Desperté y necesité escribirte nuevamente. Aunque el día de ayer te escribí y no suelo hacerlo muy seguido, no terminé de expresarme lo suficiente y por eso vuelvo aquí.
Debo admitir que se sintió realmente reconfortante despedirme de ti e incluso escribir el "Te amo" que solía susurrarte antes de dormir, sin embargo no me siento lo suficientemente satisfecho como para poder seguir adelante. Necesito recordar lo que sucedió la noche anterior, lo que me impulsó a decirte lo mucho que me gustabas... qué recuerdos.
Hoy tengo trabajo, de hecho me he levantado un poco más temprano para tener suficiente tiempo y que no se me haga tarde; incluso aprovecharé para contarte que hoy saldré con el prometido de mi hermana, Zenitsu y con Inosuke y, realmente me emociona un poco ya que hace años que no salimos juntos.
Entonces quiero estar despejado y pleno para ese entonces, quiero que seas un recuerdo lindo cuando con una cara triste me pregunten por ti y eso no lo voy a lograr si no logro recordarte con todo el amor que mereces.
El viernes llegaba a su fin y con él el último día de trabajo, al menos para mí. Había conseguido una oferta de trabajo realmente buena y aunque quedaba un poco lejos, valía la pena. He de admitir que me he comenzado a saltar las horas extra porque cierto individuo llega a mi casa al rededor de las 9 de la noche en busca de compañía.
Y la visita de ese cierto individuo no exceptuaría el día de hoy.
–¿Quién es? –Pregunté comenzando a caminar hasta la puerta. Estaba casi seguro de quién era pero no abriría y recibiría a la persona con un enorme abrazo porque la vez pasada mi vecina se asustó por mi comportamiento. No era Muichiro el que me visitó aquella vez.
–¿Quién crees? –Efectivamente era él. Abrí la puerta y lo recibí con un abrazo 'amistoso'.– Traje sake para disfrutar del viernes.
–¿Sake? ¿no-–Me interrumpió con su voz un poco fastidiada y monótona.
–No soy menor de edad, ni siquiera lo preguntes. Cumplí 18 hace casi un año.
Me separé de él y reí un poco, me miró disgustado mientras cerraba la puerta.
–Te iba a preguntar que si no querías mejor palomitas.–Hice un puchero y noté un leve sonrojo a través de su insensible fachada. Volví a reír un poco y fui por unas copas para servir la bebida y poder tomarla a gusto.
–Igual quiero palomitas. Iré sacando las cartas para jugar un rato.–Soltó indiferente y dejó la botella sobre la barra para después ir a buscar en la repisa de mi sala la baraja de cartas.
Preparé las palomitas en el microondas y serví la bebida para llevar las dos copas y el tazón de palomitas a la sala, donde había una mesa pequeña y cojines en el suelo. Se habían quedado ahí porque la noche anterior también habíamos jugado, sólo que sin alcohol. Ambos nos sentamos uno frente al otro; no era mucha la distancia porque en la mesa a penas cabían nuestros brazos apoyados y las cartas. Comencé a repartir y en lo que lo hacía Muichiro le dio un trago enorme a su copa y seguido de esto fue por la botella para traerla con nosotros.
–¿Qué?–Me preguntó retante mientras se servía más. Sabía que si le reclamaba me diría algo doloroso como "¿Quién te nombró mi papá? No tienes el derecho", así que no dije nada.
–Estaba pensando en lo mucho que has crecido, detesto haberme perdido eso de mi mejor amigo ¿cuántas novias has tenido desde entonces?
"Vaya Tanjiro, sí que eres patético tratando de ocultar tu homosexualidad Y PEOR AÚN, tratando de ocultar lo mucho que te gusta", pensé.
ESTÁS LEYENDO
無限 | MuiTan
Short Story無限 (Mugen: Infinito) Tanjiro, un joven adulto infinitamente enamorado de Muichiro. Muichiro, el único que puede mantener ese amor infinito. Y el joven de cabellera rojiza se ve obligado a escribir sus recuerdos en un diario tratando de mantener ese...