¿Un sueño o una pesadilla?

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Si alguien te dice que conoce cada aspecto de tu vida tanto lo que ya paso cómo lo que vendrá ¿le creerías? He incluso te dice que solo él puede traerte felicidad o ruina.

¿Qué tan miserable tienes que ser para tomar su mano?

¿Solo para poder aligerar el peso de tu pecho, aunque sea un segundo y te permita por lo menos tratar de coser las heridas en tu corazón?

"Yo lo lo creí, hice todo a mi alcance e incluso aposte mas de lo que podría dar y aun así...

Una mujer era sostenida por un hombre, la luz de la luna a través de la ventana se filtraba acariciando sus figuras, los besos eran apasionados, sus brazos rodeaban el cuerpo contrario.

Con un ahogo indescriptible y doloroso, a  simple vista se podría pensar que era apasionado y gentil, pero, en realidad solo era desesperado y ansioso.

¡EXPLOSIÓN!

Un fuerte ruido atronador dejo el lugar en un tétrico silencio, con una atónita mirada la mujer miro el rostro frente a ella. El hombre tenía una mirada de desesperación y dolor que no  pudo ocultar, poco a poco el cuerpo de ella perdió fuerza y la fue recostando en el suelo con un fuerte abrazo.

"Miranda sabes que te amo ¿verdad? Yo- yo no sabía que más hacer, te lo juro." Ella sonrió desdeñosamente, sin responder.

Él, al ver su sonrisa sintió como si estrujaran su corazón y un agudo dolor subiera desde su pecho hasta la garganta.

Su respiración se fue aminorando y el dolor en su costado era casi insoportable, pero no lloro ni pidió ayuda, simplemente... espero...

Miro al hombre que la abrazaba, como si viera un chiste, su respiración se fue dificultando y fue cerrando los ojos poco a poco.

En un momento de pánico y horror él la apretó contra su pecho con desesperación.

"¡Miranda por favor! ¡dime algo! por favor...." su voz se fue apagando y a cambio obtuvo un casi inaudible, frío, pero firme susurro.

"Suéltame."

Ahogándose en llanto, balanceándose con desesperación y abrazando fuertemente un cadáver.

Un joven y atractivo hombre corto sus venas, y dejo que su sangre se combinara junto con la de ella en el suelo, mientras la abrazaba, besaba su cabeza, mientras solamente un pensamiento inundaba su cabeza.

¿Cómo llegamos a esto...?

Una Realidad DistorsionadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora