CAPITULO 2

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KARA'S POV

Siempre fui una chica protegida por mi familia, una chica con privilegios, con amistades contadas y con una familia que me ama, se me instruyó para tomar mi lugar en el trono algún día, casarme y tener hijos

- ¿Kara? – una voz amortiguada resonó del otro lado de la puerta

- pasa – dije fuerte y claro, la puerta se abrió para dejar ver a mi prima y guardaespaldas – buenos días Alex –

- buenos días, princesa – dijo burlona

- aborrezco que me digas así –

- es tu posición nobiliaria –

- ah, así jugaremos, muy bien, duquesa – dije burlona

- grr, te odio –

- si tu juegas, yo juego –

Me duché y vestí, Alex me esperaba en mi alcoba, en cuanto terminé ambas bajamos a desayunar, mis padres nos esperaban

- buenos días padre, madre – hice una reverencia

- buenos días hija ¿Qué tal dormiste? – mi madre me preguntó

- muy bien madre, gracias ¿y mi tía? –

- está entrenando un poco, no tarda –

Comimos todos muy callados, hasta que mi padre aclaró su garganta

- llegaron noticias desde el frente, el sultán ha caído – anunció

- ¿de verdad? ¡me alegro! – dijo Alex

- ¿Qué le ocurrió? – pregunté

- no lo sé, solo dieron la noticia que había muerto – mi padre mordía un pedazo de pan

- ¡eso es fantástico!, esos salvajes caerán sin su líder – Alex estaba genuinamente contenta

- no estaría tan contenta... - mi tía Astra hizo su aparición

- buenos días Astra – saludó mi padre

- buenos días – mi tía sonrió

- ¿a qué te refieres con que no debo estar contenta? El líder de esos barbaros ha caído, sin su líder ese imperio caerá –

- puede que el sultán haya muerto, pero dejó una heredera... supongo que será quien asuma el trono, y no sabemos qué tan "salvaje" sea, de todos modos, no podemos hacer nada en contra de ellos, no tenemos la infraestructura, nos aplastarían con una tropa de avanzadilla si quisieran – mi tía se sienta al lado de Alex

- seguiremos manteniendo un bajo perfil, así no pondrán sus sucias manos en nuestro reino – dijo mi adorada prima

- roguemos a los dioses que no hagan nada en nuestra contra – mi madre habló preocupada

Terminamos de desayunar y me dirigí a mi clase de arte, tocaba el arpa en los jardines, cuando escuché unos pasos pesados, levanté mi mirada, y ahí venía mi mejor amigo, con un ramo de flores

- hola princesa –

- ¡Mon El! – me lancé a sus brazos para darle un abrazo - ¿Cuándo regresaste? –

- anoche, quise venir a verte, pero no era una hora decente para visitar a la doncella más bella del reino –

- debiste venir, sabes que eres bienvenido a la hora que quieras – volví a abrazarlo y el gustoso recibió el gesto

LA OTRA CARA DE LA GUERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora