Una Realidad Distorsionada

El hombre mas cruel de la novela

En la puerta, un hermoso hombre de cabello plateado, los esperaba con los brazos cruzados. "Así que era verdad, la bruja no mintió."

"¿Quién eres?" Pregunto Coco en guardia.

"No te importa, Miranda, vienes conmigo." En un parpadeo el joven apareció detrás de ella, justo cuando tomo su mano, noto que estaba sudando frió, y temblaba casi violentamente. 

Una sonrisa se dibujó en los labios de Al Can que no se había perdido nada, sorprendido y  casi sin pensar el joven la soltó y desapareció.

"Era él, entonces mi sueño" en cuestión de segundos la chica se desvaneció, Al, la sostuvo y Coco le introdujo una aguja, haciéndola levantarse por la fuerza.

"tus nervios son un fiasco, pero tus conocimientos pueden ser peligrosos" casi apoyándola, la arrastro al jardín frente a su casa. Se detuvieron frente a la fuente, Al poso su vista en ella, estaba a punto de hablar cuando una melodiosa y elegante voz lo interrumpió.

"Vaya, vaya. Entonces si tomaron en cuenta mis consejos." Se escuchó la voz una mujer sentada en una banca.  "sólo te diré una cosa señorita, todo debe seguir su curso."

Se puso de pie, y sin perder detalle de esa hermosa pero tétrica mujer, Miranda sintió un toque de familiaridad en ella. El viento sopló ligeramente haciendo bailar un poco los pliegues de su vestido blanco, sosteniendo su sombrero miro de reojo a Miranda y se alejó.

Haciéndola salir de su trance escuchó otra vez, esa magnética pero aterradora voz.

"Dime, ¿recuerdas algún lugar con agua en mi casa?" Preguntó Al con una sonrisa curiosa, Coco no le quitó la vista de encima y esperó su repuesta.

"¿Agua? Si.. hay una fuente en uno de los jardine . . en ese momento Al jaló su mano bruscamente, haciéndola tocar el agua.

Ante sus ojos, vieron como se abrió una gran grieta, bastante iluminada. 

"De verdad funcionó." Dijo Al fingiendo incredulidad.

Como con el agua jaló a Miranda y la cargó.  "hora de irnos." Miranda no pudo evitar enroscarse asustada apretando los puños.

"Lo siento madre" pensó tratando de mirar su casa por última vez.

Pero no pudo...

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Alguien mas se fue acercando al lugar.

"Vas a ser un verdadero dolor de muela." miro la mano con la que había tocado a Miranda,  un momento después, saltaba detrás de ellos.

Miranda sintió la caída cómo si hubiera sido un salto en bon ji, debido a su vértigo no supo en que momento se aferró a la ropa de Al, acurrucándose en su pecho. Después de unos minutos, la caída se convirtió en una tranquila subida. Levantó la mirada y distinguió que se acercaban a una salida con agua, pensando que podía ser un lago o río trato de contener el aliento, de poco le sirvió dado que sólo era una ligera capa. Con un salto cayeron a poco menos de un metro de la fuente.

"¡Que bien que haya regresado mi señor!"  Se escuchó el grito de un hombre. Se acercó otro y comenzó a hablar con Al Can, poco después salió Coco que, al momento de salir ya había desenvainado su espada. Al arrojó a Miranda al hombre frente a el  "Con tu vida respondes por ella." dijo con un tono grave y amenazante, el hombre se sorprendió un poco pero la tomó de los hombros sin soltarla.

Miranda abrió los ojos sorprendida y casi sin poder respirar vio al hombre que se quedó de pié en la barda de la fuente.

"No mames." Dijo tapándose la boca con una mano, Coco que estaba detrás de Al vio su reacción.