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- ¡Amalia! ¡Xián!

- ¡Vanesa!

- ¡Anne, Wen!

Nos abrazamos fuertemente los unos a los otros.

- ¿Qué está pasando?

- ¿Dónde estamos?

- ¿Y los invitados? – Preguntan confundidos nuestros amigos.

- ¿Qué recordáis? – Pregunto para aclarar el caos en el que se han convertido nuestras mentes.

- Estábamos abriendo los regalos. – Relata Xián tomando de la mano a su esposa. – Cuando Josh vino a buscar a Amalia.

- Me dijo que se iba. Que estaba cansado, pero que se lo había pasado genial. – Continúa Amalia. – Recuerdo que salimos al aparcamiento a despedirnos cuando algo explotó. Y ya no recuerdo más. – Amalia toma asiento en la única silla de la habitación.

- Nosotros terminamos con el último regalo. Recuerdo que era una vajilla cara. Luego vino alguien y me dijo al oído que nos esperaban en la segunda planta a Xián y a mí. Subimos y algo hizo que todo se volviera negro. No recuerdo más. –Wen y yo nos miramos. Josh no ha podido ser el causante después de todo. - ¿Qué ocurrió después? – Me aclaro la garganta para contarles lo que ocurrió después de la primera explosión. Omitiendo nuestra conversación.

- ¿Así que hemos vuelto al campamento? – Xián lleva un buen rato pálido. No es fácil para ninguno de nosotros recordar lo vivido. – No puede ser. Detuvieron a todos los implicados.

- No a todos. – Replica Wen apoyado sobre una columna. – Anne destruyó toda la base de datos. No podemos estar seguros de que no hubiera más gente detrás del experimento.

- Es cierto. – Digo. – Los que nos secuestraron sólo eran marionetas seguramente y ahora la persona que lo controlaba todo ha vuelto a por nosotros.

- ¿Es que no vamos a poder acabar con esto nunca? – Se queja Vanesa. – Estoy harta. ¿Qué hemos hecho? ¿Por qué la paga con nosotros?

- Nosotros destruimos una de las principales bases de reclutamiento, porque estoy segura de que hubo más. Amenazamos todo lo que tanto les costó construir. Si han vuelto es porque ahora son más fuertes.

- Si los hemos descubierto una vez, volveremos a hacerlo. Además, ya no tenemos dieciséis años. Nosotros también somos mejores.

- Xián tiene razón. – Wen vuelve con nosotros. – Sin olvidar que nosotros tenemos algo que ellos quieren.

- ¿El qué? – Pregunta Amalia.

- Al sujeto más valioso. El que superó todos sus niveles. – Los ojos de todos se ponen sobre mí. – Tenemos a la chica que los destruyó.

*FLASHBACK*

El monitor de nuestro bloque nos guía a la sala de reuniones. Una vez allí tomamos asiento en las mesas asignadas a nuestro equipo: los Hawkings. Vanesa y Amalia se sientan conmigo. De lejos distingo a los chicos hablando con uno de los monitores. A saber qué están tramando estos dos ahora.

- Bienvenidos a todos y a todas. Esta noche, la actividad no será ver una película, como ayer. – Se oyen algunos abucheos de fondo. – Será algo todavía mejor. Esta noche jugaremos al scape-room. – Al pronunciar esas dos palabras los rostros de todos cambian de aburrimiento a interés. – Para los que no lo sepan, este juego consiste en lo siguiente. – La pantalla que el monitor tiene detrás se enciende. En ella se ve una habitación llena de rompecabezas. – Os dividiremos por grupos, cada grupo tendrá tres chicas y tres chicos. Os meteremos en una de estas habitaciones especiales insonorizadas. No tendréis contacto con el exterior. Sólo estaréis vosotros seis con vuestra mente. En esta habitación hemos escondido una serie de pruebas, juegos y rompecabezas. Si lográis resolverlos las puertas se abrirán y podréis salir, si no es así, me temo que os quedareis atrapados el resto de vuestra vida. – Conor sonríe cínicamente. A mis compañeras de bloque les encanta por su sonrisa y su belleza, a mí me da asco. No me cae bien. Y el hecho de que se haya enrollado con varias alumnas no lo mejora. – Os hemos observado en las distintas actividades de esta semana y hemos decidido agruparos según vuestras aptitudes. Los primeros en participar serán: - Extrae su teléfono móvil del bolsillo, teclea algo y enseguida canta los nombres del primer grupo. – Vanesa Rodríguez Cobo, Amalia Rodríguez Cobo, Wenceslao Vidal, Isaías Gil, Xián Mouriño... Anne Garnett. – Me alegro de que me haya tocado con mis amigos. A Isaías no lo conozco tanto, pero creo que es muy listo, por lo que dicen. – Que se levanten los nombrados y sigan a James hacia la habitación asignada. – Desde las distintas zonas del auditorio veo cómo se levantan los chicos, Amalia, Vanessa y yo hacemos lo mismo y los seguimos. Cuando paso por delante del escenario no puedo evitar lanzar una fugaz mirada a Conor. Juraría que se ha reído cuando lo he hecho. Un destello de maldad cruza su mirada cuando no le devuelvo la sonrisa.

Cicatrices del Universo #Grenns2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora