Parte 51-Almuerzo 4

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Pov. Sra. M

Acababa de regresar se Suiza, había pasado una larga temporada realizando su ultima sesión de quimioterapias, combatiendo con sudor y sangre para vencer al terrible mal que la aquejaba, pero al final de la lucha, no con poco esfuerzo y ayuda divina, lo había logrado, estaba completamente sana y fuera de peligro.

Compro una infinidad de regalos para su nieto, una colección de autos miniatura de alta gama originales edición especial, incluyendo un BMW negro, una replica del mercedes de su padre y un par de ferraris. Ademas de una docena de conjuntos elegantes para la sesión de fotos que había pagado por adelantado. Estaba descomunalmente emocionada por ser abuela, buscaba enmendar todas sus culpas con el pequeño para eliminar las dificultades de su estancia en el mas allá.

A la mexicana le compro un árbol de peras y al chileno un juego de pañuelos con sus iniciales bordadas de seda, se estaba luciendo con sus regalos, a pesar de haber derrotado al cáncer, no le quedaba mucho tiempo en este mundo, y al igual a como había hecho a lo largo de su vida, invirtió lo mas valioso que tenia para ganar lo mas posible, en este caso, el tiempo que le quedaba en los seres que amaba. 

La mañana ya había terminado, la hora de almuerzo se acercaba a la par de ella a la casa a las afueras de Madrid donde residían los prometidos. Todo el trayecto contemplo el paisaje, se dejo volar en sus recuerdos, en los pocos momentos que había compartido con su hija, pues aunque no fuesen muchos los atesoraba mas de lo que la mexicana imaginaba, también llegaron a su mente innumerables escenas en las que encontraba a los medio hermanos solos, abrazados en el sofá dormimos después de mirar una película,  bañándose en la piscina muy cercanos o estudiando en la biblioteca sentados en el regazo del otro, se cuestionaba el terrible estado de su intuición pues se notaba a mares que la relación entre estos rebasaba de manera extraña una convencional interacción entre simples hijos de un mismo padre.

Definitivamente había descuidado catastroficamente a los menores, pero no era únicamente su culpa y el pasado ya no tenia remedio, y por extraño que fuese, no lo cambiaría, volvería a ignorar cien mil veces de ser necesario lo que sucedió para llegar a ese presente, pues la vida le daba la oportunidad de enmendar errores y la felicidad que le daría sentido al final de su vida, su nieto.

Llego a la mansión y camino lentamente a la puerta, debía aceptar que el chileno tenia buen gusto (después de todo estaba con su hija), y le entusiasma la idea de su próxima mudanza a la casa vecina para poder cuidar y compartir con su nieto todo lo que la vida le concediese. Toco el timbre y fue alegremente recibida por su hija quien la invito a pasar al comedor donde compartieron una amena charla.

Pov. Val

-Es bueno tenerla con nosotros-Val cortesmente dejando su copa en la mesa después de tomar un sorbo.

-Gracias, para mi también lo es, y sera mucho mayor mi dicha cuando Sebastian nos acompañe-Sra. M 

-Si tan solo Felipe estuviese aquí-Sra. M con un toque de nostalgia.

-Mama no te pongas triste, estamos aquí para celebrar-Lu

-Ademas queríamos darle una sorpresa, para agradecer todos sus obsequios-Val

-Descomunales a decir verdad-Lu

-Solo lo mejor para mi nieto-Sra. M tomando de su copa de vino tinto.

-Ganaste el premio de la consentidora oficial de Sebas-Lu riendo mientras cortaba su presa.

-¿Cual es la sorpresa?-Sra. M

-Ya elegimos el otro nombre del bebe-Lu

-¿Cual sera?-Sra.M curiosa

-Felipe, se llamara Felipe Sebastian Montesinos-Val

-Montesinos-Lu

-Su padre lo apreciaria mucho-Sra. M

-Solo espero que no se parezca a el-Lu en un susurro que llegaron a oír.

-Tu padre no era un santo de mi devoción, pero..-Sra. M

-Mama nunca has sido creyente-Lu

-Lo dice la católica de semana santa-Val 

-Lo dice el mayor demonio de clubes, yanqui, ¿continuo?-Lu

-No hace falta, ya entendimos-Val

-Tu padre tenia algo de bondad en su corazón, solo que era demasiado orgulloso y cascarrabias para mostrarlo, pero siempre fuiste nuestra princesa-Sra. M 

-Te quiero mama-Lu mientras caía una lagrima por su mejilla

-No llores amor-Val

-No estoy llorando yo, son las putas hormonas-Lu

-JAJAJAJAJA-Val se mato de risa por la cara de la mexicana, burla acompañada de su suegra provocando que la morena frunza el ceño.

-Ya se aliaron en mi contra-Lu

-Seras su princesita, pero todos sabemos que me prefiere a mi-Val ganándose una mirada de odio de la morena quien se levanto para defenderse, pero que termino corriendo al baño a vomitar.




PDT: He estado leyendo y me he inspirado en la forma de escribir.

Valu//una historia para disfrutar...Where stories live. Discover now