Pov. Val
Se paso toda la tarde cocinando, esa noche debía ser perfecta, esa seria la noche en la que decidirían el futuro de sus vidas.
Preparo una lassagna espectacular para la mexicana, justo como a ella le gustaba.
Subio al segundo piso y tuvo que batallar para que la morena accediera a cenar, pues no acostumbraba hacerlo
-Te he preparado un plato divino-Val
-Sabes que no ceno, no te hubieras molestado-Lu escribiendo en su laptop sin voltear a mirarlo.
-Deja eso, estas igual que papa, obsesionada con tu trabajo-Val cerrando la maquina.
-¿Pero que? La proxima vez que hagas eso no respondo-Lu
-Vamos-Val abriendo la puerta de la oficina.
-Solo por esta vez, tu y la cuarentena mínimo me harán subir unos tres kilos-Lu molesta.
Se sentaron ambos a la mesa, comieron sin problemas, cuando ambos terminaron y ella se disponía a retirarse, el chileno abrió la boca:
-Lu....Sabes lo mucho que significas para mi, tu eres mi vida, yo ya no podría vivir sin ti...-Val colocando su mano en el bolsillo para sacar el anillo.
-No seas cursis Val-Lucrecia parándose para ir a dormir.
-No, es enserio...yo....-Val tartamudeanto un poco.
En eso suena el celular de la mexicana.
-Un segundo debe ser importante-Lu contestando y volviendo a sentarse.
-Si...claro...-Val.
-¿Diga?-Lu pues no reconocía el numero.
-¿Lucrecia?-Ber
-¿Bernardo?-Lu emocionada.
-El único e inigualable amor-Ber
-No puedo creerlo, ¿Como obtuviste mi numero?-Lu
-Se lo pedí a Nadia-Ber
-Es increíble, ¿Como estas cariño?-Lu interesada mientras el chileno ponia una cara de pocos amigos.
-Bastante bien en realidad, pero vaya que te he extrañado-Ber.
-Y yo a ti querido-Lu
-Perdón por la hora, debe ser tarde por allá-Ber educadamente.
-Ni te preocupes tu puedes llamar cuando quieras-Lu mientras el chileno abría mas sus ojos a causa del enojo.
-Gracias hermosa-Ber
-No es nada-Lu
-Escuche que el viernes les levantan la cuarentena o algo así-Ber
-Maso menos, la cosa aquí estuvo desastrosa-Lu
-Por acá también, quería contarte que estoy yendo a Madrid el fin de semana-Ber
-Pues te quedas conmigo, las puertas de mi casa siempre están abiertas para ti-Lu
-No quisiera incomodarte-Ber
-No es ninguna molestia, a parte me encantaría que hiciéramos un tour por Madrid-Lu
-Perfecto, gracias-Ber
-No hay nada que agradecer-Lu
-Adiós-Ber
-Bye, nos vemos cari-Lu colgando.
La llamada termino pero la cara de indignación del chileno se mantuvo intacta.
-¿Quien era es?-Val
-Un compañero de la universidad, estudiábamos un taller de literatura juntos ademas-Lu colocando una sutil sonrisa al recordar.
-¿Un amigo entonces?-Val molesto.
-Sip, Bernardo Labeau-Lu suspirando un poco.
-¿Que clase de amigo?-Val enojado.
-Uno muuuy cercano-Lu riendo un poco.
-Me parece encantadora la idea de que suspires por otro en mi cara y encima lo invites a quedarse aquí-Val golpeando la mesa.
-A ver, no es mi ex y esta es mi casa, el fue muy amable con Nadia y conmigo nos ayudo mucho, es lo mínimo que puedo hacer-Lu defendiéndose.
-Ya y yo soy rubio-Val sarcástico.
-Tu no, pero el si, y ojiazul ademas-Lu mordiéndose el labio involuntariamente.
-¿Ocurrió algo entre ustedes?-Val duramente
-Un beso o dos, nada serio-Lu nerviosa.
-Entonces si tuvieron algo-Val
-¿Estas celoso?-Lu desviando el tema.
-¿Debería estarlo?-Val manteniendo el tema.
-Ese es mi asunto no te incumbe-Lu ofendida.
-Estamos en una relación, por supuesto que me incumbe-Val gritando un poco.
-No preguntes lo que no quieres saber-Lu levantándose de la mesa.
-Follaron-Val lleno de ira.
-Mas de una vez-Lu-Igual que tu y tu ex así que no hagas berrinche-
-Es completamente diferente, a ella nunca la ame, y por lo que veo ese tal Bernardo sigue en tu cabeza-Val
-No fue nada serio, solo somos amigos-Lu queriendo marcharse antes de terminar peleando
-No es cierto-Val mientras la mexicana se iba.
Se sentia destrozado pero no tenia tanto derecho a quejarse por el pasado, solo le importaban el presente y el futuro, cuya llamada de "Berni" habia arruinado, solo cinco minutos mas y no tendria de que estar celoso pues el anillo en el dedo de la mexicana marcaria su territorio, maldita la hora de esa llamada.
