"Celos" #29

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                 AMILA YOUNG
Capítulo # 29
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Al llegar a la puerta del colegio veo a alguien que al parecer me esperaba con ansias.

La sonrisa de Aron al verme fue agradable, combinó con mi alegría, fue como un brillo apagado que solo yo pude ver. Mi felicidad se mezcló con su sonrisa y causó una extraña sensación, como las estrellas muertas que brillan aún después de morir.
Como un campo de luciérnagas por la noche. Así se siente esto.

—¡Estás hermosa!—me observa al momento en que me abraza con mucha alegría.
—¡Gracias!—fue mi respuesta, aúnque sé que soy hermosa a todas horas y no es por ser creída...
—¿Qué película vamos a ver hoy?—le balbuceo al momento en que vi a Connor con sus manos en la cabeza y con una preocupación en su rostro.
—¿Te gustaría ver el payaso it's?—cuestiona en un tono no muy seguro.
—¡Por favor que no sea nada de ciencia ficción!—le susurro mientras vamos caminando hacia nuestra sección.
—¡Pero no es ciencia ficción!—añade sabiendo que no está en lo correcto.
—En verdad sí lo es ¡Toda película de terror tiene ficción!. ¡Por Dios! ¡Quién no sabe que Stephen King solo escribe ficción!—exclamé mientras miraba su rostro.
—¡Eres muy observadora!— responde mientras deja salir ese brillo apagado de su boca.
—Un halago no te salvará—le replico mientras le sonrío también.
—Está bien ¡Cero halagos!—Bromea de manera graciosa y mirando mi sonrisa.

No sé que se traen estos dos, pero de repente veo como la maestra de literatura se sube en la espalda de Connor de manera muy romántica.
Eso dolió y no puedo negarlo, eso hizo que mi sonrisa se desvanezca.

—¿Qué pasa?
—¿Por qué lo llama Coleman?
—¿Por qué tanto romance?

Aúnque la caminata hasta nuestra sección se hizo un poco interesante, al final llegamos a ella y la maestra de Geografía nos esperaba.

Me dirijo a mi asiento y él al suyo, estamos a dos hileras de distancia y aún así siento su mirada puesta en mí.

Noté a todas las chicas mirándolo como si fuese nuevo en la sección.

En verdad no sentí nada por eso, sé que ahora no pasará nada con las chicas, pero si llego a despertar algún tipo de sentimiento por él, sé que algo tan sencillo como esas miradas despertarían mi lado salvaje.

—¡Abran su libro! seguiremos trabajando con el artículo nueve—Exige la maestra y hice lo que pidió.

Algunos siguieron los pasos de la maestra, mientras que otros suspiraban en forma de cansancio, como si la clase no le importara.

—Quién no quiera tomar mi clase o se sienta irritado, puede salir sin problemas. Dice la maestra mientras todos nos quedamos paralizados por ello. Luego de varios segundos dos chicos del fondo recogen sus mochilas y cómo si nada pasara salieron del salón de clases, pero eso trae sus consecuencias.

Las preguntas comenzaron y las personas a la vez estaban contestando.
Los minutos volaban y el día iba súper aburrido.

—¿Quién hizo la tarea?—pregunta la maestra y mis ojos se abrieron grande al momento en que recordé que no la hice por estar observando a cierta persona y por estar chateando hasta tarde.
—Era lo que faltaba.

Luego de un buen rato y después de pasar una gran vergüenza por ser la única que no hizo la tarea, llegó el momento de salir al patio.
Todos van en los pasillos caminando hacia afuera.
Todo es tan increíble que el momento parece mentira.
—Esta felicidad no la cambio por nada del mundo.

Vamos directo a nuestro lugar hasta que volví a verlos, tan juntos y tan cerquita como lo han estado desde la última vez que los vi.

—¡Tu almuerzo se enfriará!— escuché decir a la maestra Margot y eso me hizo explotar y salirme de mis casillas.

No Te PertenezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora