Atado a ti

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El árido planeta estaba a la vista, desde hacía unas horas, los signos vitales de Ben Solo se habían disparado, tal vez era señal de que la chica si estaba ahí, en algún lugar del extenso desierto. Descendieron cerca del puesto de avanzada de Niima, Finn había recordado que la primera vez que vio a Rey fue ahí, tal vez alguien pudiera decirles si la habian visto.

Preguntaron hasta que dieron con unos niños que recordaban a la chica del peinado raro y pecas en la nariz. La mamá de los niños, al ver a los extraños se asustó, pero Maz se adelantó a hablar con ella que solo señaló en una dirección en medio del desierto.

Emocionados subieron a las naves y se fueron en busca de Rey, durante el viaje, Maz no se había separado de Ben, cuidando de él, hablándole, le contó historias de sus padres, la aventuras de Han Solo como contrabandista, como conoció a Leia, como ella lo rescató de un bloque de carbonita cuando Darth Vader lo había congelado y muchas aventuras más, ahora estaban cerca de encontrar a Rey, eso esperaba , ya que él ya daba muestras de querer despertar y murmuraba el nombre de ella, todos tenían curiosidad de saber por qué no había vuelto con la resistencia y esperaban que esa duda pronto fuera aclarada.

Finn y Rose vieron a lo lejos un viejo At-At y fueron descendiendo hasta posar el Halcón Milenario cerca, esperanzados bajaron y esperaron a Allen Kenobi que también bajó de su nave.

— despierto, creo que ahora sí la encontramos —dijo el hombre emocionado.

Fin y Rose aguantaron la respiración al ver salir del At-At una menuda figura que los veía con curiosidad, al parecer no los reconocía.


Rey estaba dormida cuando el ruido de naves acercándose la despertó, desde que llegó ahí, dormía mucho, solo dedicaba un poco de tiempo a recolectar piezas para cambiar por raciones y el tiempo restante dormía, salió con cautela y se sorprendió al ver las dos naves y a los visitantes, dos de ellos la veían como si la conocieran y sintió algo más, un llamado, caminó hacia una de las naves de manera involuntaria, algo, o alguien en esa nave la esperaba, era como si un hilo invisible estuviera tirando de ella.

Ben también la sentía, abrió los ojos, desorientado y se encontró con Maz, mientras los droides médicos lo examinaban la pequeña mujer le explicó que llevaba meses en coma y que estaban en Jakku buscando a Rey que al parecer había desaparecido, también le dijo que estaban en la nave del nieto de Obi wan Kenobi, que él lo había encontrado y también había buscado por meses a Rey hasta que llegó con ellos y lo acompañaron en la búsqueda, él la escuchó atento hasta que terminó de hablar.

—Ella está aquí —la voz le sonó ronca por la falta de uso —puedo sentirla, Maz.

Se escuchó un alboroto fuera de la habitación, una chica que siempre revoloteaba alrededor de Ben, se escuchaba molesta hasta que la voz de Allen Kenobi le ordenó apartarse, Ben ya se había levantado de la cama cuando ella entró y su vida volvió a tener sentido por primera vez en mucho tiempo, estaba hermosa, tenía un aire de fragilidad que le hacía querer protegerla y al mismo tiempo, en sus ojos se veía la fortaleza que a él siempre le gustó de ella, era su igual en la fuerza, al fin estaba completo.

—Rey —le tendió la mano como aquella vez cuando lucharon juntos contra la guardia de Snoke y casi esperaba que como aquella vez, ella lo rechazara.

Rey llegó a la habitación y estuvo a punto de golpear a la chica que le había cortado el paso, la necesidad de entrar ahí era más fuerte que ella y si ese hombre no la hubiera apartado, la habría lanzado lejos, lentamente cruzó la puerta y se detuvo al ver al hombre que estaba ahí, no le prestó mucha atención a la pequeña mujer que le hacía compañía, porque sus ojos la atraparon, la mirada de anhelo de él, la recorrió de pies a cabeza y la llenaba de añoranza, reprimió el deseo de lanzarse a sus brazos por miedo a ser rechazada, pero cuando él le tendió la mano no dudo en acercarse y tomarla y entonces todo encajo en su sitio.

Los recuerdos llegaron como cascada y el mareo que le provocó la impresión hizo que estuviera a punto del desmayo y Ben no desaprovechó la oportunidad de tomarla en sus brazos.

—Ben. Ahora lo recuerdo todo —decía entre lágrimas aferrada a su pecho —. Tú me salvaste.

Maz salió de la habitación, sacó de ahí a los demás y cerró con suavidad la puerta para darles privacidad, ya sabrían lo que había pasado en su momento, ahora ellos necesitaban hablar, sonrió y dio gracias a la fuerza, ahora si podía estar tranquila.

—Ya no llores, volvería a salvarte mil veces más, si fuera necesario, tú me completas Rey, no puedo vivir en una galaxia dónde no estés.

—¿Aún a costa de tu vida? Yo te vi morir Ben y desaparecer frente a mis ojos, me sentí tan perdida sin ti —gruesas lágrimas corrían por sus mejillas —. Ahora recuerdo que cuando iba de regreso a la base de la resistencia me encontré con una lluvia de meteoritos, uno impactó la nave y vine a estrellarme aquí, no sé cómo es que sigo con vida, solo recibí un golpe en la cabeza que me hizo perder la memoria, aunque la nave de Luke quedó destrozada.

—Fue por eso que no te encontraban, al perder la memoria también te desconectaste de la fuerza —e acarició la cara, el cabello —. De no haber sido así, tú yo estaríamos juntos hace tiempo.

—¿Juntos, Ben?

—Sí, Rey, juntos, no puedo estar sin ti, lo sabes, así como tú tampoco puedes estar separada de mi —le sujetó la cara con una mano y lentamente acercó sus labios a los de ella, ambos recordaban el corto beso que se habían dado después de que él la hubiera vuelto a la vida, no habían tenido mucho tiempo, pero ahora sí, y la besó como había deseado besarla ese día, la pegó a él, le acarició la cintura, las caderas y ella le respondió de igual manera, abrió la boca mientras le pasaba los brazos por el cuello, sus lenguas danzaron juntas, sus corazones latieron al mismo ritmo y sus almas, sus almas se unieron para ser una solamente, se separaron poco a poco sin dejar de abrazarse y juntaron sus frentes.

—¿Rey?

—¿Sí, Ben?

—¿Quieres casarte conmigo y llevar mi apellido, por favor?

—¡Sí, si Ben, si quiero!

Ben gritó de alegría y levantó a Rey para dar vueltas con ella, Maz entró alarmad,a pero al ver la sonrisa en los rostros de ambos supo que todo estaba bien.

—¿Maz?

—¿Qué pasa muchacho?

—¿Puedes organizar una boda, por favor?

—Claro que sí, mis niños, claro que sí —dijo la pequeña mujer emocionada.

Historia Corta: La BúsquedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora