LA OTRA CARA DE LA GUERRA

CAPITULO 8

KARA'S POV

Durante los siguientes tres días me dediqué a estudiar las conductas de la sultana y sus visires, la chica "Sam", era una fiestera empedernida y muy mujeriega, aunque también una hábil guerrera, Alex la retó a un duelo en el que perdió miserablemente, y conociendo a mi prima no va a rendirse hasta poder acabar con la bonita visir, la sultana se la pasaba de reunión en reunión, casi no salía del palacio, casi me compadezco por ella... casi, y en cuanto a la Zarina, estaba en una instrucción con los jenízaros

Durante la cena, la sultana tomó la palabra

- se ha decidido que nos casemos dentro de un mes ¿Qué opinas? – me preguntó

- por mí sería mejor si no nos casáramos nunca –

- bueno, ten en cuenta que esta boda es la que le está salvando el cuello a tu familia y a tu pueblo –

- ¡ES TU CULPA! ¿no pudiste mirar a otro lado? –

- del otro lado está el imperio Búlgaro – sé que quería sacarme de quicio, respiré para tranquilizarme

- haz lo que quieras – dije

- entonces en un mes será –

El tiempo pasaba sin nada interesante que hacer, Alex estudiaba la forma de pelear de los otomanos en los pergaminos de la biblioteca, mi tía Astra pasaba su tiempo con la Zarina... y yo pasaba mi tiempo sola entre los jardines y la sala de arte

ARWEN'S POV

- ¿y cuando volverás? – me pregunta mi sultana

- en cuanto la luna llena termine, Dilara me ha enviado un mensaje, hay una plaga de langostas y debo ocuparme de ello –

- entonces irás a ver a tu mujer – dijo en susurros, pero pude escucharla – muy bien, pero no podrás demorarte más tiempo del que me has dicho, debes ayudarme con los trámites de mi boda – dijo

Si mi señora – me incliné levemente para reverenciarla, y luego salí del salón del trono, si era franca... no quería moverme del palacio, estaba preocupada por la relación de Lena y la princesa heredera, la jovencita parecía un animalillo herido defendiéndose de sus depredadores... negué levemente, las cosas estarían bien, confío en Lena

- buenas tardes – me topé con la princesa Astra

- buenas tardes, princesa – saludé de vuelta - ¿en qué puedo servirle? –

- disculpe que la moleste, pero me gustaría saber si puede decirme cómo puedo llegar al pueblo, quisiera comprar unas cuantas cosas –

- por supuesto, pero no le recomiendo que vaya sola, si me permite, puedo ser su escolta – algo extraño me pasaba con esta mujer, quería verla feliz y cómoda en todo momento

- no quisiera importunarla Zarina... -

- no es ninguna molestia para mi acompañarla, acompáñeme por favor – le ofrecí mi brazo y ella lo tomó, caminamos fuera del palacio y alquilé un carruaje, la invité a que se subiera primero, y luego yo lo hice

Me senté frente a ella, y de vez en vez la observaba, ella tenía su vista hacia la ventana del carruaje, mirando el camino, rememoré todas las veces que hablamos en el último mes, al parecer entre las tres nobles ella era la única que no detestaba quienes éramos

En cuanto llegamos al pueblo, empezamos nuestra caminata, la gente la observaba, los hombres con lascivia y las mujeres de mala manera, paseamos por los puestos y yo me dedicaba a esperar.