ASFIXIAR [BNH]

06

Reinicio.

Este nuevo capítulo de mi vida parecía ser un poco más colorido, sentía como finalmente las cosas me estaban saliendo bien, o bueno, mejor de lo que me salían antes.
Todavía me golpeaban, todavía tenía errores y aún me castigaban, pero ahora tenía algo más de fuerza para resistirlo.

Touya se convirtió en mi nuevo mejor amigo, llenó el vacío que Kai había dejado y con ello poco a poco dejé de pensar en él.

Touya era popular y eso de alguna manera me estaba ayudando a integrarme pues él se negaba a participar en alguna actividad que no me incluyera. Por primera vez recibía atención, una que no quería pero que de igual manera estaba disfrutando.
Él y yo no necesitábamos a los otros para divertirnos, solos los dos podíamos hacer mucho como escapar de castigos, hacerle bromas a los tipos pesados e incluso escapar de la vigilancia de nuestros hogares para bajar hasta el río donde nos metíamos y comenzábamos una guerra de chorros de agua.

Internamente comenzaba a compararlos. Con Kai no salía y solo pasábamos entre lecciones y limpieza, en realidad eso no era diversión, pero yo era tan solitario que lo creí así. Touya me estaba mostrando un nuevo mundo, él me enseñaba lo que era la diversión y lo fascinante que era la adrenalina al romper las reglas, jugarme la contra el reloj y la ciega confianza de mi padre en cuanto a mi sumisión.

A Touya no le gustaba su casa y yo no soportaba estar en la mía, así que aquel riachuelo se convirtió en nuestro lugar especial y secreto; atravesando el bosque detrás de nuestras casas, todo derecho, nos esperaba un río de agua cristalina que siempre estaba tibia. En ese lugar podíamos ser nosotros mismos, jugar y gritar lo que en casa no podíamos. Nos ensuciabamos de barro y hojas, mientras que nuestros cabellos desordenados tenían rastros de pasto y tierra, era fantástico.

Hacíamos un montón de estupideces, como ver quién podía llegar más lejos con un chorro de orina. En ese bosque los herederos de la casa Shimura y Todoroki desaparecían para permitir que Tenko y Touya fueran libres.

Tal y como era de esperarse, nuestros padres jamás se dieron cuenta de nuestras escapadas.

-Sabes Tenko, a veces pienso que me gustaría escapar de casa ¿Tú no?

-La verdad no, no tengo otro lugar a donde ir y no quiero dejar a mamá y a Hana. Tampoco a mis abuelos

-Yo tampoco quisiera dejar a mis hermanos y a mi madre, pero me siento cansado y siendo sincero, estoy empezando a odiar a Shoto

La vida de Touya no era fácil, él lidiaba con muchos más problemas que los míos, su padre era un hombre que daba miedo. Lo llegué a ver un par de veces cuando me ocultaba entre los arbustos, tenía una mirada muy penetrante que te helaba la sangre y en su casa se notaba que todos le tenían miedo. La madre de Touya era una mujer que lucía muy frágil, como una muñeca, cuando visitaba la casa le veía con golpes en la cara, vendada, pero siempre me recibía amablemente, sin llorar aunque se notaba que le dolía.
Lo podía adivinar, sé cómo se siente tener que contener las lágrimas a pesar de que te duela el cuerpo.

Todo mi ser deseaba salvar a Touya, quería hacerlo sentir mejor, ayudarlo. Pero sus líos eran algo demasiado grande para un niño de mi edad.
Todavía recuerdo la noche de viernes cuando algo me asustó en mitad de la madrugada, golpes en mi ventana, me asusté mucho y me quedé inmóvil sin querer abrir los ojos, hasta que una voz conocida pronunció mi nombre.

-Tenko, Tenko-era Touya, rápidamente me desperté y me acerqué a la ventana para abrirla y dejarlo entrar

-Touya ¿Que te pasó?

Él venía con el ojo amoratado y le faltaba un diente, se notaba que había llorado, el cuerpo le temblaba así que no alcanzó a responderme, solo me abrazó y lloró en silencio, aferrándose fuertemente a mi. Estuvimos así por más de media hora, no sabía que decirle así que solo acariciaba su espalda con suavidad.
Esa noche Touya durmió conmigo, él durmió, y yo lo vele toda la noche, preocupado por su estado, no pude pegar los ojos para nada, y aún así estuve listo temprano para ir a buscar algo que pudiera comer.