intentar salir de esa situación. Sin embargo, no podía mentir, no a Jessica y no sobre este tema. Si mentía en esos momentos Jessica tendría razones para pensar que ella había mentido en muchas otras cosas. Había sólo una cosa que podía hacer para mantener su vínculo sin problemas.