Cap. 3- Vaya bienvenida

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Ian se encontraba sobándose las sienes, a la par de que observaba, un mapa, adelante de el estaban 3 pokemon y atrás de este estaba Cris, también algo enfadado. Los 3 pokemon que estaban discutiendo eran La Lucario, su padre y el líder de la otra aldea, los otros pokemon a sus alrededores también estaban algo cansados de todas las discusiones.

¡Es tu culpa!, ¡No educas a tu hija para el bien de tu gente! -seguía gritando el líder de la otra aldea a todo pulmón, y algunos de los presentes se tapaban las orejas-

¡Quien se quiere casar con un estúpido como tú, idiota, maldito cabron! -le respondió cruzando los brazos y enseñando los dientes-

¡Tu tampoco opines niña mal criada!, ¡Además de traer a ese humano estuviste a punto de causar una guerra! -grito reclamando a su hija alzando una de sus patas-

¡A callar! -exclamo soltando una onda de energía psíquica- están peor que en mi mundo salvajes, para resolver su problema, crearemos un sistema para desviar la misma cantidad de agua a las dos aldeas, ¿jamás paso por sus neuronas esta maldita y simple solución verdad? -trataba de calmarse dando varios auto masajes en sus hombros, cien y detrás de la cabeza-

Tiene razón lo que dice -miro a su padre el hermano de la Lucario tomando una manzana que estaba en un frutero sobre el centro de la mesa-

Yo me encargare de supervisar la obra, además de que por favor cada aldea traiga a los respectivos obreros que realizaran su desviación ya que si hay fallas será por culpa de sus propios trabajadores -se levanto de la silla algo estresado a dar algunas vueltas por la habitación-

¡Nos negamos! -gritaron el padre de la Lucario y el Garchomp al unísono, pero al instante Ian estresado y muy enojado por el comportamiento de ambos Pokémon arrojo una esfera Aural que impacto al fondo de la habitación, llevándose consigo una buena parte de la pared-

Por otro lado, quizá debamos dejar nuestras diferencias por esta vez -sugirió el Garchomp mirando fijamente a Ian-

Tsk, solo será por esta vez y si dejan de molestarnos -accedió el Lucario sin muchas ganas-

¡Que bueno que dejen sus diferencias! -exclamo la lucario con una enorme sonrisa-, Ian vamos a que conozcas a mi mamá -sugirió tomando de la mano al Joven, partiendo ambos a conocer a la suegra del antes dicho-

Vigílalos de cerca quieres -pidió el padre de la Lucario a Cris quien iba detrás de estos-

De todas maneras, ni que me fuera a quedar -se encogió de hombros y corrió hasta a alcanzar al par de tortolos que no estaban muy lejos-

Los tres juntos caminaron durante un par de minutos rumbo a la casa de la pokemon, al llegar, la casa era mas grande a las que Ian había visto por el camino, Cris abrió la puerta lentamente, nadie los había recibido, camino hasta lo que parecía ser una sala a recostarse en un montón de paja que asemejaba un sillón, Ian y la Lucario se soltaron de las manos, para que el joven rondara un poco por la casa.

¿Nick ya... ?, ¡¿Que hace un humano aquí?! -inquirió una Lucario sorprendida cargando un aura esfera-

Ah descuida mamá, es mi mejor amigo -volteo un poco hacia atrás sin tomarle mucha importancia- te sugiero no dispararle, por lo que parece es psíquico -añadió suspirando y acomodándose en el montón de paga para relajarse-

¿C-como que un humano es mejor amigo de mi hijo? -tartamudeo molesta bajando el aura esfera poco a poco, se acerco a Ian y dio un par de vueltas alrededor de el-

No creí enamorarme de un Pokémon SEGUNDA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora