CAPÍTULO 2

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Hace unas semanas que tuve aquella discusión con Mati. Al principio se enfadó tanto porque desconfiara de él que decidió alejarse.Después se arrepintió y vino a buscarme a casa para disculparse.-Mara, tienes razón. He pagado contigo mis frustraciones en la universidad y me he alejado de ti. Linda es una compañera de clase que me ayuda bastante a estudiar, pero te juro que no siento nada por ella. Tu eres la única en mi vida. No sé a quien vería tu amiga aquella noche, pero te juro que me la pasé jugando a la play con los chicos. Llama al que quieras y le preguntas-. No sé porque quise creerle. Supongo que cinco años de relación le abalaban. Pero por mucho que lo intentemos ya no es como antes.

Hemos pasado la mañana juntos. Pronto empiezan los exámenes y va a recluirse en la biblioteca para estudiar. Así que a querido darme un poquito de cariño antes de alejarse de mi. Ahora está en la cocina cogiendo algo para comer. Tanto mimo nos ha dejado hambrientos. Eso si ha mejorado, desde luego. El sexo ha vuelto a ser fogoso y pasional, aunque a veces me vienen imágenes de él con otra y se me corta el rollo. Ya he tenido que fingir algún que otro orgasmo. El pobre se esfuerza, pero mi mente está en otra parte.


Su móvil se enciende y una ventana emergente aparece. Whatsapp. Linda le ha escrito un mensaje. Trato de no mirar, de no leer, pero mi cabeza sigue maquinando y sólo miro un segundo. "Hasta esta noche bonito". Eso no me ha hecho ni pizca de gracia. Pero ya me lo explicó, son solo compañeros de estudio. Yo también tenía compañeros cuando estaba estudiando y no significaba nada. Además que desde que discutimos está más cariñoso y romántico que antes.Aun así siento frío entre nosotros. Hay algo que sigue fallando.-Mi amor, traigo tortitas y gofres con mucho chocolate. -¿Y con plátano?- Pregunto con la boca haciéndose agua. -El plátano lo pongo yo-. Será cochino. Este chico se cansa menos que yo. -Tonto,quiero plátano y migas de galleta. Como cuando estuvimos en Grecia-.Hago pucheros y vuelve a salir del dormitorio con los platos. Dos minutos más tarde entra de nuevo. Sin platos y todo cubierto de chocolate y migas de galleta en su zona inferior central. -¿Así le gusta a la señorita?-. Comienzo a reír y a relamerme los labios. El mensaje de Linda se me olvida por un segundo y me lanzo a los brazos de mi chico. -Mi amor, dime que te has asegurado de que mi madre no estaba en casa cuando has decidido despelotarte en mitad de la cocina-. Su cara es un poema, pero recuerda que no le ha visto nadie,sino mi madre habría pegado un grito, y me mira juguetón.-¿Necesito una ducha o me va a limpiar usted, señorita?-. Y ahí vamos. Al ataque de nuevo.


Pasamos horas enredados el uno con el otro. -Cariño ahora si tengo que irme,he quedado con Linda para estudiar esta noche. Vamos a ir a una biblioteca 24h para poder concentrarnos mejor. Mañana por la mañana me paso a darte un besito de buenos días antes de irme a dormir.-¿Vas a pasar la noche en la biblioteca mi amor? Pero si no has dormido nada. No me has dejado dejarte dormir. -Tranquila princesa,ha valido la pena. Me tomaré un par de Red Bull antes de quedarme dormido sobre la mesa-. Me besa y se levanta de la cama.


Son las doce y no puedo dormir. Cuando Mati salió de mi casa yo caí redonda y me quedé profundamente dormida durante horas. Ahora no puedo pegar ojo. He pensado en llevarle algo de comer a mi chico.Antes lo hacíamos mucho. Cuando ambos estudiábamos casi no nos veíamos. Tras un par de meses estudiando juntos nos dimos cuenta que nos distraíamos mucho entre las estanterías. A veces para no sentirnos tan lejos, alguno iba a ver al otro a su biblioteca y le llevaba algo de comer y un paquete de Red Bulls. Eran nuestra droga en época de exámenes.

Así que me dispongo a ello. Cojo los gofres que quedan en la nevera. Los preparo como siempre y los guardo en un tupper. Bajo a la calle y paso por el chino a comprar Red Bull. Menos mal que todavía está abierto. Cojo el metro corriendo. Entre que voy, le veo, le doy un par de mimos y vuelvo, me cierran el metro, así que tengo que darme prisa.

Llego a la biblioteca donde se encuentra con Linda. La veo a ella, pero él no se donde está. Estará buscando algún libro o en el baño.Decido aprovechar para buscar alguna novela nueva que llevarme a casa para volver a retomar mi hábito de lectura. Encuentro un libro interesante y al salir de entre las estanterías les veo.

Me acerco a él por la espalda, quiero sorprenderle. Pero la sorprendida soy yo al ver como esa mujer se acerca a mi chico lentamente, le acaricia la cara con dulzura y yo me paralizo. No puedo decir nada,no puedo moverme, apenas puedo respirar. Entonces le besa. GENIAL.

Salgo de ahí despacio, no quiero llamar su atención, no quiero que sepan que les he visto, pero con las prisas me olvido el libro y el tupper encima de la mesa.

Vuelvo a mi casa en taxi pues el llanto me hizo correr al baño y así perder el último metro.

Mi madre ya está dormida. Por suerte la pobre no se entera ni de la mitad de mis discusiones con él.

Me meto en la cama y mi teléfono empieza a sonar. Es él. Contesto. -Mi vida, has venido y no me has dicho nada. Que sepas que te ha faltado el Red Bull-. Dice contento. Este chico es muy cínico. No contesto,simplemente cuelgo y sigo llorando.

Han pasado unas horas desde que salí de aquel sitio y mis ojos ya apenas se ven. Suena la puerta. Alguien está entrando. Pensaba que mi madre estaba dormida...

Mi puerta se abre. -¡Cariño! Puedo explicarlo. Mierda, en cuanto me has colgado sabía que lo habías visto. Imagine que de ser de otra manera me habrías dado el gofre en persona, pero no sabía si...-Una bofetada le calla. No quiero escucharle dar explicaciones.-LÁRGATE DE MI CASA AHORA MISMO ANTES DE QUE MI MADRE SE DESPIERTE.NO QUIERO MONTAR UN ESPECTÁCULO A ESTAS HORAS, SON LAS CUATRO DE LA MAÑANA. LÁRGATE Y NO VUELVAS-. Le digo gritando entre llantos.Llanto mio y llanto suyo. -No mi amor, por favor, déjame que te explique...-. Se pone de rodillas en el suelo y llora como un niño desconsolado. -Ahora no quiero escucharte-. Me parte el alma verlo así, pero peor me siento yo. -Por favor... -¡VETE!-. Vuelvo a gritar. Él se levanta, jamás me había visto así. Por más que discutiéramos nunca le había echado de mi casa.


Son las tres de la tarde y tengo mil llamadas perdidas de él. No quiero contestarle, sé que le creeré y volveré a caer.

Esta vez suena el timbre. Abro sin mirar pensando que pueden ser Dakota o Nadia. Me equivocaba. Es él. Su cara está hinchada, como la mía.Sus ojos rojos de tanto llorar y se ve que no ha dormido en todo este tiempo.

MATEO: Por favor, déjame que te lo explique.

MARA: Todas tus palabras se las lleva el viento, no pidas perdón si no existe arrepentimiento. No te lo daré porque ya no te creo.

MATEO: Pero mi vida, yo no hice nada. No me dejes, por favor.

MARA: Dame una razón para estar unidos otra vez. Demuéstrame si de verdad me quieres.

MATEO:Le he dicho a Linda que no quiero seguir estudiando con ella, que no sé que fue lo que la confundió, pero que yo te amo a ti y tu vas por encima de todo.

MARA: Si vuelves con promesas ya no estaré, es hora que me lo enseñes.Demuéstrame. Yo no te exijo que me des el cielo, tan solo quiero algo de verdad.

MATEO:¿Más verdad que los cinco años que llevamos juntos? Sé que después de todo lo que hemos pasado en este último tiempo va a ser difícil que me creas, pero por favor Mara, no me dejes. Dame otra oportunidad para demostrarte que yo te amo.

TÓXICA [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora