Siempre pensé que en ningún lugar podía estar tranquilo, que ningún sitio me acunaría como era debido y que pasaría cada minuto de mi existencia sintiéndome prisionero aún cuando mi estado legal era libre.
Extrañamente, en este lugar donde realmente soy prisionero, me siento libre y en paz conmigo mismo. Aunque no puedo ir más allá de las altas bardas que rodean el hospital, y todos mis movimientos son observados discretamente por enfermeras y guardias yo... me siento libre, me siento feliz.
Han pasado dos semanas, no, tres semanas desde que este lugar abrió sus puertas y me acogió gentilmente. En este lugar donde nadie es más importante que nadie, dónde todos duermen en calma gracias a la maravillosa melatonina* mientras que siluetas blancas resguardan las puertas para protegerlos de todo daño exterior o provocado. El Hospital Psiquiátrico Estatal es el lugar que desde afuera te dará miedo, pero dentro te hará olvidar lo que esté sentimiento significa, de hecho, te hará olvidar todo; lo que te gusta y lo que no, a tu familia, a tus amigos, inclusive tu propio nombre...
Entré aquí con esa esperanza, la de olvidarme de todo aquello que me ataba y me destruía, quería borrar todo y comenzar una nueva vida, una sin dolor, sin llanto, sin reproches ni reclamos, una vida dónde yo fuera el capitán y el único piloto, donde yo trazara el camino y decidiera sí seguirlo o no.
Esa vida es la que quiero.
Sin embargo, tengo la necesidad de hablar y contar mi parte de la historia antes de que esta se pierda entre las pastillas y las sesiones con electrochoques. Debo decir mi verdad, aquello que nadie conoce pero que todos juzgan. No me siento capaz de contarlo frente a alguien, o mejor dicho, no quiero hablarlo con nadie; no me gustan las personas, no confío en ellas, así que mi único confidente será este cuaderno y los bolígrafos que he recibido de parte de mi hermana, la única persona a la que me esforzaré por no olvidar ni dejar de amar.
He cometido un crimen, uno que muchos consideran atroz, le he arrebatado la vida a alguien... yo, le he puesto fin a la vida no solo de alguien, más bien de varios, y sí eso no me hiciera ya lo suficientemente despreciable para ti, tengo que agregar también que no me siento mal en lo más mínimo: el arrepentimiento se ha tardado en llegar, estoy empezando a creer que nunca vendrá a mi. Incluso cuando vi el rostro lloroso de mi amada hermana preguntándome porque lo hice yo no sentí nada más que paz y calma, incluso mi molesta alergia que me provocaba una horrible picazón ya no estaba.
Me siento bien, pleno y disfrutando por primera vez la vida. Puede que esto suene extraño considerando que a partir de hoy y para siempre estaré recluido en una clínica de rehabilitación mental, donde me perderé todo aquello que hace divertido la vida; convivir con tu familia, hacer amigos, salir de fiesta, enamorarte... ganar y perder.
No, ya tuve todo eso y no me gustó.
Eso que crees que hace tu vida satisfactoria me fue destruyendo día a día, de la manera más lenta y dolorosa, como sí clavaran mil agujas en mi carne.La convivencia con mi familia me hizo inseguro, pisaron mis sueños y me convirtieron en un muñeco vacío de aparador que sólo estaba ahí para verse bien.
Amigos ¿Uh? ¿Qué significa realmente esa palabra? Sí la primera vez que pude pronunciar esa palabra firmé lo que sería la sentencia de vida.
¿Fiestas? Lo siento, sólo tengo recuerdos horribles de estas.
Y el tan ansiado amor que se convirtió en la obsesión que me hizo sacar al demonio que vivía dentro mi.
No, yo no quiero nada de eso en mi vida de nuevo. Una existencia monótona donde solo debo dormir y tomar pastillas suena más seductora.
Aquí, sí no quiero hablar nadie va a obligarme, sí no quiero socializar con mis compañeros tampoco me castigarán, aquí puedo ser un cero y un 100 al mismo tiempo.
Sí debo comenzar a explicar porque hice lo que hice, debo llevar mis memorias a lo que fue el inicio de todo; mi tormentosa e infeliz infancia.
Sé que mi crimen es más actual, pero siento que todo esto es importante sí de verdad quieren entender el porque de todo.Por supuesto, con entender no pido que se apiaden de mí y me tengan lástima, su estúpida bondad no la necesito, no me hace falta, sólo mírame como lo que soy, un asesino y mientras te pierdes entre mis memorias no derrames una sola lágrima o retires tu sonrisa por un nudo en la garganta.
No es correcto sentir misericordia por una persona como yo.
Además, la simple idea de que alguien me tenga lástima me da demasiado asco.
Esta es mi historia, la historia de Tenko Shimura, o como todos me conocen ahora, Shigaraki Tomura.
//////
Haber, vamos a aclarar algunos puntos de la historia.
1-. Todo es un AU, los personajes son personas normales sin super poderes ni nada por el estilo
2-. En mi historia se toma como referencia la teoría de que Dabi es Touya Todoroki así que durante la mayor parte del fanfic en vez de usar el apodo de Dabi usaré el nombre de Touya
3-. Al igual que con Dabi, en el caso de Shigaraki se usará su nombre real que fue revelado en el manga: Tenko Shimura
4-. Todo será narrado desde el punto de vista de Shigaraki 👀 pueden pensar en esto como una especie de diario.
Y creo que es todo
Gracias por leer
No estaba muy segura de publicar esta historia pero alv mi alma necesita ShigaDabi para seguir existiendo.

ESTÁS LEYENDO
ASFIXIAR [BNH]
Fiksi Penggemar[Créditos de portada: AvrilAhmad] Tenía un deseo casi maniático de poseerlo porque él mismo fue quién sembró esa efermiza obsesión en mi. ☆✿________________________________✿☆ Esta es la cruda confesión del joven Tenko Shimura, o cómo fue rebautizado...