CAPÍTULO 5

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Despierto desnuda y noto su respiración en mi cuello. No puedo creer que haya metido a otro chico en esta cama. Me siento mal. Pero entonces me giro y le veo. ¿Qué está pasando que esa carita divina se ha vuelto mi medicina? Y siento que poco a poco yo me estoy sanando. Son esos labios que me tienen atada como loca enamorada. Sin darme cuenta ya me ha conquistado.

Siento que se revuelve entre las sabanas y se pega más a mi cuando vuelvo a darle la espalda. Está despierto. Sus manos vuelven a acariciarme el pecho dejando que mis pensamientos se desvanezcan y que sólo haya espacio para él en mi mente. Acerco un poco más mi culo a su erección y su aliento llega a mi cuello cuando sonríe feliz. -¿Qué tiene señorita? No puedo despegarme de usted-. Dice y se menea generando roce entre nosotros. Algo parecido a un ronroneo se escucha. -Creo que ahora te voy a tener que llamar gatita-. Mi cuerpo tiembla y sigue el movimiento de sus caderas para finalmente sentir como se aleja. -Espera muñeca, dame un segundo-. Coge un condón de encima de la mesita. Se lo coloca y rápidamente se introduce en mi.-Estás empapada, ¿Va a ser siempre así, lista para mi?-. No sabía si habría una siguiente vez y él ya estaba pensando en siempre.

Hace dos semanas que Mateo y yo no hablamos. Sé que está esperando que le llame, me está dando mi espacio. Nunca habíamos pasado tanto tiempo sin hablar. Pero no me siento tan mal como pensaba. Supongo que el hecho de que mi gato favorito esté siempre pendiente de mi ayuda. Suena mi teléfono. Es él. Contesto. Será para recordarme la cita de hoy. Siempre lo hace. Parece que tiene miedo de que le deje tirado o de que se me olvide.

GORKA: Bonita hoy te veo a las tres, no te imaginas lo que siento, voy atenerte más cerca. Quédate.

MARA: ¿Donde, en tu casa?

GORKA: Sí. Quiero verte ¿Por qué no te quedas hasta mañana? Si cuando te vas queda encendida la llama...

MARA: A ti la llama te queda encendida 24/7 gatito.

GORKA: Y es única y exclusivamente culpa tuya.

Hemos tenido un par de citas. Yo intento no llamarlo así, me siento mal.Se supone que nunca terminé mi relación con Mateo, pero tampoco estamos juntos ahora mismo.

Me encanta la forma de ser de Gorka, es muy dulce y cariñoso, pero a su vez fogoso y pasional. Es la combinación perfecta. Me hace reír como hacía mucho nadie lo hacía. Hablamos de cosas interesantes.Debatimos sobre política. Yo me hago la entendida pero en verdad no se nada sobre el tema. También debatimos sobre esta nueva " moda"del veganismo y sobre el feminismo. Nuestros debates son largos y muy interesantes y siempre llegamos a la misma conclusión. Aunque no pensemos lo mismo en todo, nos gustamos y nos encanta pasar tiempo juntos.

Ayer estuvimos paseando por un parque al que jamás había ido. Está a media hora en coche, pero es precioso. Hay replicas de los principales monumentos de Europa. Siempre que llegábamos a alguno nuevo fingíamos encontrarnos ahí. Nos tomábamos alguna foto graciosa hasta que en la torre Eiffel me besó. Esa foto es la más bonita de todas las que tenemos. Fue tan tierno el momento. -Me encantaría viajar a todos estos lugar contigo algún día-. Me dijo.En ese momento mi corazón sentía que iba a explotar de alegría.Hasta que bajó a la realidad y recordó que ya había estado en París con Mati.

GORKA: Nena no sabes que bonita te ves cuando me miras-. Su comentario me sacó de mis recuerdos. -¿Por qué no te invito otra vez para dar te un beso como ayer?

MARA: Perdona Gorka, estaba distraída. ¿Invitarme donde?

GORKA: Al parque Europa. Para volver a besarte frente a la torre Eiffel. Creo que fue uno de los besos más lindos que nos hemos dado.

MARA: No hace falta que me lleves al mismo sitio. Prometo que esta tarde,cuando vaya a tu casa a las tres, te daré el beso más dulce del mundo-. Le digo. Ambos estábamos recordando el mismo momento.

Ya es la hora y me encuentro en la puerta de su edificio. Estoy nerviosa. Es la primera vez que vengo a su casa y no se si esto se me está yendo de las manos. Sacudo mi cabeza y me niego a seguir pensando así. Voy a disfrutar de mi noche y de él. Toco el timbre y abro la puerta en cuanto la escucho pitar. Mis manos sudan. Mis piernas tiemblan un poco. Cojo el ascensor y subo a la planta 16.Vive en uno de los edificios más altos que hay por la zona y en la planta superior. Antes de tocar la puerta cojo mi barra de labios. Es un cacao bastante dulzón. Le prometí un beso dulce... Abre la puerta, creo que me ha escuchado llegar. Sonríe y yo siento que me quiero desmayar. Únicamente lleva un pantalón puesto. Le miro los tatuajes del cuerpo, de sus brazos y recuerdo la primera vez que nos acostamos en la oficina de su local. Recorrí cada uno de ellos con las palmas de mis manos. La última noche en mi casa lo hice con la punta de mi lengua. Me excito sólo de mirarle, pero tengo que guardar mi fogosidad en una cajita. Hoy debo ser tierna. Me acerco a él y poso mi mano derecha en su cara, le acaricio la mejilla y dejo un tierno y largo beso en sus labios. Nuestras lenguas juegan, se rozan y hacen círculos lentamente. Creo que a la que le sobra ropa ahora es a mi. Trato de calmarme y separo nuestras bocas. -Creo que es mejor que te pongas algo más si no quieres que te viole aquí mismo-. Le digo tímida. Él sonríe y se aleja para coger la camiseta que tiene sobre el aparador del recibidor, pero la deja de nuevo. Creo que se lo ha pensado mejor. Me agarra por la cintura, me coge en volandas y me mete en su casa cerrando la puerta como puede.Yo sonrío feliz y él me besa de nuevo. En brazos me lleva hasta su dormitorio y me recuesta en su cama. Despacio se deja caer sobre mi y esta vez me hace el amor. Me hace llegar al orgasmo cinco veces sin exagerar. Dos con la boca, dos con la mano y una torturándome con su pene. No sé en que momento del día estamos, donde, en que época ni si quiera se como me llamo. Hemos perdido la noción del tiempo y se ha hecho de noche.

Vamos a la cocina por algo de comer. Yo sólo llevo las bragas y el kimono que llevaba puesto. Él únicamente los calzoncillos.

Prepara algo raro... arroz con carne picada y verduras y para darle un toque,un poco de salsa de soja. No sabría muy bien como describirlo, tiene una pinta horrible, incluso parece que se le ha quemado un poco... al menos eso parece. Lo pruebo y cierro la boca. Está delicioso.

Tras comer nos sentamos en el sillón y hablamos por un rato sobre algo que temía. Relaciones. Yo trato de evadir el tema y puede que se haya dado cuenta pues su cara es de pocos amigos. Trato de solucionarlo y me levanto del sofá. Me quito el kimono y me dirijo hacia el baño. -Te espero-. Le digo mientras me alejo de él.

Son las diez de la mañana y va siendo hora de que me vaya a casa. Tengo que hacer mil cosas. Necesito hacer la compra, la colada, la cena y la comida para mañana. Tengo que repasar unas cosas del trabajo antes de acostarme... -Gatito, me tengo que ir a casa. Despierta dormilón-. Remolonea en la cama. -¿Cómo puedes tener fuerza para mantener los ojos abiertos?-. Me río ante su comentario. Es tan lindo. Está tan bonito con los ojos cerraditos y acostado sobre mi pecho. -Venga, remolón, no me hagas tirarte el agua encima. -No serías capaz de hacerme...-. Deja de hablar al sentir gotitas de agua fría en su cara. -Estás muerta-. Se levanta de golpe y me agarra de las muñecas con fuerza provocando que todo el agua se derrame sobre nosotros. Se pone encima de mi y siento como he despertado algo más que a él. -¿Y tú como puedes tener energía para mantener eso en pie?-. Ambos nos reímos, nos miramos y nos besamos. -Es culpa tuya, tu me das toda la energía que necesito para hacerte feliz-. Le miro como jamás lo había hecho. Este chico me tiene completamente loca. -Te daría todo así te vayas después. Ya sí no me creas y al amor le temas, no querrás soltarme y te sorprenderé. Y si tu de verdad quieres que yo te de cariño... de verdad se sentiría bien-. No puedo mantener más la distancia al escuchar esas palabras y le beso. Le beso con desesperación, le beso con ternura, le beso con pasión, le beso con todo mi ser, como hacía mucho no besaba a nadie.

TÓXICA [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora