CAPITULO 16

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KARA'S POV

Después de ver el cadáver nos encaminamos a la habitación de Lena, fuera de ella estaba mi tía, Ales y la Zarévich, las soldados hablaban con ellas

- hola chicas, ¿alguna novedad? – pregunta Arwen

- tuvimos que obligarla a tomar la infusión, luego volvió a dormirse – dijo la joven Lucy, la detalle, era una chica hermosa, morena de ojos verdes

- muy bien, tenemos que hablar de un asunto importante – se dirigió a mí – fue un placer acompañarla hoy, cualquier cosa por favor localíceme – ella se fue con su hija y las dos soldados, dejándome con Alex, mi tía y Nía

- entonces ¿ahora somos tus visires? – preguntó Alex

- al parecer si – dije

- ¡no tenemos experiencia! –

- pero si tenemos dos grandes visires que nos ayuden... supongo que ellas tomaron esa alternativa para hermetizar nuestro circulo, me asusta que esos hombres tengan tanto poder en el imperio, en cualquier momento pueden hacer lo que a ellos les plazca –

- ¿matarte tal vez? – pregunta Alex

- si... - ahora esa duda estaba en mi mente


ARWEN'S POV

Las dudas cada vez se cerraban más

- las revueltas siguen siendo casi incontrolables, el ejército se ha visto obligado a movilizarse – dijo Diana

- ¿bajo la orden de quién? –

- de Ocas – respondió

- ¿están controlando a los rebeldes? – pregunto

- están matando con brutalidad y quemando aldeas, a este paso habrá una guerra civil – dijo Lucy

- por Alá... iré al frente – dije – ustedes van a quedarse aquí, cuidarán a las sultanas y a sus visires -

- ¡no puedes ir! – dijo Lucy preocupada – no tienes a nadie de confianza -

- es algo que debo hacer –

- déjame ir a mí – dijo Diana – seré tu mensajera, solo... no te muevas de aquí, Lena te necesita -

- no... ustedes se quedarán aquí – dije tajante – y no acepto un no como respuesta soldados –

- si señora – salí del recinto para preparar mis cosas, en cuanto terminé agarré una muñeca de trapo que había hecho con mis propias manos y fui a la habitación de Lena, golpeé un par de veces y abrí la puerta, ambas sultanas dormían, y la pequeña Nía entre ellas, me permití sonreír

- ¿Arwen? - los bonitos ojos azules de Lady Kara me observaban curiosos

- hola sultana – sonreí

- ¿pasa algo? – me preguntó

- sí, hay unos cuantos problemas que debo resolver personalmente, he venido para avisar que me iré – dije

- ¿Cuánto tiempo? –

- no lo sé... sin embargo dejo a mis mejores soldados y a mi hija quien las asesorará –

- ¿es muy importante? Digo... Lena querrá verla en cuanto despierte –

- ella va a entender el motivo de mi partida, por lo pronto, creo que sobra decirle que no confíe en nadie, y que cualquier inquietud mi hija hará hasta lo imposible para ayudarla –

LA OTRA CARA DE LA GUERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora