𝓓𝓲𝓸𝓼 𝓔𝓼𝓬𝓸𝓰𝓲𝓸́ 𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓸 𝓐𝓶𝓸𝓻 (editando)

capitulo 34

Hoy nos iríamos de la playa en la tarde para disfrutar un poco más de tiempo, nos escontrabamos en la piscina jugando voleibol, hasta emiliano estaba compartiendo con nosotros, recogimos nuestras   cosas y nos fuimos a comer. Al llegar al lugar todos estábamos riendo y hablando, llegó una camarera que al ver a emiliano le dió un gran la chica se le veía muy feliz de verle, haciendo que todos nos quedáramos en silencio viéndolos.

— ¡Ay perdón! — se aleja de el — Que pena, que les ofrezco.

— Tranquila no te preocupes— dice emiliano — lo mismo de ayer por favor — la chica asiente.

Todos comenzaron a pedir sus comidas y yo había pedido una sopa, la chica se fue con nuestras órdenes y volvimos a hablar, no podía negar que me sentí algo celosa al ver aquella chica abrazando a emiliano, Evelyn me menciono ese extraño gesto de la chica hacia emiliano, yo solo subí y baje mis hombros ya que lo quería hacerme ideas, le dije que nos reuniríamos en estos días para compartir, el cual me dijo que estaba bien.

La chica nos trajo nuestros pedidos y comenzó a dejarlo en nuestra mesa, Ore por los alimentos y me dispuse a comer, emiliano hablaba con los chicos y algunas veces conmigo, uno de los chicos había dicho que nos tomaramos una foto, posamos delante de la cámara y emiliano había tomado mis mejillas al tomar la foto. Pagamos por la comida y me adentraba al auto junto Daniell, Matthew, Evelyn y  Alice, el otro auto esperaba a emiliano se estaba despidiendo de la chica, ella una vez más lo abrazo y se despidió con una gran sonrisa, el se adentro en el auto nos pusimos en marcha en el camino me estaba durmiendo los ojos me pesaban me apoye en el hombro de Alice quien estaba dormida, he igualmente me dormí.

Luego de varias semanas de descansos, de divertirme con mis amigos, estábamos de regreso a la universidad y en estos días emiliano ha estado muy extraño conmigo, en muchas ocasiones me evadía y cuando estábamos con los chicos no me hablaba o simplemente no aparecía cuando estaba con ellos, Gabriel me pidió que nos viéramos en la cancha que estaríamos todos, me negué diciéndole que fuera con ellos y me senté en la banca cuando escucho la voz de Tyler.

— Uy que les ocurrió a los noviecita, ¿Ya tuvieron su primera pelea? — se sienta.

— Tyler hoy no estoy para tus bromas, así que con mucho respeto no sigas con eso — me levanto — y no somos novios.

— Oye oye perdón — toma mi muñeca y me sienta nuevamente — no quise molestarte ¿Que ocurrió?

—Ni si quiera yo lo se... Tranquilo pero lo que si no entiendo muy bien, ¿Es por qué estás hablando conmigo?.

— Porque me estás comenzando a agradar... No hagas que me arrepienta de tomar esa decisión — me mira.

— ¿Te agradó? — asiente y pongo  mis manos en mi rostro — tyler lo siento, hoy no estoy de humor.

— No tranquila, de eso pude darme cuenta fácilmente.

— De verdad tyler que pena, tengo que irme hablamos luego.

— De acuerdo, está bien.

Habían terminado las clases y de una vez fui a mi casa, almorcé y le mencioné a thomas que me acompañará a ver a mi madre el cual me aceptó. Al llegar a su casa toque la puerta, escuché una voz conocida diciendo que abriría y al ver quién abrió quedé sorprendida.

— ¿Que haces aquí? — dijimos al unisono.

— ¿Se conocen ?— pregunta Thomas.

— Podría decirse que si, aunque no del todo estudiamos en la misma universidad — mire a tyler — vengo a ver a mi madre ¿Y tyler?

— ¿ A tu madre? — asiento — estoy visitando a mi tía.

—  Perdón ¿Cómo dijiste? — dije sorprendida.

— Que estoy visitando a mi tia, pasen — se hace un lado y nos adentrando a la casa.

— ¿Quien es tyler? — pregunta mi madre saliendo de la cocina — rylie cariño... Hola — me abraza.

— Hola Escarlett — le abrazo — el es mi hermano Thomas ella es Escarlett mi madre.

— Un gusto Thomas — le extiende su mano.

—El gusto es mío señora — Thomas toma su mano sonriendo.

—Rylie cariño, el es tyler tu primo — nos presenta.

—De hecho tía, rylie y yo nos conocíamos pero no sabiamos que éramos primos.

— ¿Si? — me mira y asiento — bueno perdóneme les haré algo de tomar siéntense — se va a la cocina.

— ¿Cómo puedes llamar a tu mamá Escarlett? — dice tyler susurrando — ¿Es por lo que te hizo?.

— La estoy conociendo tyler, se me hace incómodo llamarle mamá, y no le tengo ningún rencor hacia ella... ¿Cómo sabes que me dió en adopción? —susurro igual.

— ¡¿Acaso no sabes por lo que está pasando?! — susurra.

— Oye no te voy a permitir hablarle a mi hermana así, si no se siente cómoda aún no la puedes obligar. — dijo metiéndose Thomas.

— Thomas ya, se por lo que está pasando tyler, por eso decidí verla, pero no la hago seguido está es la primera vez que la visitó y me encuentro con esta sorpresa.

— Después hablamos de esto — dijo y me llegó un mensaje lo ví y era un mensaje de Gabriel preguntando dónde estaba y guarde mi celular — ¿Ya está preguntando por ti?.

— Es uno de los chicos, deben de estar haciendo algo.

— Listo chicos aquí tienen — nos entrega las bebidas y se sienta.

— Muchas gracias — le digo.

—¿Y ustedes donde se conocieron?

— Estudiamos en la misma universidad.

— ¿Y se llevan bien? — pregunta mi mamá.

— Le estoy agradando a tyler — menciono y tyler me mira.

— Tan mal se llevaban — dice asombrada Tyler iba a decir algo pero lo interrumpi.

— No solo que a  tyler no le gusta socializar, hoy me dijo que le agrado — bebí un poco de jugo.

— ¿Es cierto tyler? — sonríe.

— Si tía.

— ¿Y que postres te gustan Escarlett?

— Me gusta cualquier postre que tenga mora

Todos hablábamos, Thomas hablaba con mi madre y se le notaba cómodo haciéndolo, tyler hacía reír a mi madre y me les quedaba viendo con una sonrisa, hasta yo me unía en las risas, debo admitir que me había sorprendido al escuchar que Tyler y yo éramos primos, imaginé como era antes de que se adentrará al mundo de las drogas, mire que Escarlett movía mucho sus dedos y tyler se tenso un poco, nos despedimos de mi madre y salimos de la casa.

—¿Tyler quieres que te llevemos a tu casa?.

—No gracias, tomaré un autobús hasta luego.

— Hasta luego — dije y se fue.

— Tú primo no me agrada mucho— dice thomas y le empujó.

— Al principio puede ser un poco  rudo pero te caerá bien, vámonos. — dije adentrandome al auto.