"Día De Amigos" #4

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CONNOR COLEMAN
Capítulo # 04
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—¡Date prisa Connor!—escucho a Jackson que grita desde afuera—¡Vale!—respondo.

Primero pasamos por la casa de Jackson a buscar algo de ropa para irnos a la playa, luego pasamos por la mía pero, mi habitación estaba hacha un caos y por eso tardé un poco más que Jackson.

Respiro profundo antes de entrar a mi closet el cual está lleno de polvo.

—¿¡Dónde vas!?—pregunta mi madre detrás de mí—a la playa con Jackson— respondo y sigo buscando ropa.

Cómo Jackson es de mucha confianza mi madre siempre me deja salir con él a donde sea.

—¡Listo!—¡¡Terminé mi equipaje!!—¡¡Cuidense!!—mi madre siempre me dice eso al salir de casa.
Estaré bien mami—le doy un beso en la mejilla y me voy.

—Vamos—pensé que te habías muerto—me dice Jackson entrando al coche—ya sabes, el discurso de mi madre al salir—le contesto.

Tenemos que pasar por el super para comprar la comida y todo lo demás—le digo a Jackson.

—Está cerca—primero vamos por algo de combustible— perfecto le contesto.

Al rato de hacer todo eso, vamos en la pista y llevamos a medida de una hora en ella. Aún falta otra hora para llegar a nuestro destino pero, mientras tanto vamos hablando de todo lo que hacíamos en nuestra infancia y les juro que tenía siglos que no me reía tanto de algo, sin embargo todo el camino se convirtió en risas y carcajadas.
—¿Recuerdas cuando nos colamos a aquel patio a robar frutas y que el perro nos pillo y nos persiguió hasta llegar a la cerca de nuevo?—le pregunté— ¿como olvidaré ese día? Si el perro casi me muerde por lo cansado que estaba—contesto.

—¿Recuerdas aquella vez que hicimos que un chico se mojara sus pantalones del susto que les dimos en diciembre?—oh sí, eso fue épico—le contesto.

Todo era risa, hasta que al fin llegamos. Lo azul del mar me hace salir del mundo por un minuto. Me quedé mirando hacia el horizonte por lo hermoso que se ve, es como si mis ojos se conectaran al océano, pero Jackson me saca de mi gran sueño chasquiando sus dedos delante de mi cara—¿que te pasa?—pregunta—No, todo está bien—contesto.

Llegamos y desmontamos todo el equipaje.

La playa estaba más sola que nunca, solo habían algunas persona y entre ellas dos chicas que no dejaban de mirarnos.
Seguimos desmontando lo último que eran dos sillas playeras.

Dejo mi camiseta en el auto y Jackson hace lo mismo. Cómo hacemos muchos ejercicios físicos, nuestros cuerpos están definidos completamente; al parecer eso les atrae a las dos chicas.

Al cabo de un rato Jackson decide meterse al mar y yo decidí quedarme sentado observado las olas. Las dos chicas no aguantaron su curiosidad y se acercaron a mí.

—Está hermoso el mar—escucho que dice una de las chicas a mi lado—¡Oh sí!— digo y la miró desde los pies hasta la cabeza—¿Por qué no entras?—pregunta— solo vine a observar—añadí.
—¡Yo iré al agua!— dice la otra chica y se va caminando hasta llegar a la orilla.

—¿Está ocupada?— pregunta la chica señalando la silla vacía que está a mi lado—No, siéntate—le respondo acercando más la silla hacia mí.

—¡Sabes!—me dice mientras se sienta— la verdad me gustaría conocerte mejor, me llamaste la atención desde que llegaste y pienso que eres lindo y por eso me acerque a tí—¡Enserio!—digo sorprendido.
—Sí—asiente con lo cabeza—¿Estás sorprendido?—añade.
Nunca me habían dicho eso— digo como si estuviera sorprendido, aunque en realidad sólo me estoy haciendo la víctima como si no supiera nada, como todo un santo.

—¿Cómo te llamas?—me pregunta—Connor Coleman—contesto.
En verdad nunca había escuchado ese nombre—¿Eres de por aquí?—no, estoy a dos horas de aquí—contesto.

En verdad eres hermoso—dice la chica y una sonrisa pícara sale a la luz.
—¡Gracias!—contesto y también sonrió.

—Pues, ¿ Por qué no entramos al carro ?—Me pregunta mientras pasa su mano por mi pecho desnudo.
—asentí con la cabeza—¿Estás segura de esto?—pregunto antes de entrar al carro—por su puesto—responde con firmeza y deja salir otra sonrisa pícara de sus labios.

Ya dentro del carro, yo decido moverlo a otro lado donde tengamos más privacidad.
Mientras ella se quitaba su blusa, la observo antes de que quitará su sostén y tiene un cuerpazo, sin pensarlo la beso y se siente un poco extraño porque ella es una extraña, ni su nombre conozco y ya estamos en el carro comiéndonos.
Deslizó el asiento donde estoy y ella se me trepa encima y me besa como loca, bajo mis manos para quitar el pequeño botón que tiene mi pantalón y ella lo hace más rápido, baja sus dos mano hacia mi pantalón y quita el botón rápidamente. Entonces yo quité el suyo, mete su mano derecha en mi bóxer y toca mi dura erección y se forma otra sonrisa pícara mientras me besa. Mientras yo toco sus nalgas con mis dos manos ella quita su ropa interior y noto que está muy mojada —¿Acaso está enamorada?— me pregunto en mi mente y seguimos haciendo el momento perfecto. Sin pensarlo baja por mi torso desnudo y va depositando besos por todo lo que haya en medio, llega hasta mi erección,  me sorprende ver cómo la toma en sus manos y me hace sexo oral lentamente, con su lengua me hace enloquecer literalmente, lo hace tan bien que estoy a punto de pedirle que me deje entrar en ella. Pasan unos cuantos minutos y yo cojo la posición de arriba, la recuesto en el asiento, pongo mi mano izquierda en su abdomen y la derecha en su parte toda mojada. Bajo la cabeza haya que mis labios se encuentran con su parte húmeda y escucho un gemido salir de su boca, sigo haciéndolo y los gemidos hacen eco por todo el carro —¿Dónde aprendiste a hacer esto?—¡Por Dios!—pregunta y exclama entre gemidos.
No contesto y sigo haciéndole sexo oral. Después de un rato la giro hasta que su boca quedó hacia abajo saco una pequeña cosa del cajón ¡Sí, es un condón!. No me follaré a una desconocida sin usar protección. Me lo pongo y entró mi pene lentamente por su parte.
—¡Dios!— dejo salir un pequeño gesto para que sepa que me gusta lo que hacemos y ella empieza a gemir más y más duro mientras yo entro y saco mi pene de ella.

—Voy a venirme—la escucho gritar y le aceleró el paso—¡Dios no pares!—me dice y siento como el orgasmo está apunto de llegar a mí y la escucho gritar de placer al venirse, ambos lo hicimos. Al parar, nuestra respiración hace un gran eco por todo el carro.
En unos minutos nos cambiamos de ropa y yo vuelvo a colocar el carro en su puesto.
Veo a Jackson que viene caminando hacia nosotros con la otra chica al lado.
—¿Tienen hambre?—pregunta Jackson y todos asentimos con la cabeza.
En seguida llega una señora con los menú en las manos y todos pedimos nuestros platos. Todos los platos traían un poco de pescado y otras cosas, pero más pescado que todo.
Todos estamos comiendo y por la forma en que se comporta Jackson puedo jurar que se tiró a la otra chica—¡Te ves muy contento Jackson!—le digo sarcásticamente y todos reímos.
Al cabo de unas cuantas horas llega la de irnos y nos despedimos cordialmente, cómo si nada hubiera pasado entre nosotros.
—Que día ha Sido este—escucho a Jackson decir—¿Te la tiraste verdad?—le pregunté—sí, ¿y tú?—me pregunta—por su puesto que sí—le contesto riendo y dándole un saludo de manos— me la cogí sin condón—me dice y mis ojos se abren como platos— yo use el tuyo—pendejo yo lo iba a buscar pero el carro no estaba en su puesto—me dice.

Después de dos largas horas en la carretera, al fin llegamos a mi casa. Desmonto todo lo mío y me despido de Jackson y veo como se va.
Entro a mi casa y mi madre me espera con la cena lista.
—Llegué—digo al entrar—¿como les fue?—escucho a mi madre gritar desde su habitación—muy bien—contesto con una sonrisa pícara en mi rostro. Rápidamente me meto al baño, veo que las pequeñas gotas de agua se pasean por mi cuerpo sacando la tierra de mi cuerpo y todo el sudor, mientras eso pasa recuerdo cada caricia que esa chica me hizo. ya afuera voy directo a cenar y luego voy a mi habitación a reflexionar sobre todo lo que pasó hoy, en unos minutos me quedé dormido sin saber más nada sobre mí.
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