Cap. 22 Caos

931 61 49
                                    

Los últimos rayos dejaban el pueblo, la oscuridad abundaba por las calles, Lucy, Lucario, y Yael estaban encerrados en la pequeña sala en frente del cuarto, las cosas ya estaban un poco mas tranquilas.

Yael, ¿todo bien?, ¿Ya estás más relajado?-pregunto Lucario sentandose a su lado-

Si, solo que, tú sabes, mis padres apoyan más a mi hermano que a mí, no es que no me quieran pero me gustaría que me apoyarán más en mis decisiones como cuando John decido lo que Hiba a ser -agacho la cabeza mientras que Lucario se apoyaba en su hombro-

Relajate, tienes a Lucy que te apoya de cualquier manera, y de manera más especial, a mi~ -le robo un beso y se escondió en su pecho-

¡Hijo! -grito la madre de Yael desde abajo- ¡baja queremos hablar contigo a solas! -pidio con firmeza mientras Yael obedecia-

¡Ya Voy! -respondio Yael molesto- cuidate, si necesitas algo me hablas -ofrecio Yael saliendo del lugar-

Hijo, debemos hablar-suspiro el padre de Yael con seriedad-

¿Que necesitan? -entro Yael al cuartocruzado de brazos-

Debemos hablar de las flores y las abejas, ya estas creciendo y creo que debemos hablar -se levanto y ofreció asiento en uno de los sillones a su hijo-

Si no se preocupan por el buying, por que se van a andar preocupando por esa pendejada -penso para si mismo con fastidio-

Mira, si tienes un hijo, tu tendrás que hacerte responsable de sus gastos hasta que sea mayor y termine la Universidad -advirtio la madre algo preocupada-

A ya, les preocupa que me cuelgue de ellos, que preventivos, que avorrativos -penso molesto tomando asiento en un sillon-

*Mientras tanto*

Pobre, no me gusta que este tan triste, quisiera ayudarlo -suspiro Lucario deprimida-

¿Por que estas tan triste preciosa? -se acerco John algo intimidante-

Ahggg.. eres tu, el estupido que tiene molesto a Yael -bufo Lucario levantandose del sillón- si no quieres salir lastimado largo -se cruzo de brazos dándole la espalda-

No te hagas del rogar preciosa -insistia acercando y arrinconando a la pokemon-

¡Aléjate! -advirtio la pokemon retrocediendo ligeramente- rayos.., no puedo golpearlo mi fuerza, es 4 veces mas la de un humano, podría romperle todos los huesos de un solo golpe o matarlo, una persona normal no tiene esa fuerza, podrían descubrirme -gruñia levemente intentando pensar en una respuesta-

Vez no te hagas la difícil -acercaba lentamente su mano-

Hermano, te sugiero que no intentes tocar a mi novia, puede ser que salgamos mal de aquí -advirtio Yael entrando a la habitación bastante molesto-

¿Y que harás si lo hago?, Después de todo siempre dejas que pasen encima de ti -camino John intimidante hacia su hermano-

Hay dios mío -se sobo las cienes mirando un poco hacia arriba por la diferencia de altura- por que eres haci, si te vas prometo no hacerte daño -giro los ojos soltando una pequeña sonrrisa al ver a lucario-

Tks tu y tus subidas de ego, esta bien -rio leve para dar una pequeña vuelta y dale un golpe a Yael en la mejilla- uhmm.. débil -sonrrio a la par de que Yael caía al suelo-

¿Débil?, Ja ni lo senti -se levanto Yael fácilmente con una ligera marca en su mejilla- eso debería decírtelo a ti -respiro profundo para activar sus guantes y presionar a John contra la pared-

No creí enamorarme de un Pokémon SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora