"Egoísta" #2

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AMILA YOUNG
Capítulo #02
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—Para mí, y sólo mío...
Ese era mi egoísmo en carne viva, que él sea sólo mío y por eso no dejaría que nadie se entrometa en mi camino.

Cuando lo veía mis ideas se ponían patas arribas, mi cabeza no encontraba sitio y mi corazón latía muy rápido, ¡Nunca me había enamorado de tal manera!

Su mirada me atrapó, me encerró en un amor que yo nunca antes había sentido y por eso sólo lo quiero para mí, porque con sus gestos me llenó el alma y sin conocerlo me cambio por completa.

Es perfecto, todo eso que él llama defectos a mí me enamora cada día más. Es mi mundo, la única persona a la cual me entregaría sin pensarlo pero, ¿cómo hacerlo?

Cargaba con él una bella chamarra azul que me hacia identificarlo a kilómetros y al verla el corazón me palpitaba velozmente.

Su forma de caminar y de mirar me hacían explotar... yo entraba muchas veces a su salón pero él no me notaba, parecía como si no me viera, como si para el no existiera. Yo parecía invisible para él. Las ganas de tocarlo y de hablarle me hacían parecer como desesperada pero, nadie lo notaba, sólo yo sabía lo que sentía, es un sentimiento muy grande que llevo dentro de mi alma.

Pero para mi buena suerte...

Un día inesperado mi prima de una manera u otra tuvo que cambiar su teléfono y para mi buena suerte dejó su antiguo teléfono encima de su cama el cual yo revise como loca para encontrar su número telefónico y al final ¡¡Lo encontré!!...

—¡Aquí está!—Dije sin poder aguantar las ganas de escribirle.

Al llegar la noche, justamente a las ocho y cinco de la noche, le escribí porque moría de ganas de hacerlo.
Estaba triste y no sabía que hacer, era mi cumple años número diecisiete y no iba nada bien, me sentía muy rara.

Escuché el teléfono soñar y mis vellos se pusieron de puntas. creí que no contestaría. Pensé al ver un —"Hola"— en mi pantalla, sonreí y le dije lo mismo —"Creí que no contestarías— le envíe.
—¿Quien eres?—Me pregunto desconfiado.
—Alia— Mentí.
—No te conozco ¿eres de por aquí?—Me preguntó cómo si quisiera conocerme, o al menos eso sentí.
—No—le dije nerviosa.
—Pero, ¿quién te dio mi número telefónico?—preguntó y yo no sabía que responderle.
—Eso no te lo puedo decir—le dije tratando de evadirlo.
—¿Que quieres de mí?—sentí algo frío que se tornaba en mi estómago.
—Espera, tengo una excusa— le dije para que no se fuera.
—Solo no tenía que hacer, es mi cumpleaños número diecisiete y estoy súper aburrida. Mi padre aún no me felicita a estas horas al parecer se olvidó de mí y lo único que hago es estar centrada en mi día aburrido— expliqué.
Pero al menos estas tú para que lo mejores un poco—añadí como excusa, aunque tristemente era la verdad.
—¿Pero que puedo hacer yo?— dijo él tratando de saber más sobre mí.
—Te diré la verdad— empecé a hablar. En verdad no me llamo Alia —¡perdón!— pido disculpas por mentir— En realidad soy una chica que te espía siempre en el colegio y que no deja de mirar tu sonrisa tan encantadora, enserio cada gesto tuyo me hace feliz aunque tú no lo sepas y aunque no sepas ni quién soy. Pero te juro que lo daría todo por tí. Porque en tí veo algo que los demás chicos no tienen, sé que eres perfecto y aún no te conozco del todo. Sé que tu novia no te valora como mereces, sé que nadie te trataría como yo lo haría si sólo te tuviera para mí, aquí en este momento cuando mi mundo se cae a pedazos por culpa de mi padre. Pero te espío siempre que vas a cualquier parte, no te das cuenta porque soy muy fijilosa pero, te veo subir por las escaleras y te juro que siempre quise hablarte, sólo tenía miedo de caerte mal o no ser suficiente para tí. Sé que te gusta la escritura incluso estás escribiendo un libro, también lo leeo y sé que eres perfecto y diferente a todos porque no todos hacen eso de escribir novelas románticas.
También sé, que estás desencantado de tu pareja porqué no te da esa atención que mereces y perdón pero, ella es una estúpida por no valorar al chico perfecto. ¡Por Dios!
Dios le da pan al que no tiene mandíbulas, Buen dicho.
Soy directa y ella no te valora, también sé que pusiste sus iniciales en la esquina del pizarrón de tu salón para presumir a alguien que no te valora como debe ser.
Sé que ella valora más a sus amigos que a tí, nunca los veo juntos en receso ni en la hora de almuerzo. abre esos hermosos ojitos y date cuanta de que ella no te quiere.
Vale hablé demasiado le dije.
—Ya lo sabía—me dijo sin más.
—¿Por qué no nos hacemos amigos?—Le pregunté con ansias de que acepte.
—¿Cómo seré tu amigo? ¡Ni siquiera sé tu nombre real!—replica.
—¡Ah! Cierto, Me llamo—Amila Young, pero puedes llamarme "Mila".

—Vale, ¿por qué no pones tu imagen del perfil?—Me preguntó y es que no puedo darle mi verdadera identidad.
—Es que soy fea—le dije toda sonrojada y tratando de que no me presione a hacerlo.
—¡Eso dicen todas!—me dijo y al leer eso me puse toda colorada, no, mejor dicho, parecía un arcoiris parpadeando.

—Solo te digo algo—empieza a decir. Soy muy frágil y frío. Tal vez las personas te hablan de otra manera sobre mí. Tal vez esas personas que te hablan de mí no saben tanto sobre mi vida, porqué hay locuras que nunca revelaría sobre mí, pero ya que estás aquí y que dices que puedo hacer tu noche feliz tendré que esforzarme, aunque, no sé si puedo ser tu superhéroe, porque estoy destrozado ahora mismo aunque no lo dé a demostrar, pero tratare de hacerte feliz aúnque ni sé como hacer eso porque todas esas sonrisas que ves en mí, son más fingidas que sonrisas, sólo lo hago para que mis amigos no se cansen de mí, porque tengo este corazón en un cubo de hielo y juro que de ahí no va a salir nunca, porque se lo entregué a alguien y ese alguien sólo hizo de el una porquería y lo arrojó a la basura—me envía y me deja con la mandíbula hasta el suelo.

—Yo también te diré algo—le dije.
Soy una maldita egoísta y sólo te quiero para mí, así que saca tu corazón de ahí, porque si no lo haces tú, lo haré yo. Vale ya me tengo que ir a dormir adiós—le envíe el mensaje y apague el wi-fi del teléfono antes de que conteste.

Mi corazón quedó a mil latidos por segundo y mi respiración súper agitada.

No Te PertenezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora