Capítulo 23

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1999

"Te amo tanto, Juliana... Quiero hacerte mía...". Le dijo Valentina seductoramente al oído.

"Oh, amor... Siempre he sido tuya...". Contestó sin aliento Juliana.

Valentina presionó todo su cuerpo contra Juliana, sintiendo las caderas de la mujer moverse con urgencia contra las suyas. Los gemidos de Juliana fueron callados por la boca de la artista mientras sus labios devoraban hambrientos a la mujer que tenía bajo ella. Los labios de Valentina encontraron su camino alrededor del cuello de la escritora hasta succionar su lóbulo, mordisqueándolo suavemente con sus dientes. La artista finalmente comenzó a murmurar palabras eróticas al oído de la pelinegra. El húmedo aliento de Valentina combinado con su manera de habarle hizo que Juliana temblara incontrolablemente.

Los dedos de Valentina acariciaron los firmes pechos de su amante, acariciando tiernamente los suaves pezones. Juliana jadeó y la artista la miró con una amorosa adoración.

"Mmmm...". Murmuró Valentina dando un delicado beso en cada pezón. "Me gusta cómo respondes ante mis caricias".

Trazó amplios círculos alrededor de los erectos pezones con su lengua, rodeándolos en vueltas cada vez más y más pequeñas hasta que Juliana se estremeció ante el ardiente aliento que se extendía por su endurecida carne.

Valentina alargó la punta de su lengua para lamer los pezones de una forma seductora. Rodeando los pezones con sus pulgares e índices, los acarició
tiernamente, haciendo que la sensación mandara a Juliana a la estratosfera.

La mano de Valentina se deslizó descendiendo por el abdomen de la mujer hasta hundirse entre los rizos de ésta. Juliana abrió sus piernas con ansiedad. La artista se quedó sin aliento ante la sensación de la aterciopelada suavidad que surgía de allí. Juliana gimió ligeramente cuando sintió los fuertes dedos de Valentina deslizarse entre su humedad. La punta de los dedos de la artista se movieron e hicieron círculos por encima de su sensible piel.

Valentina alejó los dedos de esa zona excitada que solicitaba su atención, para succionar el endurecido pezón que la arqueada espalda de Juliana le ofrecía.

"Por favor...". Suplicó Juliana

Valentina lamió y succionó la carne con voracidad, mientras movía sus dedos acariciando el clítoris de Juliana con pequeños círculos. Ese momento casi provoca que el cuerpo de Juliana se fundiera entre espasmos con la cama. Valentina le sonrió y Juliana pensó que esa era una sonrisa totalmente traviesa, mientras la artista liberaba su pezón y dejaba que su lengua creara un sendero ardiente descendiendo por su cuerpo.

Saber exactamente lo que Valentina estaba pensando hacer con ella hizo que una nueva humedad se uniera al ya excitado lívido de Juliana. Separó aún más sus piernas, murmurando algo inaudible a Valentina mientras ésta lamía la parte interna de sus muslos.

"Valentina...Yo...". Las caderas de Juliana se movieron involuntariamente, buscando un contacto más íntimo, pero a la par el cuerpo de Juliana parecía retractarse.

Valentina sintió el cuerpo de la pelinegra tensarse y alzó la mirada para ver el gesto de preocupación de la mujer.

"Cariño, ¿qué pasa?" Cuestionó Valentina tiernamente alejándose de Juliana un poco para acariciar una de sus mejillas. "¿Quieres que pare?"

"Es sólo que... Yo...". Juliana parecía frustrada ante su incapacidad para decir lo que le ocurría.

"Está bien, preciosa. Si no quieres que haga eso, no tengo por qué hacerlo".

Valentina deseaba tranquilizarla, intentando desesperadamente evitar sonar desilusionada.

"No, no es eso... Es que... Yo... Nunca nadie... Oh, Dios, nunca pensé que decirlo fuera tan avergonzante". Tartamudeó Juliana.

None So Blind (Juliantina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora