𝐇𝐄𝐋𝐏 𝐌𝐄

u n o

—¡¿TE ENCANTA ESTO NO?!  ERES UNA PERRA SUCIA Y SIEMPRE LO VAS A SER—gritaba la persona que alguna vez Yoongi amo con todo su corazón, destrozándolo.

El abuso constante estaba acabando con él, cuatro años de "relación" con quien creía que era el amor de su vida "Jeon Jungkook". Quien fue su primera y única pareja de la preparatoria con quien había aprendido el significado de amar.

Cuando cumplieron 1 año de relación se fue a vivir con el pelinegro. No le prometio lujos y riquezas, pero le prometió pasar el resto de su vida con el, hasta el final de sus días.

Yoongi estaba completamente enamorado y embobado del pelinegro que no se dio cuenta cuando este empezó a tener un comportamiento repulsivo hacia el.

Unos meses después de que el se mudara con el pelinegro, este empezó a portarse de manera posesiva y agresiva con el. Golpeándolo, violándolo, torturándolo, simplemente por el echo de darle un cumplido o hacer algo que no le gustaba.

Antes de que Jeon empezara a revelarse, veía a su familia todos lo fines de semana, salían a pasear, lo mimaba, lo tocaba, lo amaba y le demostraba cuanto lo valoraba.

Cuando los malos tratos de Jeon hacia el empezaron, se volvió tan vulnerable y manipulable que le daba vergüenza al saber que no podía hacer nada más que aceptar todo lo que hiciera el pelinegro, porque lo amaba.

Al principio creía que era solo una etapa ya que irte a vivir solo con tu pareja no es nada fácil, qué tal vez todo el estrés que tenía de haber empezado a trabajar y estudiar lo desquitaba con el. Sinceramente no le importaba al comienzo ya que prefería que Jungkook estuviera más tranquilo.

Un tiempo después lo empezó a golpear por cada cosa mal que hacía, si se olvidaba de hacer alguna tarea doméstica lo golpeaba. Lo golpeaba por su posesividad enferma, celos sin sentido al tardarse más de lo habitual al ir a comprar al supermercado, cosa que hizo que no lo dejara salir más. A Jeon no le gustaba que el peli rubio tocara el teléfono sin su consentimiento, le enfadaba tanto ver una llamada perdida o un número desconocido, y se volvía muy violento.

Todos alguna vez le dijeron que lo dejara, pero Yoongi dependía tanto de él tanto mental como físicamente. Porque lo amaba. Y porque era la única persona que lo había aceptado. Por el simple echo de ser el. No podía dejarlo.

El sabía que, se estaba  aferrado a alguien que ya no lo quería, y que solo lo usaba para satisfacerse y que algún día las grietas que se encontraban en su corazón se romperían. Pero aún así no se iría, no podía dejarlo.

—¡A QUIEN LE ESTABAS OFRECIEDO TU PUTO CULO!—decía enojado y cegado por los celos Jungkook.

Todo habia comenzado porque Yoongi estaba intentando llamar a su madre, llevaba 3 años que no la llamaba.

Su madre había estado llamando consecutivamente todo este tiempo, así que Yoongi intentó llamarla para que supiera que por lo menos estaba vivo, pero como no hubo respuesta decidió borrar el número para que el pelinegro no notara que había usado en teléfono sin su consentimiento. Pero al momento de pulsar el botón la puerta de la entrada se abrió rápidamente dejando ver al pelinegro.

Jungkook lo había encontrado con el teléfono el las manos, presionando el botón de borrar número. Este le arrebato el teléfono y le dio una cachetada tan fuerte, que lo dejó en el piso.

—J-Jungk-kook, n-no e-era m-mi i-nt-tension—dijo el pelirrubio entre hipidos. Intentando levantarse.

—¡¿ME QUERIAS ACUSAR VERDAD YOONGI?! ¡ERES TAN MISERABLE QUE QUIERES ACUSAR A TU MALDITO NOVIO QUE TE HA MANTENIDO ESTOS CINCO AÑOS! —decía enojado—Eres una puta malagradecida Min Yoongi—dijo el pelinegro golpeándolo de nuevo.