7° Maullido

7.9K 1.1K 62
                                    

La música era lo que más amaba Yoongi, pero esta vez parecía todo mucho mejor de lo que esperaba, observaba como Jimin se movía de un lado a otro, bailando algo torpe por la estancia, Hyesook estaba preparando el desayuno, mientras ellos habían decidido colocar algo de música.

- ¿Dónde aprendiste a bailar tan mal? -pregunto Yoongi en tono de broma a lo que Jimin ni siquiera le presto atención.

Él solo estaba concentrado en la melodía, moviéndose de un lado a otro y dando una que otra vuelta sobre su eje para poder sentirse mucho más feliz al respecto y vaya que se estaba sintiendo muy feliz.

En su antigua familia la música no era algo que un híbrido podía tener tan fácilmente, de hecho Jimin recuerda que cuando era encerrado en el frió desván durante alguna fiesta, se lograba escabullir para poder escuchar las canciones, y definitivamente le gustaban, quería moverse al ritmo de aquellas melodiosas canciones, pero eso solo haría que lo descubrieran, y lo mejor era mantenerse en silencio y quedarse poco tiempo en aquel lugar.

- ¿Por qué no baila, hyung? -pregunto Jimin dejando de dar vueltas-. Es muy divertido.

Yoongi solo lo miro por unos momentos, podía ver ese brillo especial, la curiosidad y por lo que veía el amor por la música, igual que él, son muy diferentes y a la vez tan iguales que Yoongi no llegaba a comprenderlo del todo, pero debía admitir que es agradable, sobretodo estar con ese mocoso, aunque la mayoría del tiempo se la pasarán jugando y reclamándose él uno al otro, eso no quitaba el cariño que sentían.

- No quiero hacerlo.

- ¿Qué? ¿Le da pena mostrar sus mejores pasos de baile? -Jimin si que podía llegar a ser muy insistente-. No me burlaré de usted si es lo que piensa.

A decir verdad, Yoongi consideraba que tenía dos pies izquierdos, y no le gustaba moverse mucho, gran ventaja, o eso pensaba, así que casi siempre se la pasaba sentado mirando a Hyesook tararear melodías o moverse levemente, y ahora que Jimin estaba con ellos, pues era un poco más divertido.

Debía admitir que su monotonía a pesar de que había sido destruida por completo por aquel mocoso, le agradaba que haya sido así, después de todo, no podía pasar más de la mitad de su tiempo de vida encerrado y sin alguna compañía más cuando Hyesook se va a trabajar, así que de cierto modo se sentía muy agradecido de que Jimin viniera a hacer de su vida algo menos aburrido.

- Tengo dos pies izquierdos y prefiero no usarlos -Jimin ladeo la cabeza al escuchar eso.

- No diga eso, todo mundo puede bailar si se lo propone -menciono Jimin acercándose a él-, vamos, arriba y a bailar, Yoongi hyung.

- Ni loco... -pero por supuesto su menor no permitiría que se quedase allí sentado, Jimin tomo ambas muñecas del pálido y lo hizo levantarse para después agarrar bien sus manos, entrelazando sus dedos con los de Yoongi-, no bailaré.

- Solo inténtelo, es simple, un pie adelante -Yoongi miro hacía abajo, percatándose de las acciones de Jimin-, y el otro hacía atrás, ¿sí?

Yoongi no es alguien que le guste complacer a los demás, pero esta vez obedeció, Jimin mostró su dentadura al observar hacía el suelo y mirar como Yoongi repetía esas acciones.

- ¿Lo ve? No es... -Jimin levanto la mirada encontrándose con la de Yoongi-... complicado.

- ¿Qué no lo es? Esto es más difícil que apretar los botones del control remoto de la televisión.

- Sigue siendo un gato muy flojo -dijo Jimin entre risas.

Yoongi rodó los ojos al escuchar eso, pero sonrió al tener de nuevo la cantarina risa de Jimin, definitivamente seguiría siendo un gato flojo si eso hacía reír a su menor.

- ¡Es hora de desayunar, chicos! -anuncio Hyesook en voz alta para que alcanzarán a escucharla.

- ¡Sí! -Jimin soltó las manos de su mayor-. Hora de comer, estoy ansioso.

- Mocoso tragón...

C A T S !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora