CAPÍTULO 3

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Salgo de casa con mi mejor vestido. No es muy ajustado, tampoco quiero ir provocativa, pero si es un poquito corto. Su estampado florar es perfecto para esta primavera y las mangas de encaje me encantan.Podría decirse que es mi vestido favorito. Amo los vestidos con corte princesa. Salgo del edificio y ahí está Daki. -Wow. Estás preciosa Marita. Bueno, hoy de Marita la santita tienes poco eeh...¿Qué ha pasado?-. Llamé a mis amigas para salir a bailar el mismo día que discutí con Mateo, pero era Miércoles y no era lo más prudente, la verdad. Nadia vino a mi casa a verme. A ella la conocí en primero de secundaria y es la que mejor me conoce de las dos, por eso preferí contarle a ella antes que a Dakota. También sé lo que ella me diría: "¡Qué le den! No se merece a un mujerón como tu". Y en ese momento no era lo que quería escuchar. Sólo necesitaba que me dejaran desahogarme y me hicieran cucharita para dormir después de haber dejado mi cuerpo seco de tanto llorar. Y eso a Nadia se le daba fenomenal. Ya tenía experiencia en mi mal de amores.

Total,que el viernes Daki me llamó y me preguntó si quería pasar la fiesta del Miércoles al Sábado y acepté. Y aquí está ahora,frente a mi con ese vestido blanco y rosas rojas que le queda como un pincel. -Se ve que las flores son el tema de la noche-. Le digo intentando desviar la conversación. No quiero hablar de mi novio ahora. Por que sí. No hemos terminado. Él tiene razón. Cinco años demuestran su fidelidad. Además, en estos días que hemos estado distanciados le he extrañado demasiado.


Subo a su coche y vamos rumbo a casa de Nadia que, madre mía... Un vestido rojo cubre su esculpido cuerpo. La muchachita se pasa horas metida en el gimnasio y ese esfuerzo da sus frutos. -¿De donde ha salido ese culo?-. Pregunta Dakota tan fina como siempre. -Del gimnasio querida. Ya podríais veniros un día conmigo. Mi entrenador está buenísimo. Es mi motivación para ir cada día, seamos sinceras. -¿Y que pasa si alguna vez no está? -Ah bueno, pues cuando no está hago alguna clase que haya en el momento y me voy ala sauna a sudar mi calentura-. Todas nos reímos hasta que escuchamos una bocina. De acuerdo, es hora de ponerse en marcha.


Entramos en la discoteca de moda de la ciudad. Daki tiene aún amigos en el mundillo de la noche de cuando salíamos con más frecuencia y nos consigue un reservado y unas copas gratis. No soy de beber mucho,pero esta noche lo amerita.

Pasamos por delante de un grupo de chicos que nos mira fijamente. No sé porque pero hoy todas vamos extremadamente preciosas.

Daki ya está haciendo de las suyas y mira fijamente a uno de ellos. ¿Porqué tengo una amiga tan fresca?. La adoro. Nadia por el contrario se acerca a mi y me pregunta si me encuentro bien. -Todo lo bien que se puede estar cariño, pero gracias por preguntar. Hoy no quiero hablar del tema, Duck no sabe nada y no quiero que se entere, sabes que sino irá a matarlo-. Mi amiga me mira y asiente con la cabeza, seria.Entonces le sonrío y ella me imita. -Te quiero, ¿lo sabes verdad?-Yo también te quiero mucho... -Como la trucha al trucho-. Nos interrumpe Dakota. -Venga intensas que esta noche es para romperla.

Cantamos canción tras canción mientras bailamos como nunca. Cuando suena "El Taxi" nos ponemos en fila corriendo y comenzamos con nuestra coreografía. Los chicos del reservado contiguo nos siguen y terminamos todos riendo al finalizar la animación. Entonces suena Pretend. Esta canción me vuelve loca. Nunca la ponen en las discotecas. Miro a Daki y ella sólo me sonríe. -Sé que no me quieres decir que te pasa, pero te conozco, eres mi amiga y sé que estás triste. Por más maquillaje que lleves tus ojos me muestran lo triste que estás. Te quiero mucho mi niña y sabes que cuando quieras hablar aquí estaré yo para escucharte. Pero ahora mueve ese culo hermoso que tienes y enséñale a estos críos como se baila-. Le doy un besazo en los morros y me pongo a bailar con ella como una loca.

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