13.La Era de Nosotros (parte 4)

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Para saber por qué todo se fue a la mierda simplemente se necesita una palabra: 2020. No me parece necesario aclarar más.

Gracias a la condenada e inesperada pandemia de Covid-19 todo el mundo se vio forzado a confinarse en sus hogares indefinidamente. ¿La peor tragedia? A Shawn le tocó hacerlo en el de Camila.

No sabía a quién culpar: los chinos, Rusia, Bill Gates o al universo por siempre estarle cagando la vida. Justo cuando pudo huir, le cerró las puertas. Más que eso, se las estampó en la cara y ahora no le quedaba más que aguantarse hasta que ese condenado virus dejara de propagarse y colapsar los hospitales.

Esto no hubiera sido tan terrible de no ser porque literalmente todo estaba cerrado, incluso los hoteles. Se pasó toda una hora llamando hasta hostales de mala muerte con tal de encontrar un sitio lejos de esa casa, pero no había ninguno disponible. No tenía a dónde más escapar, ni siquiera el maldito patio porque ahí estaban los condenados perros esperando por atormentarlo.

«Estoy acabado. Ella sabía de esto, fijo sabía. Ella tiene que haberlo sabido. ¡Esto es su culpa!» Solo lo decía porque Camila no le había más que quitado todo lo que amaba.

Negó frenéticamente y marcó a su padre rogando porque contestara pues ya no sabía a quién más acudir. Necesitaba ayuda. Quería que su padre fuera a salvarlo.

—¿Shawn? —dijo Manuel al tercer tono—. ¡Hasta que llamaste! ¿Pudiste volar a Canadá? Tu madre está vuelta loca.

¡¿Es Shawn?! —Se oyó el grito de fondo de Karen quien casi que empujó a Manuel para arrebatarle el teléfono—: ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Tienes comida y papel higiénico? Oí que necesitamos mucho de ese, Manny agrégalo a la lista. ¡Aali, apresúrate, tenemos que ir a la tienda!

Ni idea de qué clase de alboroto había del otro lado de la línea, pero Shawn podía imaginarse a su familia poniendo la casa patas arriba. Agradecía que ahora todo el tema de su noviazgo de mentira y el bebé falso pasaran a segundo plano. Deseaba que se olvidaran por completo del tema para jamás tener que hablarlo.

—Estamos en crisis, ya vente a casa. —Dijo Manny al recuperar el teléfono.

—No puedo, estoy en Miami.

—¡¿Cómo que estás en Miami?! Jovencito, ven a casa ahora mismo. —Chilló Karen volviendo a quitarle el teléfono a Manuel.

—Cerraron todas las aerolíneas.

—¡Pues ven en coche!

—Estoy en la otra punta del continente y ya cerraron las fronteras. Literal que no puedo irme. Estoy atrapado.

—¿Y estás solo? Dime que por lo menos Andrew está contigo.

Sus padres estaban así de preocupados pues parecían olvidar que el chico ya no tenía siete años. Suponía que su pánico general se debía a la amenaza inminente del virus; como si teniendo a su hijo al lado fuera a impedirle contagiarse.

—Estoy con Camila.

—¿Con Camila? —dijo Aaliyah uniéndose a la llamada—. ¿Qué haces con ella? ¿No estaban peleados? ¿Acaso volvieron? ¿Qué pasó con todo lo del be--

Shawn cortó la llamada e ignoró las que le hicieron. No quería hablar al respecto, jamás estaría listo para discutirlo. Por lo menos ahora su familia sabía que estaba vivo, no necesitaban saber más.

Muy bien, ¿Qué se suponía que hiciera ahora? Estaba atrapado en casa de Camila, apenas con una maleta y unas pocas prendas a su nombre. ¿Cómo iba a sobrevivir así? ¿Cuánto tiempo siquiera se suponía que tendrían que estar encerrados? Los noticieros no decían nada y Andrew seguía en su implacable misión por hallar una forma de trasladarlo a través del mercado negro y regresarlo a California; lo necesitaban produciendo su álbum, no encerrado en otro maldito estado.

WHY (Shawmila)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora