3.La Era de Shawn (parte 3)

969 37 140
                                    

N/A: ¿Recuerdan que dije que me iba a demorar en actualizar? La cuarentena me tiene mal así que tengan.

PD: Comenten porque son la razón que me hace seguir escribiendo.

***

No recordaba en qué ciudad ni hotel se encontraba, ni siquiera estaba seguro del día que era. Seguía tan exhausto que juro que estaba alucinando cuando despertó y vio a Camila recostada a su lado en la cama.

Recordó todo lo que hablaron antes de que cayera dormido hundido en su torso. Ella lo consintió por lo que parecieron ser horas, acariciándolo y susurrándole que era perfecto y nadie se equiparaba a él, que no tenía que temer, que pronto estarían juntos y podrían ser felices para siempre.

Nada pasó a mayores, estaban demasiado agotados para ello y digamos que el ambiente no daba para más con Shawn sufriendo ese mental break-down por primera vez frente a ella. Anoche lloró pensando que lo aborrecería por ser tan débil y patético al demostrarle que tenía miedo, peor aún: miedo de ella yéndose con alguien más.

Pero Camila se quedó y allí seguía para consolarlo. Shawn suspiró aliviado al verla durmiendo absorta, al parecer ni descolocada por lo ocurrido.

«No huyó de mí. No como las demás», pensó aún avergonzado por esa experiencia en particular. Había sido hacía un par de años, apenas y había cumplido los dieciocho cuando pasó la noche con una mujer, no recordaba si una modelo o agente, solo sabía que se fueron juntos al hotel después de una fiesta y culminaron con él despertando completamente solo en la cama.

Nunca supo qué hizo mal. Tal vez ella se arrepintió de lo ocurrido, de seguro se percató de su error, tal vez no se la pasó tan bien, tal vez él no hizo lo que le gustaba, tal vez fue muy monótono, tal vez no duró lo suficiente, tal vez ni siquiera duró en lo absoluto antes de espantarla. Tal vez él espantaba o ella ya tenía a alguien más, como Camila.

O, lo más probable y que se negaba a creer, tal vez esa mujer se lo tomó como un chiste y simplemente quiso pasar la noche a la ligera con un chico y se escabulló antes de que sonara el despertador. Eso era todo. Había sido algo casual después de todo; que Shawn hubiera creído lo contrario era su culpa, no la de ella.

Agradeció a los cielos ver que Camila efectivamente siguiera a su lado en la cama. Suspiró aliviado y cerró los ojos disponiéndose a descansar por el resto del día.

Y entonces su teléfono sonó.

La sintió removerse para contestar. Pensó que se trataba de una alarma, pero era una llamada. Ella contestó somnolienta y con la voz ronca.

—¿Sí?

Dios, sonaba tan grave y serena. ¿Era raro que le gustara tanto? Shawn sonrió cautivado por sus entonaciones. Deseaba poder oír su voz sonar así para siempre. Rogaba porque esa llamada acabara de una vez y que pudieran desayunar juntos. Pedirían algo para la habitación y pasarían el resto de la mañana allí encerrados, se saltaría el gimnasio con tal de hacerlo. Tal vez le diría una mentira a Andrew para que lo excusase y lo dejarán quedarse allí todo el día. Tal vez podría estar con ella hasta que les tocara tomar el siguiente avión. Tal vez ella iría con él. ¿Quién sabe? Tal vez si se lo preguntaba, le diría que sí.

—Matt, no te enojes. No sabía que iba a viajar, me pilló de repente. ¿Gian no te dijo?

Oh, es cierto, Matthew existía.

—No, no te preocupes, volveré en un par de días. No, mi mamá está en casa, tenía cosas que hacer con Sofi. —Escuchó lo que fuera que él estuviera diciendo—. ¿Quieres dejar de decir esas cosas? Estoy sola, no vine a verlo, ni siquiera sé en qué ciudad está. Yo vine a ver algo de una revista, Gian tiene que haberte dicho.

WHY (Shawmila)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora