Cap. 9 El cortejo

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Después de unos cuantos minutos conversando bajaron a la cochera, donde faltaba el Auto de Yael por lo que había un espacio, ambos tomaron posición enfrente uno del otro, mientras Yael le miraba.

Ahora que se hace -se rasco la cabeza confundido-  la mera verdad jamás había intentado aprender un arte marcial o algo por el estilo -le Yael miraba algo avergonzado-

¿No tienes ni aunque sea una pista? -se cruzó de brazos Lucario algo molesta-

Solo lo que he visto en algunos fragmentos de episodios de anime pero nada mas, apuesto 10,000 millones de puntos a que un examen de karate es el único examen que reprobaria -se burlo un poco dejando sus cosas en una mesa-

Si que necesitas un maestro, o en este caso maestra, lo primero que te enseñare será una llave sencilla, si algún estúpido intenta lastimarte la linda carita que te cargas lo vas a tomar -le sujeto e brazo y lo giro dándole la vuelta a su brazo- asi! -le apretaba con mas fuerza-

   ¿Linda? Ahgg! Mi brazo -le miro con algunas lágrimas-

Y finalmente -tomo aire y le levantó con gran fuerza y lo arrojo hacia atrás callendo de boca-

¡Auch¡, eso dolió bastante -se levantó a duras penas- eres bastante ruda -le miro lagrimeando- mi brazito -se quejo sobandose-

Upsi me pase -le dio una lamidita en la mejilla- mejor Yael -le sonrrio colocando sus patas atras-

¿P-por que haces eso? -le miro algo rojo sobandose el codo-

Me gusta -le sonrrio abrazandole- además me gusta verte rojo es raro ver a alguien que aparenta ser tan serio sonrrojarse haci -se rio dándole un beso en la mejilla-

¡¡¿Uhmm?!! -se sorprendió y se desmayó mirando a lucario-

Y ahora a este loco que le pasa -le miro algo seria cargandole hasta su cuarto-

Unos minutos después Lucario había tomado un vaso de agua del la sala de la segunda planta y había llevado a Yael a su cama, ella regreso al cuarto se acerco a la cama y le tiro el vaso de agua en la cara.

¡Despierta! -Grito Lucario echandole el vaso de agua encima-

¡La mayonesa es un instrumento!, ¿espera que paso? -desperto de golpe con la cara mojada-

Te desmayaste -se cruzo de brazos bastante molesta-

Y... ¿se puede saber por que razón? -se sentó Yael en la cama-

Pues por que te di un beso -se volteo Lucario- ¡Claro en la mejilla! -suspiro algo nerviosa-

Ojala haya sido en la boca -le miro Yael frunsiendo el seño con algo de sarcasmo-

¡Que dijiste mal pensado¡ -le dio un zape bastante fuerte-

Solo bromeaba -se sobaba la cabeza- además tu empezaste -bufo con seriedad-

Si en parte es mi culpa, jamás e estado tanto tiempo cerca de un chico que no sea mi hermano o mi cuñado, y creo que me emocione al darte el beso -agacho las orejas algo avergonzada-

Cierto había olvidado eso, tienes un millón de pretendientes pero, ¿no habías tenido algo de cercanía con alguno? -pregunto algo serio y molesto-

Por la razón que tu me diste, es la por que no he intentado salir con un chico, no se cuales sean sus intenciones así que soy demasiado precavida e ignoro a todos ellos -se rio algo avergonzada-

Descuida, Yo soy parecido a ti con la excepción de que no tengo nadie tras de mi -bromeo un poco para aligerar el ambiente-  

Yo quisiera que hubiera un chico como tu en mi aldea, la mayoría es como "¡uhhh guerra"! "¡pelea conmigo!" Piensan que con eso me atraeran, y no se fijan como me siento yo, solo les atraigo por ser la hija del jefe de la aldea, por eso me preguntaba... -se volteo mirando roja a otro lado-
¿Quieres que vaya a enseñarles modales a todos los de al aldea? -se carcajeo- ya me veo yo dando clases de etiqueta a un grupo de pokemon -se limpio la lagrimas por la risa-

No creí enamorarme de un Pokémon SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora