La Dulce Mentira

Parte 2

Y mientras que los sonidos del mundo a su alrededor se Indiana en una oscuridad perpetua llena de lamento vano y vago, pero qué, a pesar de todo, todavía estaban allí. Asechan en la sombra voces infernales llenas de pericia y ambición. Las voces fantasmas de los caídos han de ser. No seas tonto, no vienen a por tí, solamente a robarte tus recuerdos y todo ajeno a tí y los tuyos, inclusive a la sangre y la carne, pues, después de todo la sangre pesa más que el agua y el corazón más que la mente... ¿O podrías desmentirme?.

_______2. Escarlata______

Entonces el lobo con una sonrisa observaba lo que tenía debajo de su ser, no distinguía en su rostro que ella estaba en shock, su mente yacía nublada desde hacía varios segundos. Ella estaba segura de que moriría en ese lugar, de un zarpazo, un arañazo o una mordida, daba igual cualquiera podría matarla.

—¿Por qué pones esa cara?—Él río un poco burlesco—. ¿Qué acaso no te agrada verme?.

Ella no parecía ni siquiera reconocerlo un poco, cosa que lo entristeció profundamente haciendo que se levantara y se sentará junto a ella. Con voz lastímera se atrevió a preguntar:—¿Hacia dónde has de dirigirte?.

—...—Sin embargo ella no respondió en absoluto.

Entonces él tomó del suelo camelias y se las entregó mientras se iba, calleron sobre su rostro con brusquedad (pues ella todavía estaba en shock y no se había levantado del suelo). Pronto el lobo huyo de la escena.

Ella creía que moriría sobre ese mismo suelo, sin embargo nada ocurrió... Era un poco extraño.

—¿Debería levantarme ya?—Se preguntó así misma en un murmullo.

¿Cómo era posible aquello?. Según los rumores de la mala lengua tendría él que ser tan fiero y temible como una hiena ¡Oh!. ¡Las hienas son animales de mala muerte!...

Pronto, con el temblor de sus piernas trató de seguir en pie, caminando sin cesar, trataba de ni desfallecer en el camino. Sus orejas estaban un poco torcidas del temor. Encontró entonces al mismo lobo más adelante, era algo extraño pero... ¡¿Cómo se le puede llamar normal a tal bosque de falsa apariencia pero que realmente debería de se fama mundial?!.

Sonrisa retorcida es espeluznante,
Sus ojos que transmitían parsinomía
Todo le resulta asfixiante.
Fluye como quiere la insolente ironía
Que su mente no evadía.

—¿Hacia dónde te diriges?—Le preguntó el lobo directamente con siniestra sonrisa encajada en sus labios.

—¿Es necesario ese conocimiento?—Le respondió con nerviosismo.

—¿Es que acaso me lo estas negando?—Le respondió el lobo colocando una mano en su hombro.

—N...No, discúlpame, me dirijo a la casa de mi abuela—Le respondió la coneja.

—Y ¿Qué es lo que llevas?—Preguntó elevando la tela que llevaba la canasta.

—Sólo es pan ¿Quieres un poco?—Le preguntó tratando de sonreír pero era claro su pánico.

—Disculpa, prefiero la carne—Le respondió observándola con una mirada oscura.

Era insólito, otra vez el lobo se iba, pero esta vez con una sonrisa en su rostro:—¿Puede ser más raro éste día?.

Pronto se detuvo frente a la puerta de la que era su abuela. Era una cabaña que apenas y se mantenía en pie, las tablas crujen y rechinan mientras que el oro en el cielo quema la piel de Yashiro, el calor en los días de verano es asfixiante.

Toc Toc

Tocó la puerta a la espera de la contestación. Pronto la puerta se habrío lentamente produciendo un siniestro chirrido por las bisagras que estaban sin cuidado alguno y de la oscuridad se asomó una cabeza.

—Así que hasta llegado hasta aquí—Le dijo el ser mientras sonreía malicioso.

—¡Pero si usted es...!—Quizó decir la niña.

—¿Cómo puedes tú criticarme?—Le preguntó con la misma sonrisa que el lobo quedé hacia poco había visto.

Era el hombre que le había dado pan por la mañana, al haberse retirado el abrigo se notaban en él unas gigantescas 8 patas, era una araña.

¡Oh qué terrible casualidad más cruel!.

—¡La he atrapado!—Le dijo la mujer con aspecto de zorra—. ¿La comemos ya?.

Y ahora la descuartizaían para hacerla caldo... Sería un mal final...

—¡Déjenme ir!—Gritaba la coneja con temor.

—Lo lamentamos, pero pocas veces osan pasar por aquí otros seres y estoy harto de comer hiervajos—. Se quejó el hombre pues hacía un tiempo insectos pequeños no venían.

—¡Olvida la sazón!. ¡ES HORA DE COMER!—Dijo la zorra antes de clavarle el diente.

¿Un poco triste no?, Pero después de todo, ¿qué se puede esperar de algo que tiene una portada tan mala?. La sangre que fluye es de las flores, las flores se vuelven escarlatas y el espejo que todo refleja llena el mundo en su totalidad ¿Podrías entenderlo?, Es un poco simple si lo piensas...

Después de todo... La muerte no es más que otro aspecto de estar vivo.

[El ciclo de lo inmortal, suele no ser presencial]