Esa mañana se levantó muy temprano para ir a su trabajo, caminó alrededor de quince minutos antes de llegar a la escuela. Se le hizo extraño no encontrar a niños jugando en la cancha antes de clase como usualmente veía en su anterior secundaria, pero aún así fue recibido por grandes sonrisas de parte del director y su secretaria en la entrada de su respectivo salón.
El señor Kim era un hombre amable y muy sonriente, tenía unos carismáticos hoyuelos y parecía ser una persona que tenia un gran amor por el conocimiento. Mientras que su secretaria, y sorpresivamente su esposa, Kim Hyejin, fue igual de amable y le invitó a su oficina en caso de que tuviera duda o simplemente quisiera un poco de compañía, la feliz pareja le recordaba a sus padres y aquello le hizo sentir cálido por unos minutos.
Finalmente, se puso de pie al frente de la clase, no era un salón abarrotado como solía serlo en sus clases en Busan, contó al menos a diez niños, de entre doce y trece años.
—Buenos días, soy el profesor Park Jimin y estaré al tanto de ustedes durante este ciclo escolar —murmuró con una sonrisa nerviosa al ver los rostros neutrales de cada niño, tenían una simetría que dolía—, ¿puede el representante de grupo iniciar la clase?
Sin embargo, nadie se puso de pie, fue la pequeña voz de una niña de cabello largo y castaño que mencionó con simpleza: —Jinhyung desapareció hace dos semanas, creemos que ya no volverá, así que no tenemos representante.
Jimin se quedó estático, sin saber que decir, rascó su nuca con la punta del lápiz nerviosamente—oh, lo siento mucho.
Un niño de la primera fila, se encogió de hombros y alzó su voz—está bien, es el séptimo, así que ya nos acostumbramos.
(...)
Jimin suspiró mientras se sentó en una mesa alejada de las demás, el comedor para profesores era de gran tamaño, pero aún se sentía nervioso como para acercarse a la mesa llena de personas que reían entre ellas.
—Eres Park Jimin, ¿verdad? —preguntó una voz que lo hizo levantar su mirada. Jimin se achicó ante el hombre de gran altura, aunque esos hoyuelos eran muy familiares.
—sí, ¿nos conocemos?
—Aún no, mi nombre es Kim Namjoon, soy el profesor encargado del laboratorio de ciencias, nos veremos cada martes y jueves si es que eres el Park Jimin de la clase A-1.
—Sí, mucho gusto Kim Namjoon...
—¿Puedo...? —Así entonces Jimin notó la bandeja con comida que cargaba Namjoon, rápidamente asintió y sonrió tímidamente, se alegraba de no comer solo en su primer día, jamás le había gustado comer solo.
Namjoon resultó ser su hyung, y con una sonrisa amable le dio permiso de llamarlo como tal, era bastante inteligente, y sus ojos se achicaban al sonreír presumiendo de adorables hoyuelos, tenia el cabello oscuro y largo, con un flequillo que lo hacia ver atractivo, y amaba las moras tanto como leer. Presumió de una gran colección de enciclopedias, pero también, secretamente era un caballero que amaba la poesía y las liricas amorosas.
—Te acostumbraras rápido, ya verás. Si dices que antes habías trabajado con niños entonces será más fácil para ti.
Jimin asintió—Aunque, donde yo estaba antes, teníamos muchos niños, mi clase actual... tiene muy pocos...—Se quedó en silencio pensando si preguntarle a Namjoon lo que aquellos niños dijeron sobre sus compañeros, ¿realmente habían desaparecido tantos niños como creían? Le era imposible creer que tantos niños habían desaparecido y nadie se hubiera enterado, de camino a la escuela no había visto ningún cartel, ninguna noticia o algún periódico con algún titular preocupante. Era como si sus niños simplemente le hubieran jugado una mala broma.
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Unread [Yoonmin]
FanfictionLas mudanzas no siempre significan nuevos y calmados ambientes. Jimin lo sabe más que nadie. Una casa solitaria siempre tiene secretos que esconder, y mentes inocentes que atrapar. [yoonmin/mpregJimin] [fantasía/drama/romance/demonios] [Prohibida l...