—Gracias... —le susurre.
El se apartó de mi sin decir una palabra y me señaló el camino para la habitación de su hermana Elizabeth.
Al entrar vi a al señor George sobre un gran tazón donde exprimía una toallita, eran compresas para la frente.
—Annia, ven —me llamo George
Con mucho cuidado me acerqué y la vi.
Era de tez blanca como la nieve, sus labios cenizos debido a la fiebre, eran algo gruesos para las delicadas facciones que tenía, pero aún así se veía bien.
Su cabello era dorado, con grandes ondas y sus ojos, eran de un color muy extraño, pero bonito, era un verde entre azul y toques cafés, ahora se a que se refería André.—Hola —me saludó apenas con una voz audible, era una voz débil.
—Hola —le sonreí —me llamo Annia Sheridan, pero puedes decirme Ani.
—Lose, mi hermanos Henrry me ah hablado de ti.
Eso me sorprendió y con la mirada algo confundida mire a Henrry, podría jurar que lo vi ruborizarse.
—Yo me llamo Elizabeth, pero me puedes decir Lizzy.
Mientras me hablaba no pude evitar ver las manchas rojas en forma de escarapela, que tenía en el brazo. Yo había visto una mancha así, pero no recordaba donde.
—¿Cómo esta? —mi mirada iba hacía George
—Por ahora no hay cambios, sólo la temperatura a bajado, sólo hay que esperar, ya no se que mas pueda ser, al principio pensamos que era una gripe pero ya han sido meses así...
—¿Meses?
—Será mejor que descanses Henrry y tu también Annia yo me quedare aquí por un tiempo.
—No se preocupe Doctor, ahora mismo le pido que le preparen un cuarto.
—Gracias.
Estábamos saliendo cuando Lizzy le dijo a su hermano que no se preocupara, que todo estaría mejor, a lo que Henrry solo se limitó a sonreír.
Cuando llegamos a la salita, con mucha amabilidad Henrry le pidió a una ama de llaves que me prepara una habitación y un baño.
—Quisiera tomar un té antes de ir a dormir
La verdad no quería ir a dormir aún, extrañamente quería estar un poco más de tiempo con el.
Henrry asintió y sin decir nada pidió que sirvieran el té, con algunos aperitivos
—Tome asiento —me dijo señalando un sillón.
—Gracias.
—¿De donde viene?
—En realidad es un lugar muy lejano —me limité a decir.
—¿Cuando piensa irse?
—En realidad no tengo idea.
—¿Así que no sabe bailar?
_ En realidad no mucho...
—Es muy raro que una joven como usted no sepa bailar, ya que normalmente cuando es presentada en sociedad lo hace mediante bailes.
—Si, pero a decir verdad nadie me a invitado a bailar, excepto mi padre— sonreí algo tímida.
Se me quedo viendo sorprendido por mi respuesta y con una gran sonrisa se paró y se dirigió con gran elegancia hacía mi.
—¿Le gustaría concederme su primer baile?
—¿Bailar?
—Yo puedo enseñarte —me sonrió.
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PASADO, PRESENTE Y FUTURO.
Romance¿Que pasaría si una joven de 21 años del año 2025 viaja por accidente al año 1813? ¿Se imaginan lo complicado que sería? Tomando en cuenta todas las diferencias sociales, y tecnologícas. Esta historia trata de como Annia Sheridan tratando de regre...