Salvación. Proyecto Geros.

Capítulo 3

Bill. Octogésimo primer sol de verano. Observatorio Júpiter

Bill recuerda a la perfección el día en que conoció al Doctor Rennyn. Fue hace unos cuantos años, era la segunda vez que Bill visitaría Basel con el señor Lucas, se suponía que irían hasta ahí para cerrar unos tratos de venta, pero después de todo Bill no llegó a Basel. El señor Lucas quería que Bill conociera la ruta corta para llegar hasta ahí, la cual pasaba por el Observatorio Júpiter, donde vive y trabaja Rennyn. Su nombre completo como él dice es Rennyn "El científico loco" Herc, originario del Gran cañón, específicamente del Santuario del Polvo. Rennyn al igual que Bill, no sabe nada de sus verdaderos padres, él fue encontrado por una patrulla exploradores, que buscaba agua cerca del Santuario cuando de pronto visualizaron a la cercanía un incendio, era una de las granjas agrícolas que solían haber en los interiores del gran cañón. Cuando los exploradores llegaron al lugar, todo estaba quemado, no había nada por hacer... Pero uno de ellos escuchó llantos de un bebé, lo encontraron ahí, en medio de unos pastizales, en una canasta, un bebé llorando intensamente porque no sabía dónde estaba su mamá o a su papá. En lo que quedó de la granja no fueron hallados cadáveres, fue como si hubieran desaparecido por completo, como si se los hubiera tragado la tierra o se hubieran convertido en polvo. Los exploradores llevaron al niño con ellos de regreso al Santuario. Allí fue que el maestro de magia y astronomía Renalt Herc III decidió apadrinar al pequeño huérfano. Rennyn creció rodeado de ciencia, magia y mucho cariño, tenía una vida llena de aventura y de historia. Durante su infancia prácticamente leía un libro diferente cada día, hasta que no hubiera ningún libro que no conociera, al menos de la sección que tenía permitida leer. Aprendió de su padrino todo sobre las estrellas, los planetas, las constelaciones y muchísimas cosas más sobre lo que hay más allá del firmamento. Al llegar a los 20 años tomó la decisión de marcharse del santuario, de su hogar, ahí tenía familia y mucho conocimiento, pero no estaba su felicidad. Él anhelaba conocer muchos más lugares, pero en carne viva, no atreves de libros, quería conocer gente nueva, obtener conocimientos por su propia mano y sudor, y estaba seguro de que si se quedaba en el Santuario no podría hacer ninguna de esas cosas.

Bill ha escuchado tantas historias de Rennyn, que no se acuerda ni la mitad de lo lugares a los que este ha ido, demasiadas historias, relatos, experiencias y testimonios de aquel "Científico loco". Pero ahora Rennyn había encontrado su lugar, el Observatorio. Lleva 4 años viviendo ahí, de los cuales, ni un solo día ha salido más lejos de su jardín. Rennyn está siempre encerrado viendo el cielo, escribiendo, combinando líquidos y polvos de dudosa procedencia, o diciendo palabras en idiomas muy antiguos. Bill viene cada vez que puede, pero en especial este año había tenido demasiado trabajo como para poder venir a ver a su amigo. Pero por ser quizá la última vez que pasaría por ahí haciendo un trabajo, pensó que sería lo mejor, aunque le quitara tiempo del viaje.

-Debería de haber una llave debajo de alguna de estas rocas o macetas- Dijo bajándose de la carreta y acercándose agachado a estas mientras buscaba de una de una, con esperanza de encontrar la llave debajo del siguiente objeto que alzara.

Rennyn por lo general nunca escuchaba cuando alguien que no tenía "programada" una visita llegaba, por eso Bill pensó que sería lo más optimo buscar la llave en lugar de gritar y tocar la puerta hasta que le abran. Pero esta vez fue diferente. Bill seguía buscando bajo las piedras cuando sin darse cuenta, por lo sigiloso que había sido Rennyn, había abierto la puerta y llevaba unos 5 minutos parado esperando a que su amigo se diera cuenta. Pero al notar que Bill estaba demasiado concentrado en encontrar la llave decidió hablar

-No quiero interrumpir la intensa búsqueda de un explorador tan habilidoso como tú, pero, creo deberías saber que si es una llave la que buscas, nunca la vas a encontrar- dijo con una sonrisa en la cara esperando a que su amigo saltara de un susto. Y así fue.